CUANDO DESDE EL ALTIPLANO, ELEGÍAN CANDIDATOS A DIPUTADOS
|- En una entrevista le preguntaron a Merkel por qué invertía tanto en educación, y respondió porque los ignorantes nos cuestan mucho dinero.
60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVERA
CUANDO DESDE EL ALTIPLANO, ELEGÍAN CANDIDATOS A DIPUTADOS
Se atribuyó siempre entre asociados del PRI, que el presidente Adolfo Ruiz Cortines, el austero, elegía a los candidatos a diputados federales veracruzanos, enviando sus nombres en un sobre perfectamente lacrado y que era entregado en las manos del gobernador del estado de turno.
La abyección al régimen presidencialista del viejo régimen, se cumplía a cabalidad y nadie o ningún político pasaba una raya del lindero que marcaba el presidente, por propia mano.
Este sistema, nos dijeron en la escuela primaria y en la enseñanza media, lo pusieron en práctica los gobiernos emanados del PRI y nunca se dio un titubeo, una nota de rechazo o condena. La palabra escrita del mandatario nacional, era ley y tenía que cumplirse, como si fuera México una ampliación del territorio gringo, en donde se asegura que allá lo que dice la ley se aplica, nomás.
De esta manera, los caciques regionales, los gobernadores y los amos del PRI estatal o municipales, tenían que saber tragar sapos, vomitarlos y volverlos a tragar. Ese era el sistema y caminaba como relojito suizo.
Así que un diputado federal por el puerto de Veracruz, verbigracia sentía que dios le hablaba desde las alturas y hasta se la creía de que era el elegido por ser bueno, capaz, brillante y reconocido por la primera autoridad del país.
El sistema no permitía que nadie se saliera del huacal de la política impuesta desde el altiplano.
Cuando, al gobernador Agustín Acosta Lagunes, le preguntamos por qué su gabinete de gobierno estatal, se conformaba de una mayoría de funcionarios traídos del antiguo Distrito Federal, con la agilidad mental de que presumía el Hombre de Paso de Ovejas, respondió tajante: “desde el altiplano se ven mejor las cosas”.
Y aludía al presidente, que en un sobre enlistaba los nombres de sus candidatos a diputados federales. Todos a la postre eran priistas convencidos, reconocidos por el presidente y ya instalados en la cámara baja al Congreso de la Unión, quedaban al servicio del jefe político del país. A esta modalidad, le encontraron la definición de que los mexicanos vivían un presidencialismo exacervable.
La medida nunca falló. Desde la capital de la república, el gran dedo apuntaba hacia donde los priistas tenían que votar, también en la elección del candidato a gobernador y cuando menos, en el caso de Veracruz, intervenía para proponer a los diez alcaldes más importantes, considerando el presupuesto que administrarían y el territorio que estaría a cargo de los ediles municipales.
Así que todos los elegidos eran honestos, simpáticos y hasta juraban muchos de ellos, que darían la vida por los pueblos que iban a representar en sus respectivas demarcaciones geográficas. Eran candidatos únicos, alcaldes únicos y sin opositores en el frente.
Tenía que entenderse que esa camada de nuevos ricos, debían toda su disposición al presidente de la república, al gobernador de su estado y en un tercer tramo a los caciques regionales, que debían doblar la cerviz ante lo irremediable y finalmente al pueblo, bandera que en toda época de la vida pública de nuestros pueblos deben invocar los mandamases del poder, si pretenden sobrevivir y continuar en su carrera ascendente, la de la política. ¿Qué le parece?
EN PUERTO DE VERACRUZ, REBROTE DE COVID, POR CULPA DE LA GENTE
Los médicos lo dicen todos los días, hay que mantener la sana distancia, portar el cubre bocas, lavarse las manos tantas veces como pueda hacerlo en el curso del día y no reunirse o acudir a espacios donde la concentración de la gente, vuelve inclusive irrespirable dichos lugares.
Hay rebrotes en países del llamado primer mundo, como es en España, en Italia, Francia y Alemania, al grado de que sus autoridades sanitarias muestren una grave preocupación y manejan hasta la posibilidad de volver al estado conque originalmente enfrentaron la epidemia, es decir, volviendo al confinamiento absoluto de la gente en sus viviendas.
Fotografías hechas difundir a través de las redes sociales, alusivas a las grandes concentraciones de jóvenes y familias completas, en los bares céntrico del puerto de Veracruz, muestran sobre todo que están en un abierto y franco reto a la enfermedad, sus contagios no obstante que en los nosocomios públicos y privados haya recluidos decenas de pacientes.
En este país, las libertades muchas veces son mal entendidas y en forma fea practicadas. No se persigue a nadie ni se da el toque de queda y menos empujan con la policía a quienes subvierten el orden en horas de la madrugada, tan sólo porque se pasó de copas, o se metió alguna droga enervante.
