¡Entran a oficina de Tránsito y «Levantan» al Delegado!

  • Comando armado hace lo que quiere en Poza Rica

POZA RICA, Ver.- En una de las ciudades más violentas de la entidad veracruzana sucedió que la mañana de ayer un comando fuertemente armado irrumpió en las oficinas de la Delegación de Tránsito en Poza Rica para “levantar” al delegado Julio Ignacio Vega Domínguez, quien apenas tenía dos semanas de asumir el cargo.

Hombres con armas largas, a bordo de varias camionetas, llegaron a las oficinas de Tránsito, amagaron a agentes y ciudadanos, entraron a las oficinas y se llevaron al funcionario.

Luego de haberlo privado de su libertad con violencia, elementos policíacos de los tres niveles de gobierno activaron un operativo y emprendieron la búsqueda por toda la región, pero hasta el momento no han detallado al respecto.

El operativo de búsqueda incluyó el cierre total del puente Cazones 1, que tiene conexión con el municipio de Tihuatlán, hasta donde se extendió la búsqueda del funcionario vial.

Hasta hace dos semanas, Vega Domínguez se había desempeñado en el mismo cargo en el municipio de Tecolutla.

UBICAN AL DELEGADO PRIVADO DE SU LIBERTAD

El secuestro ocurrió a plena luz del día, frente a las oficinas de la delegación, lo que deja muchas interrogantes sobre cómo operan estos grupos armados con tanta impunidad.

Vega, quien llevaba apenas cinco días en su puesto, fue interceptado por individuos armados, quienes lo mantuvieron cautivo en una casa de seguridad, ubicada alarmantemente cerca de la residencia del alcalde de Poza Rica, Fernando Remes Garza, conocido como “El Pulpo Remes”.

La proximidad entre el lugar de cautiverio y la casa del alcalde genera inevitablemente preguntas. Sin embargo, es fundamental mantener una perspectiva equilibrada: hasta ahora, Julio Ignacio Vega ha sido presentado como una víctima de un secuestro violento y no existen indicios claros o pruebas que lo vinculen a actividades delictivas.

Las investigaciones deben centrarse en esclarecer el contexto y los motivos de su secuestro, sin caer en la trampa de culpar a la víctima sin evidencias contundentes.

Es necesario señalar que Vega fue rescatado severamente golpeado, lo que agrava la gravedad del crimen y refuerza la percepción de que su vida corrió un peligro real e inminente.

El daño físico que sufrió es un claro indicativo de la brutalidad con la que actúan estos grupos criminales, y deja poco margen para suponer que Vega sea otra cosa que un blanco de la violencia. Cualquier intento de vincularlo con actividades ilícitas, sin pruebas, sería irresponsable y prematuro.