Es posible construir una universidad inclusiva: académico español
|- Sergio Luján Mora compartió modelo implementado desde 2015 en la Universidad de Alicante, España
El docente fue invitado por la UV al 3er Foro Internacional de Inclusión en Educación Superior (FIIES 2022)
Prensa UV
Xalapa
Contrario a los mitos que existen respecto a la construcción de universidades inclusivas, Sergio Luján Mora, académico de la Universidad de Alicante, España, aseguró que sí es posible desarrollar modelos educativos incluyentes para estudiantes a quienes el entorno los hace enfrentar algún tipo de discapacidad, similar al que opera en esta institución desde 2015.
Invitado por la Universidad Veracruzana (UV) para participar en el III Foro Internacional de Inclusión en Educación Superior (FIIES 2022), dictó la conferencia virtual “Adaptaciones curriculares para personas con discapacidad en la Universidad de Alicante”, destacó la idea errónea de que invertir tiempo, dinero y esfuerzo en proyectos de este tipo no representan una garantía de presencialidad de alumnos.
“Es un falso mito, no es una locura construir universidades inclusivas.”
El catedrático del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la universidad española, compartió con la comunidad universitaria asistente al foro realizado los días 23 y 24 de noviembre, el desarrollo de un modelo implementado en esta institución, basado en adaptaciones curriculares.
Se refiere a ciertas modificaciones o ajustes que facilitan el acceso, permanencia y aprovechamiento del curso de personas en situación de discapacidad, lo cual les permitirá adquirir todas las competencias y contenidos académicos para su desempeño profesional.
En la ponencia, donde hizo un paréntesis para mencionar el proyecto “Asistencia tecnológica a la accesibilidad en la educación superior virtual”, financiado por la Unión Europea, en el que participan la UV y la Universidad de Alicante, expresó: “Si construyes una universidad inclusiva, los estudiantes con discapacidad vendrán”.
Detalló que el concepto de educación inclusiva sumó importancia en 1994, dentro de la Declaración de Salamanca, precisamente firmada en la Universidad de Salamanca y enfocada en las necesidades educativas especiales, pues se creía que debían tener acceso a las escuelas ordinarias.
Luján Mora resaltó que las escuelas con una orientación integradora e inclusiva representan el medio más eficaz para combatir las actitudes discriminatorias, crear comunidades de acogida y lograr una educación para todos.
Por tanto, la educación inclusiva es un modelo educativo que busca atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos, con especial énfasis en aquellos que son vulnerables a la marginalidad y a la exclusión social, “los estudiantes con necesidades educativas especiales”.
De acuerdo con el Artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad –firmada por España, México y otros países, la mayoría de ellos desarrollados– para lograr la educación inclusiva deben hacerse los ajustes razonables en función de las necesidades individuales, lo cual es equivalente a las adaptaciones curriculares.
Es así que en la Universidad de Alicante fue implementado este modelo que bien puede copiarse y aplicarse en otras universidades, e involucra cambios tanto en el medio físico de la institución como en el virtual e informático.
Dio a conocer que entre 2020 y 2021 se registraron 293 alumnos con discapacidad, de un total de 26 mil que conforman la matrícula, lo cual representa el 1.13%.
Un aspecto que puede resultar tema de estudio es que hay más jóvenes en condición de discapacidad en las áreas de artes, humanidades y ciencias de la salud, y un número menor en las de ciencias experimentales como biología o física, lo cual puede atribuirse a la complejidad de adaptación.
Algunos de los cambios pueden observarse en la construcción de edificios accesibles, rampas, ascensores, pasillos, baños y espacios reservados en las aulas para este sector.
En el caso de edificios antiguos, éstos se acondicionan paulatinamente, pues es imposible adecuarlos de un día para otro.
Como ingeniero informático, Sergio Luján señaló que se ha enfocado en la accesibilidad del medio virtual y en la adaptación de programas para usuarios con baja visión.
Existe también un Centro de Apoyo al Estudiante (CAE), que de igual forma brinda atención a profesores que afrontan la enseñanza de un estudiante con algún tipo de limitación motriz, sensorial e intelectual.
El CAE ofrece otros servicios de adaptaciones curriculares relacionados con asesoría psicológica, de salud o económica, por citar algunos.
El reglamento de adaptación curricular de la Universidad de Alicante toma en cuenta a estudiantes con déficit auditivo, visual agudo, motor, ceguera, discapacidad psíquica y trastornos de salud, aunque de igual forma respalda a alumnos deportistas, víctimas de violencia de género, en supuestos de embarazo, adopción y acogimiento.
Además, a los que actúen en representación de la Universidad de Alicante, asistan a órganos de gobierno, o sujetos a convenios de movilidad.
A los docentes se les recomienda, principalmente, hablar de frente, facilitar instrucciones por escrito y realizar recursos sonoros como video.