Abraham Ancer; salió de la PGA en 2022
|A UNA SEMANA DE ARRANCAR LA TEMPORADA del circuito en Mayakoba, el mexicano valoró su decisión de abandonar el calendario tradicional
EFE/Estados Unidos
Un cambio de ambiente y la magia regresó. Abraham Ancer está más que dispuesto de presentarle a los fanáticos mexicanos la gira que le atizó el fuego; sí, el Turco estará presente la próxima semana (del 24 al 26 de febrero) en Mayakoba para el arranque de la segunda temporada de LIV Golf. “A mí me encanta Mayakoba.
Lo he platicado mil veces con Carlos (Ortiz).
Él ha tenido increíbles resultados ahí, ha estado muy cerquita de levantar el trofeo. Yo he tenido buenos resultados, me encanta el campo, los hoteles, cómo te trata la gente. Es impresionante.
Ya estamos con muchísimas ganas de estar de regreso y jugar de frente de todos”, dice el golfista mexicano, quien viene de sumar su cuarta victoria profesional al haberse impuesto en el PIF Saudí International, en entrevista con MILENIO-La Afición.
En lo personal ha sido increíble. La verdad es que estoy bastante contento. Estos últimos tres meses que tuve libre, que nunca había tenido (tanto tiempo) para prepararme físicamente, para sentirme bien mentalmente, pasar un poquito de más tiempo con la familia.
El poder hacer cosas que no podía antes, porque no tenía el tiempo, de ir al rancho, de estar en medio de la nada y desconectarme. Ver a mis amigos. Eso me tiene muy contento, extrañaba mucho esos momentos. Para mí fue una decisión, no quiero decir fácil, pero cuando hice la lista de las cosas buenas y malas me quedé así de ‘híjole, no hay forma de decir que no’.
A parte, no tengo miedo a algo nuevo, empezar alguna empresa o un proyecto de nada; hay veces que sí da miedo, pero a mí me gusta aventarme y la verdad no estoy nada arrepentido, al contrario. ¿Qué tal está la competencia dentro de LIV Golf? Está duro, de verdad, está fuerte. Veo a muchas personas que tal vez ya no estaban tan motivados en los años pasados y ahora con este nuevo formato, y que son parte de un equipo, les cambió el chip.
Los ves en el gimnasio entrenando durísimo y sí me pasó que yo decía ‘a este güey nunca lo había visto en el gimnasio’. Y eso pasa porque no quieres ser ese jugador del equipo que no contribuye en los scores.
La competencia está bastante dura y la verdad que me gusta mucho eso. Nos cambió completamente el chip. Me dio mucha risa en un torneo que vi a como tres o cuatro veces a Pat Pérez, a pesar de cómo es él y así, lo veía en el gimnasio dándole duro, practicando duro. Yo le dije que no lo había visto y me contestó, ‘compadre, tenemos que darle, no quiero ser el que no está contribuyendo’; y a lo mejor eso no se ve mucho, pero le estamos echando ganas. Son muchas motivaciones y desde muchos lados: lo económico, deportivo, social…
Sí, se ha sentido y la verdad que muy padre el estar todos ahí. Y aunque estamos por equipo y estás compitiendo contra todos los demás, se siente una gran diferencia. Haz de cuenta que es como una fraternidad, todos nos quedamos en un mismo hotel, convivimos mucho más y está muy padre. Convivir con jugadores que tal vez no convivías en el PGA Tour. El ambiente ha estado bastante padre. Me gusta mucho.