México, entre los países que mayor bullying presentan en el mundo
|- No sólo entre estudiantes, también suele ser contra docentes.
- Casi el 80% de la población reconoce haberlo sufrido
#Xalapa
Casi el 80% de la ciudadanía en México reconoce que ha sufrido bullying en alguna etapa de su vida y no sólo en su trayectoria escolar, lo cual es un porcentaje muy elevado, reconoció Rosa Dianeth Hernández Aguilera, psicóloga del Programa de Salud Mental del Centro para el Desarrollo Humano Integral de los Universitarios (Cendhiu) de la Universidad Veracruzana (UV).
En el programa radiofónico Naturalmente universitario, la especialista habló del tema “Cero bullying” e indicó que a nivel mundial en nuestro país la situación es preocupante, sólo por debajo de Estados Unidos y China.
“De acuerdo con un estudio realizado en la UNAM, entre enero de 2021 y febrero de 2022 se contaron 180 mil casos. Es importante anotar que se presenta a cualquier nivel y es frecuente de estudiantes contra docentes.”
Definido por la ONU como la repetida violencia que se origina en el propio círculo del afectado y que puede involucrar no sólo a un individuo sino a varios con intención de generar intimidación u hostigamiento, se dan casos de acoso psicológico como amenazas de exclusión y la llamada “ley del hielo”, lo cual puede conducir a la víctima al suicidio.
Al enumerar los factores de riesgo, citó el descuido de los padres en el hogar: “Muchos no conocen realmente a sus hijos, no saben lo que hacen en la escuela ni lo que comunican en las redes sociales. Esto conduce a una escalada que ha llegado, como se ha visto en las noticias, hasta el asesinato entre estudiantes o el suicidio cuando el acoso se vuelve insoportable.
”Ante lo cotidiano de todo ello, puede llegarse a la normalización de la cultura de la violencia. Lo observamos en la música, en los medios de entretenimiento y hasta cuando al niño le instan sus papás a devolver la violencia con violencia, como parte del esquema de valores.”
Dijo que otra circunstancia que agrava el panorama es la indiferencia que alcanza tanto a espectadores como a las figuras de autoridad. “Pero no hay claridad de quién sea la persona que puede ejercer esta parte, desde los padres hasta las autoridades escolares”.
A la pregunta ¿qué estrategias son recomendables?, respondió que se debe generar conciencia de que la pasividad del observador sólo tiende a normalizar la violencia, de modo que se hace necesaria la denuncia de los hechos, por ello propuso: “Generemos redes de apoyo que incluyan a padres, amigos y compañeros para auxiliar y orientar a quien sufra de abusos”.
Finalmente, recomendó el acercamiento al Cendhiu para atención psicológica, ayuda y orientación en caso de proceder a la acusación formal ante las autoridades correspondientes.