Cuitláhuac dejará a Veracruz en la peor crisis de seguridad de la historia
|- Extorsión y cobro de piso son el flagelo que domina a comerciantes y microempresarios, extendiendo el terror y el desasosiego en una sociedad que parece haber sido abandonada por las autoridades.
INGOBERNALIDAD. Existen más de 200 grupos armados, muchos de ellos compuestos por apenas cuatro o cinco personas, pero que, gracias al uso de armas y motocicletas; logran infundir miedo y someter a la población, sin que la autoridad los pueda detener.
#Xalapa
En un hecho de violencia atroz registrado en el norte del estado, dos menores de 15 y 13 años fueron acribillados a balazos en la comunidad de Entabladero, municipio de Espinal. Tras el ataque armado, uno de los adolescentes murió en el lugar de los hechos registrados, en tanto el segundo perdió la vida el lunes en un hospital de Poza Rica.
Ambos menores de edad, de 15 y 13 años de edad, eran ayudantes del sacerdote de la iglesia, y se encontraban sentados en el parque de la localidad, frente al templo religioso, cuando fueron agredidos a balazos por dos sujetos que se desplazaban a bordo de una motocicleta.
De acuerdo con el periodista Óscar Balderas, especializado en temas de seguridad, el estado de Veracruz enfrenta una de las peores crisis de seguridad de su historia reciente. Refirió que la entidad no sólo es un paso estratégico para el tráfico de drogas y migrantes, también es un territorio en el que el crimen organizado ha encontrado un terreno fértil para imponer su ley a través de la extorsión. De acuerdo con el periodista, Veracruz se ubica entre los diez estados más golpeados por este delito, afectando principalmente a dos regiones clave: el sur, que colinda con Tabasco y es un foco de tráfico de migrantes y robo de combustible, y el norte, que conecta con Tamaulipas, sirviendo de entrada a la frontera con Texas, un lucrativo mercado para las drogas y armas.
Las dos zonas han sido particularmente devastadas por el cobro de piso, un delito que genera un flujo constante de efectivo para los grupos delictivos y que, debido a su naturaleza violenta, ha creado un ambiente de miedo entre la población. En una conferencia realizada en la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Coatzacoalcos, el experto señaló que la extorsión y cobros de piso son el flagelo que domina a comerciantes y microempresarios, extendiendo el terror y el desasosiego en una sociedad que parece haber sido abandonada por las autoridades de Veracruz. Y es que, Coatzacoalcos es uno de los municipios más afectados, pero el problema se extiende a otras ciudades como Tuxpan, Xalapa y Poza Rica. A pesar de los esfuerzos aparentes por combatir este delito, Balderas aseguró que la extorsión en Veracruz no ha disminuido debido a una alarmante falta de voluntad política.
Dijo que se trata de un delito de fácil ejecución, con altos beneficios económicos y escaso riesgo de ser denunciado; esto lo convierte en una actividad idónea para que los servidores públicos caigan en la tentación de coludirse con los grupos criminales. El periodista señaló que la extorsión es un problema de corrupción dentro de las estructuras del gobierno, donde no se han generado los incentivos necesarios para disuadir a los funcionarios de participar en estas actividades ilícitas. También consideró que el crimen organizado en México ya no es una estructura monolítica de cárteles todopoderosos. “Ahora existen más de 200 grupos armados, muchos de ellos compuestos por apenas cuatro o cinco personas, pero que, gracias al uso de armas y motocicletas, logran infundir miedo y someter a la población”, advirtió. En la conferencia, el periodista expuso una realidad que rara vez se discute con claridad: la fragmentación del crimen organizado en México. Dijo que de los siete grandes cárteles que dominaban el narcotráfico hace unos años, hoy en día existen cientos de células más pequeñas, muchas de las cuales no tienen la capacidad operativa para traficar drogas a gran escala; en lugar de eso, se especializan en delitos como la extorsión, valiéndose del «branding de los cárteles» para generar terror. Balderas describió cómo jóvenes inexpertos se autodenominan miembros de los grandes cárteles para cobrar extorsiones. Estos grupos operan bajo un esquema de franquicias, pagando a otros criminales por el derecho a utilizar el nombre de cárteles conocidos. Se trata de delincuentes poco capacitados que no tienen posibilidad alguna de enfrentarse a fuerzas como la Guardia Nacional o la Marina; pero no necesitan hacerlo, porque la extorsión es un negocio extremadamente rentable y de bajo riesgo, explicó.
El verdadero peligro de la extorsión no es solo la violencia, sino la corrupción que permea todos los niveles del gobierno; según Balderas, el miedo y la falta de confianza en las autoridades han llevado a que el 98% de las extorsiones en Veracruz no se denuncien.
Esto hace prácticamente imposible obtener cifras precisas del impacto real del delito en la entidad; para combatir este problema, el periodista propuso una serie de medidas que los empresarios y comerciantes pueden exigir a las autoridades.
En primer lugar, recomendó una estrategia para frenar el robo de vehículos y motocicletas, que son los principales medios de transporte utilizados por los extorsionadores; además, sugirió la instalación de al menos 200 cámaras de videovigilancia conectadas al C4, el centro de control de seguridad, con acceso también para los empresarios.
Otra propuesta clave fue la creación de un consejo ciudadano para supervisar el uso de estas cámaras y asegurar que se utilicen de manera efectiva; también destacó la necesidad de difundir campañas de prevención de extorsiones y establecer una línea telefónica exclusiva para denunciar este tipo de delitos, operativa las 24 horas del día, para evitar saturar los números de emergencia convencionales.