NOSTALGIA
|Arnoldo Llanes
¿Qué de malo tiene la Nostalgia?
Si es gracias a ella, que tu
imagen viene en el recuerdo
acompañada siempre
de aquellos instantes
maravillosos.
Es gracias a ella, que nos
hundimos nuevamente en ese
mar virtual de la añoranza.
Bienvenida amiga porque es
gracias a ti, que podemos
bañar el rostro con ese llanto
que corre como lluvia y nos
riega el alma. Es gracias
a ti, que podemos en la
ensoñación con la que nos
abrazas, una vez más sentir
palpitar ese corazón que ya
dejó de latir, pero que sigue
latiendo en el recuerdo y en
nuestra mente.
Es verdad que con tu
arribo, el sinsabor de su
partida se hace presente,
volvemos a vivir el dolor de la
ausencia, pero de igual
manera podemos entender
que renunciar a él,
es como pretender tener la rosa
sin las espinas.
¿Qué de malo tiene la Nostalgia?
Si cuando nos invades, nunca
es suficiente, pasa igual un
día, una semana, un mes, un
año o pasan mil. Jamás es
suficiente. Llegas tú y con
esa capacidad muy propia,
trasladas la imagen del ser
amado desde el infinito en
un instante y nuestra vida
se llena de melancolía que
por extraña que parezca, de
poco o nada sirve la energía.
En ese fugaz instante pasan
años de inmensos recuerdos
que tu ausencia escondió
en la psique complaciente.
Si, por favor, que alguien me
diga ¿qué de malo tiene
la nostalgia? Si es gracias a
ella, que hoy puedo escribir
frenéticamente y en ese
instante me seduce e
inspira. Es verdad, que viene
acompañada de la soledad y
el silencio sepulcral, de igual
manera y sin ser invitado
se hace presente en cualquier
época del año ese frío
invernal.
Si, que alce la voz, quien
en ese momento que se
confunde entre la lucidez y la
locura no ha evocado al o la
ausente; y por paradójico que
resulte, sin fuerzas o energía
alguna, el rostro resplandece
y nos roba una sonrisa
al imaginarlo en esa silla vacía.
Por breve que sea el instante,
pasan raudos y veloces en
nuestra imaginación tantos
años disfrutados, podemos
verles a los ojos, sentir,
palpar y aspirar el aroma
que el tiempo no ha podido
sepultar. No importa, nunca
es suficiente, pase un día,
una semana, un mes, un año
o pasen mil.