Caso Ayotzinapa: DEA revela nexos de militares con Guerreros Unidos
|- La DEA reveló que autoridades militares tenían nexos con el grupo criminal Guerreros Unidos durante la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A partir de informes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) se reveló una relación entre autoridades militares y el grupo criminal Guerreros Unidos, durante los hechos de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hace nueve años.
Así lo establece el informe “Caso Ayotzinapa, narrativa de los hechos de acuerdo a la investigación realizada”, presentado hoy 26 de septiembre de 2023 por la Presidencia de la República, como lo ofreció el titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador.
“Derivado de diversas declaraciones de distintos testigos, así como mensajes de texto aportados por la DEA, se vinculan con Guerreros Unidos el entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería con base en Iguala; el capitán José Martínez Crespo y el entonces coronel Rafael Hernández Nieto, comandante del 41 Batallón.
“Conforme a estas declaraciones, algunas brindadas en procesos judiciales en Estados Unidos, estos elementos recibían dinero de Guerreros Unidos, proveían armas y municiones, facilitaban el trasiego de drogas y brindaban protección al grupo delictivo”, se detalla en la página 5 del informe.
En total, el avance de estas investigaciones, que se presentó a familiares y representantes de los normalistas desaparecidos, en una reunión la noche del lunes en Palacio Nacional, está integrada por 34 páginas.
Consiste en una narrativa de los hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, a partir de las nuevas investigaciones realizadas por la Comisión de la Verdad y Acceso a la Justicia (CoVAJ) para el Caso Ayotzinapa, a cargo de Alejandro Encinas.
Desaparición de los 43 se dio en el marco de una disputa del narco por el territorio
De acuerdo con el reporte, la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa ocurrió en el marco de la disputa del territorio de Iguala por grupos del crimen organizado.
“Al momento de los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, tres organizaciones delincuenciales: ‘Guerreros Unidos’, ‘Los Rojos’ y ‘La Familia Michoacana’ se disputaban el control territorial de Iguala y las rutas del trasiego de drogas.
“De manera particular había una confrontación entre ‘Los Rojos’ y Guerreros Unidos, derivada del decomiso de un cargamento por parte del Ejército en la ciudad de Iguala en abril de 2014, conflicto que se agudizó con la toma violenta de Carrizalillo en el municipio de Eduardo Neri en el estado de Guerrero por parte de Guerreros Unidos. Razón por la cual, estos esperaban represalias por parte de Los Rojos”, se indicó.
Narrativa de los hechos inicia en la Central Camionera
La investigación de la CoVAJ establece que la penetración del crimen organizado con las autoridades «facilitó y perpetró la desaparición forzada de los 43 normalistas».
La narrativa detalla los hechos que iniciaron a las 20:30 horas con la llegada de los primeros normalistas a la Central Camionera de Iguala, para apoderarse de autobuses, la confusión, las primeras agresiones de la policía municipal y la intervención de Guerreros Unidos para desaparecerlos.
“Lo anterior se entiende con un mensaje de las conversaciones captadas por la DEA del 27 de septiembre de 2014, por el cual José Ángel Casarrubias, uno de los líderes de Guerreros Unidos, le comunica a su hermano Adán Senén: ‘Senos metieron los Ayotzinapas y hubo un vergaseraaa’ (sic).
“De igual forma, Sidronio Casarrubias señala en su declaración, que la noche de los hechos ‘El Indio’ le reportó que ‘no eran estudiantes, que eran Rojos que iban uniformados’”, se detalla, en la página 14.
Los normalistas de Ayotzinapa fueron separados en tres grupos
A partir de las declaraciones de los testigos protegidos Carla y Juan, así como de otros involucrados, las hipótesis establecen que a los estudiantes se les separó en, al menos, tres grupos.
“Y que los hayan llevado a diferentes lugares para su ejecución y desaparición en los municipios de Cocula, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri, Huitzuco, Iguala, San Miguel Totolapan, Taxco, Teloloapan y Tepecoacuilco”, se estableció.