EN JUNIO 6, ESTARÁ A PRUEBA LA CIUDADANÍA

  • Si a los miles de pensionistas y jubilados del IPE se le cancela el pago de ISR en sus próximas declaraciones tributarias, júrelo usted que volverían a votar por los candidatos de Morena.

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

EN JUNIO 6, ESTARÁ A PRUEBA LA CIUDADANÍA

Nadie duda que la próxima jornada electoral, será determinante para que la ciudadanía ponga a prueba su madurez cívica o en su defecto, vuelva por sufragar en favor del grupo de políticos que pretende volver a tomar las riendas del poder público, en buena parte de la república mexicana.

                En la sociedad civil hay un marcado desmoronamiento de la credibilidad pública, como una decepción, porque las grandes conjeturas sociales y materiales siguen en picada y no hacia donde virar y menos aún, que encuentre un aliciente, una respuesta que concretice la confianza de que se producirá el cambio esperado.

                Por supuesto que la tarea no es fácil. La perfección no existe y la caída de valores de todo género pareciera no encontrar una salida. Cuando el común de ciudadanos mexicanos consideraba que se registraría el milagro de avistar un porvenir mejor, las cosas se fueron poniendo más feas y peores.

                El filósofo Sócrates mentor de Platón, su alumno más distinguido desde sus sesiones cotidianas en el Agora de la ciudad, de la antigua Grecia consideraron históricamente que la democracia debía ser el mejor sistema de vida público, al cual la humanidad debiera aspirar, porque sería la más justa y equitativa.

                Lo cierto es que han transcurrido siglos y la discusión continúa en espera de una respuesta que satisfaga a las grandes mayorías. Sobre todo, en este lado del mundo, la situación continúa a la espera, porque los más aguzados, en aras de mantenerse en el control del poder acosan, persiguen, asesinan y en aras de un juego estrictamente democrático, se afirman en un ejercicio que a la postre deriva necesariamente en una posición de dictadura.

                Los mexicanos, más que ninguna otra nación del orbe lo saben bien. La Conquista a manos de los españoles, franceses y algunos más que vinieron del continente europeo de occidente y el sometimiento que mantuvieron de los aztecas por espacio de tres siglos, le dejaron una enseñanza a nuestro pueblo, del cual se fugarían con su guerra de Independencia, pero en los últimos 200 años, de diferentes modos y medios, los poderosos mantuvieron el control y mando, y las mayorías asimilaron que así tenía que ser.

                Entrados posteriormente, en los años del unipartidismo se consumaría la máxima bajo la cual sobrevivió el antiguo pueblo mexicano, como lo pusiera de manifiesto el escritor Daniel Cossío Villegas al sentenciar que los mexicanos tuvieron sistemáticamente el régimen de gobierno que se merecían y que sus mandatarios- todos sin excepción- tenían un personal estilo de gobernar a sus conciudadanos, el cual, estos últimos aceptaron dócilmente.

                Por eso, cuando se creía concluido el periodo del unipartidismo, candidato único y de que había quedado atrás el imperio del Prian, la esperanza renació en el grueso de la sociedad civil, empero, los vientos que soplan a los cuatro costados de la patria azteca-se dice-no pronostican la renovación largamente esperada por los nativos de este país. Hay dudas, enojos, indignación y desesperanza.

                Los nombres de quienes aparecen en la escena de donde han de resultar los tiradores de las sillas del poder en más de mil comunas municipales, 500 curules de diputados federales, diputaciones locales y 15 gubernaturas no quitan el sueño a una sociedad, que ahora más que nunca sigue preguntándose, que deben los mexicanos, que siguen dudando porque no encuentran gobernantes confiables y políticos honestos y prestos a servir a las mayorías aplastantes, como ha solido suceder por espacio en cientos de años. Al tiempo.

AL RESTO DE PACIENTES  ¿QUIÉN  LO ATIENDE?

                Hay situaciones que la pandemia va dejando como un lastre para la historia de este país, que vale la pena reflexionar, pero que difícilmente se permite que en este caso sean escuchados los médicos y enfermeras, que reclaman comprensión, apoyo y consideración no solo para con su misión que debe ser sagrada, sino que poco se analizan las condiciones en que desarrollan sus actividades cotidianas.

                Cuando el número de médicos fallecidos en l frente de batalla contra el criminal virus, rebasa los tres mil 400 y la cifra de fallecimientos es superior a las 200 mil víctimas, cabría preguntar al sector salud, llámese IMSS, ISSSTE o el de la secretaría de salud, cuales son los resultados a un año de pandemia y de que a cientos de miles de niñas y niños y adultos con otras enfermedades prácticamente fueron abandonados a su suerte, porque las instalaciones hospitalarias fueron transformadas en salas covid.

