Usar gas natural para generar electricidad, riesgo para México
|- Energías renovables son centrales para alcanzar la soberanía y la justicia energéticas que beneficiarán a comunidades agrícolas y pueblos originarios.

Se perfila como una amenaza adicional para México si el funcionamiento de la generación eléctrica continúa subordinada a importaciones de gas natural estadounidense.
#Xalapa
Organizaciones de la sociedad civil respaldan el plan de transición energético de la presidenta Claudia Sheinbaum y los principios de soberanía, seguridad, solidaridad, sostenibilidad y sensatez que lo guían. Sin embargo, advierten que continúan las presiones y los pronunciamientos de numerosos actores que impulsan el uso de gas natural para atender la demanda de electricidad en México y, con ello, ponen en peligro la soberanía energética del país.
Las organizaciones alertan que detrás de esos intereses existe una combinación de comportamiento inercial asociado a los combustibles fósiles; el desconocimiento del potencial creciente de las energías renovables cuya efectividad es un hecho en un número creciente de países; así como intereses económicos vinculados a la construcción de infraestructura para el transporte y uso masivo de gas natural.
Las organizaciones subrayan que la incertidumbre geopolítica actual, sumada a la volatilidad de precios y a las condiciones climáticas cambiantes e impredecibles ponen en riesgo las cadenas de suministro de gas natural. Para que México alcance la seguridad energética es indispensable que se reduzca cuanto antes la creciente dependencia de la importación de gas proveniente de los Estados Unidos.
Destacan las organizaciones que los recientes posicionamientos de ese país, en materia de política internacional, se perfilan como una amenaza adicional para México si el funcionamiento de nuestra matriz de generación eléctrica continúa subordinado a las importaciones de gas natural estadounidense.
El combate a la pobreza energética y el acceso a energía limpia, asequible y confiable, sólo podrán alcanzarse por medio del uso de energías renovables, que son la opción más barata con la que cuenta México. Además, destacan que el país goza de condiciones privilegiadas por su gran potencial para incrementar exponencialmente la generación de energía solar, eólica y geotérmica.
Las organizaciones enfatizan la urgencia de que los programas del Gobierno Federal se desarrollen tomando en consideración las metas planteadas por la presidenta Sheinbaum. Particularmente, alcanzar un 45% de energías renovables para el 2030, así como llegar a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para el 2050. Por otro lado, señalan que es imprescindible la reducción del uso de gas natural para la generación de electricidad porque ello compromete también la salud y la seguridad hídrica de México.
Subrayan que considerar al gas natural como un combustible de transición es una idea obsoleta promovida por países y grandes compañías dedicadas a esta industria. Si México continúa el incremento de la generación de electricidad con gas, las emisiones del país no harán pico en esta década y se incumplirá la meta de energías renovables y la de cero emisiones que ha planteado la presidenta Sheinbaum.
Las organizaciones respaldan la noción de sensatez energética de la presidenta Sheinbaum. Ésta implica mirar al futuro y no al pasado y confían en que los planes, programas y estrategias del gobierno serán consistentes con la acelerada transición energética que se está llevando a cabo en el mundo. La gran escala y la rapidez con la que se deben implementar docenas de proyectos nuevos de energía solar y eólica requerirán inversiones muy significativas tanto públicas como privadas. Concluyen las organizaciones que la soberanía de México depende de llevar a cabo una transición justa y sostenible que, como el plan de gobierno de la presidenta Sheinbaum ha destacado, proteja los recursos naturales, la salud de la población y cumpla con los compromisos internacionales adquiridos por el país.