Así opera la fábrica de municiones del Ejército Mexicano
|Farid Becerra
Martínez de la Torre, Ver.
Proceso de fabricación de las municiones
La elaboración de municiones inicia con la recepción de materia prima, como barras de acero y latón. Ingenieros militares supervisan el proceso, que incluye:
Transformación del material: se crea el casco y la ojiva
Ensamblaje: se añade la pólvora y se ensamblan los componentes
Control de calidad: cada munición es revisada minuciosamente para garantizar medidas exactas y funcionalidad
Si se detecta alguna falla, los lotes son rechazados y el proceso se detiene, explicó el Subteniente Aldo Hernández, jefe del grupo de control de calidad.
“Paramos el proceso, verificamos de dónde es, se rechazan esos lotes, se para ese proceso y le damos continuidad a seguir produciendo”: Aldo Hernández, jefe del grupo de control de calidad.
Antes de su distribución, las balas son pigmentadas para diferenciar su funcionalidad. Además, pasan por pruebas en un túnel de 150 metros, donde se verifica su desempeño con armas como el fusil FX-05. Estas pruebas garantizan que las municiones cumplan con los estándares de calidad requeridos.
“Para distinguirlos de su funcionalidad, de una ojiva normal, a una ojiva perforante o semi perforante, como es el caso del calibre 156, a una ojiva perforante, a una ojiva incendiaria o a una ojiva atrasada, son los diferentes tipos de municiones que se llegan a atender o encontrar en el mercado”: Héctor Laguna, Coronel Ing. Industrial, jefe de la fábrica de cartuchos.
Uno de los procesos finales es la carga de pólvora, con esta nueva maquinaria el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos garantizan mayor productividad de municiones, se reducen y evitan accidentes.