“Digamos sí a la esperanza”
|VIVIR CON ESPERANZA
“Digamos sí a la esperanza”
Por Jacinto Rojas Ramos
En estos tiempos tan difíciles que estamos enfrentando a nivel mundial, digamos “sí a la esperanza”. Si hacemos una búsqueda del significado de la esperanza, el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) indica que es “estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea”.
La esperanza también es una virtud y está ligada a la fe. La fe es un regalo inmerecido pero irrevocable desde Dios; aunque frágil y amenazado desde el hombre. Asimismo la fe no es una renuncia al conocimiento, a la razón o a la evidencia; sino una lectura mucho más profunda de lo que vemos y de lo que sabemos.
La realidad es que los acontecimientos que hemos estado enfrentando en el país desde algunos años atrás, la pandemia del covid-19 y tantos sucesos más, nos están afectado duramente. Ese efecto no solo ha sido solo socioeconómico, sino también en el ámbito psicológico y espiritual. Así, no acabamos de recuperarnos de una tragedia y enfrentamos otra. Mucha gente diría que estamos recibiendo golpe sobre golpe, lo cual es un factor determinante en la pérdida de la fe individual y el mantenimiento de la esperanza.
La pandemia del covid-19 nos ha traído una cuarentena que por su duración nos parece eterna, unida al toque de queda y el seguimiento de todas las medidas de prevención como lo son el distanciamiento físico que tanto nos duele, el uso de mascarillas y otras medidas. Todo esto ha dislocado nuestro mundo, nuestras relaciones sociales y familiares. También ha causado mucho miedo y hemos visto afectadas esas relaciones sociales y familiares que son tan necesarias para mantener una estabilidad emocional y un balance personal que mantenga nuestra calidad de vida.
Ante esta realidad urge que digamos sí a la esperanza, que la alimentemos con acciones individuales. En tiempos difíciles es cuando más falta nos hace mantener un equilibrio en nuestra vida que nos ayude a lograr una estabilidad emocional y espiritual. Recomiendo para lograrlo lo siguiente:
– Manténgase atento a lo que acontece en el país siguiendo lo que informan los medios de comunicación, sin sobreexponerse, ya que recarga su ánimo y esto puede llevarlo a manifestaciones de angustia, ansiedad, tristeza y hasta depresión.
– No se deje llevar por rumores. Asegúrese de obtener información de fuentes fidedignas.
– No se exija demasiado a sí mismo, porque debemos aceptar que nadie es perfecto y que todos cometemos errores. Lo importante es no volverlos a repetir y aprender de ellos.
– Desarrolle un balance entre el pasado, el presente y el futuro.
– No puede cambiar lo que pasó y el futuro no ha llegado. Enfóquese en el aquí y el ahora, pero sin olvidar lo que aprendió del pasado y planificar para el futuro.
– Especialmente busque más a Dios quien es fuente de esperanza.
Además de seguir algunas de estas recomendaciones, de acuerdo a sus circunstancias, le recuerdo que los cambios en su vida dependen grandemente de usted mismo, de sus actitudes, de sus pensamientos y la disponibilidad y deseos de cambiar. Nadie puede hacerlo por usted. Lo invito a decirle, sí a la esperanza.
rrjacinto_9@hotmail.com