                Suena muy convincente el titular del SS,  Zoé  Robledo, al advertir que los pacientes de otras enfermedades, los cuales deben sumar otras mil calamidades, están siendo atendidos en sus centros hospitalarios, sin más límites que la distancia que separa sus consultorios del grueso de espacios donde se atiende a los contagiados del coronavirus, aunque los médicos del área de menores están siendo obligados a ventilar casos de contagiados.

                Verbigracia, el hospital de la Raza que se localiza en la ciudad de México, además de ser el nosocomio más grande y antiguo en América Latina y que surgió bajo el acierto de que se destinaría a ver los pacientes con enfermedades que solo los nosocomios de las mil especialidades que existen hoy día, ha suspendido por caso prácticamente la atención médica a los menores de edad, porque sus casi 500 damas, están destinadas para recibir a enfermos de covid.

                La tragedia que acompaña a estos miles de mexicanos, niñas y niños, que han quedado prácticamente en el desamparo, sin hospitales, sin médicos especialistas y tampoco medicamentos, que cuentas va a rendir de antemano, porque igual decenas de infantes entre meses de nacidos y los 18 años de edad, carecen de médicos, nosocomios y medicamentos.

                El propósito de contar en México con servicios médicos a semejanza de los países más avanzados del mundo, como Dinamarca, Suecia y Canadá, no deja de ser un sueño guajiro. Lo otro que nadie sabe en donde operan las más de 100 facultades  donde presuntamente se preparan los miles de médicos que están haciendo falta al país, como también bueno sería que informara el sector salud federal, cuántos  aspirantes a  tomar una de las 30 mil becas  que ofrecería México para médicos especialistas en universidades de países desarrollados de Europa Occidental, ya se encuentran cursando las especialidades de que adolece este gran país, por cierto, tan cerca de los Estados Unidos y tan lejos de Díos, como lo siente una aplastante cantidad de aztecas modernos.

                Por cierto, las cien becas que estarían al alcance de médicos aztecas, para especializarse en universidades de la Habana, Cuba, siguen sin asumidas por ninguno de los suspirantes, porque a decir de éstos, también si las quieren tienen que pagárselas con sus propios recursos monetarios. Al tiempo.

BACHELANDIA, SIGUE CON MÁS HOYOS Y CARA HORROROSA

                Históricamente el abandono que padece la ciudad de Bachelandia (Xalapa otrora aldea de las flores y la cultura), nunca había sido tan grave, como ahora ya que  a primera vista el común de visitantes se lleva la marga experiencia de avistar  una capital repleta de baches, por la calle y avenida que usted quiera y mande, amén de tener que enfrentar los puentes rotos, la pobreza exhibiendo a más pedigüeños de todas las edades y los menores de edad, sirviendo de limpia parabrisas, pordioseros, mecánicos automotrices y recolectores de basuras.

                Bachelandia dejó de ser medianamente industrial, cuando cerraron sus puertas las fábricas de hilados y tejidos de San Bruno y el popular barrio de El Dique, Metálicas Galindo, la cual dejó de producir puertas y ventanales de fierro para consumidores de todo el país; la fábrica de Triplay Veracruz, clausuró operaciones con su última producción de puertas para el estadio de futbol Azteca de la ciudad de México.

                Lamentablemente, la VW jamás llegó a instalarse en la ciudad, porque al gobernador Fernando López Arias no se le pegó la gana. Y entre otras, las mentiras que se difundieron al resto del mundo, la empacadora de “Chiles xalapeños”, que jamás fueron sembrados ni cosechados en tierras de la antigua Atenas veracruzana, porque se traían de los sembradíos del municipio de Isla, Veracruz, durante 80 años se empacaron aquí en Xalapa, y sigue explotándose su logotipo con sus embarques, con destino a numerosas naciones europeas y el resto del México de nuestros días.

                Empero, la generación de baches no encuentra punto final. Todo lo contrario, los baches se localizan a los cuatro costados de la antigua ciudad de las flores, los techos de teja roja y las viviendas de una sola puerta y ventanal grande al frente de cada una de aquellas, quedan todavía en lo que los especialistas en arquitectura e ingeniería califican como “casco histórico” de la aldea.

                La secuela de hoyancos y verdaderos cráteres que se forman en asfaltos y pavimentos quebradizos de toda la ciudad, no disminuye. Constituyen trampas monumentales tanto para peatones como automovilistas. Esta es una parte de la fama que ha podido ganar la ciudad frente a ojos de quienes habitan aquí y sus visitantes, lo que hace consentir el juicio de condena y crítico de gobernados, para dictar su sentencia, literalmente social, en el sentido de que ni locos volverían a votar en comicios electorales por los mismos que anunciaron la transformación y esta sigue siendo un fantasma que pulula en nuestras arterias públicas, sin un rumbo fijo. Al tiempo.