El puerto de Veracruz, oficialmente registra ya más de seis mil pacientes de coronavirus, pero créalo usted, que las mayorías no dan crédito a la existencia de la enfermedad-
La muerte ha sorprendido a centenares de médicos y enfermeras y enfermeros y en todos los idiomas han destacado, pidiendo que los porteños, sobre todo, se eximan de concurrir a espacios donde se dan fuertes concentraciones, porque el enemigo invisible, está al acecho, para atacar y ampliar la cifra de pacientes.
En este momento hay cinco médicos del Issste-Veracruz, ante el repunte del contagio, entre quienes aparecen dos distinguidos personajes de la medicina, que están en el frente de lucha, la doctora Diana María Bandala Arzamendi y el doctor Joaquín Durán, directora y subdirector del hospital de alta especialidad del ISSSTE en Veracruz.
A estos dos héroes de bata blanca, se añaden otros tres galenos contagiados e intubados, entre los que figura el doctor Rafael Morales Arcaute. Todos ampliamente reconocidos en el que fuera alguna vez primer puerto de México.
Los galenos, están cansados, el hartazgo se lo provocan los tantos insensatos que en franco reto a la enfermedad, acuden a concentraciones, donde hay demasiados entes humanos, departen, beben licores, festejan quien sabe qué y cuántas cosas, pero siguen cayendo irremediablemente en las redes de un enemigo invisible, que puede ser mortal.
De qué sirve que haya suficientes camas vacías en los hospitales, reza el mensaje oficial, si faltan medicamentos, equipo de la más avanzada tecnología y los hospitales públicos y privados, carecen de suficientes médicos especialistas.
Grave, muy grave, que se soslayen las recomendaciones que hace periódicamente el sector salud estatal a la sociedad civil veracruzana, porque el grueso de la gente no lee, no oye, ni ve periódicos ni la televisión para mantenerse informada de lo que pasa en la escena del contagio que así amaga sobremanera con volver. Por favor.
SIN DUDA, LIMPIA PÚBLICA Y LA BASURA, TALÓN DE AQUILES
Nadie duda que la limpia pública y recolección de basuras, constituyen el talón de Aquiles para cualquier autoridad municipal, en el país. En algunos lugares más, en otros apenas se percibe.
Xalapa, igual prácticamente de siempre ha tenido que enfrentar el problema que representa la falta de cultura y cuidado por parte de una mayoría de habitantes, en torno a cómo resolver un fenómeno que puede derivar en contagios o epidemias provocadas por falta de medidas de prevención que pongan a salvo la salud pública.
Se dice que la medida para saber qué tan educado es un pueblo, nomás hay que ver el estado físico que guardan sus calles y espacios más concurridos como son los parques públicos y la jardinería que exhiben en sus principales avenidas.
Un día, don Rubén Pabello Acosta retó al ayuntamiento que presidía Armando Méndez de la Luz, para salvar a la aldea de tantas montoneras de porquerías, las cuales podían permanecer días y semanas sin ser retiradas por los cumplidos trabajadores de limpia pública, los cuales aducían que no contaban con suficientes unidades automotrices para llevar a cabo su delicada faena de recoger basura de las arterias públicas.
Así que el ex alcalde y director fundador del periódico Vocero de la provincia, regaló u obsequió un camión recolector y para no quedar atrás, el alcalde de turno, el LAE Armando Méndez de la Luz hizo lo suyo donando también una unidad automotriz y en esa forma, se salvó el escollo en buena parte que representaba el fenómeno que evidenciaba tantas basuras en las calles.
El alcalde Carlos Padilla Becerra, uno de los tres alcaldes más carismáticos y queridos por la ciudadanía, resolvió el feo conflicto que imponía la basura, instalando grandes contendedores en los puntos estratégicos de la ciudad. Lo malo estuvo en que el camión recolector en que se vaciaban aquellos repletos hasta su tope, pasaba una vez por semana, es decir cuando los depósitos aquellos chisporroteaban porquería en su torno.
El alcalde Carlos Rodríguez Velasco, optó primeramente por orientar a la población para separar la basura en orgánica e inorgánica, pero igual, el éxito no fue total, debido a que el camión recolector hacia su chamba con recorridos por semana, o cuando dios se descuidaba, decían los malvados.
Eso sí, todas Las administraciones han amagado con imponer severas multas a los ciudadanos que saquen sus depósitos y bolsas con basuras, fuera de los horarios establecidos por el regidor dueño del control de la basura, pero oh, bárbara medida, porque de anuncios, igual han sido las administraciones municipales, pero sin cumplir fechas, horarios y paso de camiones recolectores, lo mismo en el casco histórico, que en las más de 250 colonias y los fraccionamientos residenciales.
Empero insólitamente, aparecieron unas damas diciéndose empleadas municipales, con boletas en mano, para sancionar a varias amas de casa sobre la calle de Pípila, a las cuales sorprendieron sacando su basura, presuntamente, cuando todavía no pasaba el campanero de la unidad recolectora.
El caso llamó a la esperanza de vecinos, porque en algún día, quizá la ciudad realmente se decida por resolver este feo rostro de la otrora Atenas veracruzana. Es todo.