DESUNIÓN, ODIOS Y RENCORES, LA CONSTANTE

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

DESUNIÓN, ODIOS Y RENCORES, LA CONSTANTE

                La pandemia del coronavirus, puso al descubierto también una grave ausencia de valores que en el pasado tenían que ver con la decencia, la rectitud, la honestidad y la solidaridad entre los seres humanos del mundo y en el caso concreto, de los mexicanos.

                Esta evidencia, además está demostrando que el grueso de compatriotas lejos está de poderse poner de acuerdo, lo que a los políticos que buscarán chambas con motivo de celebrarse el proceso electoral que culminará con la elección de junio próximo, poco les importa porque  estando dividida la  sociedad mexicana por los odios y rencores, más accesible tendrán muchos de ellos afianzar sus ambiciones personales, obteniendo una de las curules locales o federales que generosamente les obsequiará el sistema político mexicano.

                Las diputaciones plurinominales, sin duda, se las repartirán como cualquiera otro botín los líderes de partidos políticos, algunos aguzados de los grupos de poder, que ya se disputan las carteras de ediles en principio, sin reflejar ningún decoro, vergüenza, sentimiento por la patria chica, menos por el servicio a los demás.

                Don Agustín Acosta Lagunes, luego de asumir las banderas priistas, las cuales lo convertirían más tarde en gobernador de Veracruz, con algún estupor en su primer mensaje de candidato, advertiría que al estado lo transformaría en “Granero y Yunque” de la nación y que acabaría con los “odios y rencores”.

                Por supuesto, que en el discurso se escucharía justamente como la medida que devolvería a los ciudadanos veracruzanos la expectativa del ansiado cambio esperado tras largos sexenios idos.

                Siendo estas tierras inmensamente ricas, de siempre tuvieron un pueblo pobre. Hacia los años del último régimen tricolor ya la suma de ciudadanos que se fugaron de la entidad, para enrolarse en alguna de las actividades laborales sobre tierras gringas, alcanzaba el millón de jornaleros, a los cuales los gringos les pagaron lo que quisieron, pero era mucho más justamente de lo que podían devengar en su entidad natal.

                Sin embargo, cada seis años, la expectativa del cambio, se tornó y sigue siendo parte de la esperanza que se resiste a morir entre los ciudadanos.

                En la hora presente, continúa siendo el problema que agobia a las mayorías aplastantes. La pobreza extrema cobra a nuevas víctimas y los rencores no concluyen entre los tantos socios y creyentes de que con los membretes partidarios, es más que suficiente para atraer la paz social a sus pueblos.

Quizá esta sea una de las razones, para presumir viejos políticos, algunos carcomidos ya por las garras de la corrupción, que pueden ser tiradores de nueva cuenta por las chambas políticas. Sabedores de que la conciencia ciudadana es un tanto desmemoriada, olvida malas pasadas y le da crédito a la promesa que se repite una y otra vez, en el sentido de que el pueblo, también puede reverdecer, habida cuenta de que la esperanza muere a lo último.

                Sin embargo, el momento se alarga demasiado, alcanza prácticamente ya 200 años y las cosas continúan siendo complejas para una sociedad, que no confía, no cree y prefiere ser observadora silenciosa del acontecer, en el que los políticos, sin dejar lugar a la menor duda, sean los actores principales de esta trama que no cesa en arrastrar las miserias que más significan al Veracruz de nuestros días. Esperemos.

TRES MOMENTOS ESTELARES, HABLAN POR RICARDO AHUED

                Sin duda, son tres los momentos estelares que acompañan en su buena fama al empresario y político Ricardo Ahued Bardahuil.

                En el momento con que arrancó su exitosa carrera como servidor público, el personaje se dio el lujo de elegir al partido que lo llevaría en una primera ocasión, a ocupar la presidencia municipal de Xalapa.

                Tiempos difíciles, en los cuales la figura central en ejercicio del poder, era un rico empresario también, don Miguel Alemán Velasco. Los veracruzanos, confiaron en su buena estrella, al advertir que se trataba de un gobernante muy rico, y que no podía robar el presupuesto de los veracruzanos.

                Así que el empresario MAV veía con excelentes ojos, que otro mexicano de iguales habilidades que aquel, se encumbrara como el edil principal de la que fuera la Atenas veracruzana.

                El empresario Ahued de primera instancia, se resistiría a ocupar un cargo público. Gozaba de éxito en ejercicio de sus negocios privados, pero su carisma le llevaría a elegir de entre el abanico de partidos políticos, el que mejor le ayudara en su proyecto de hacer bien las cosas por la otrora ciudad de las flores. Fue convencido de jugar por Xalapa y ganó por amplio margen en las votaciones de rigor.

                Fueron tres años de una administración pública exitosa, en la que los xalapeños tuvieron la oportunidad de convivir cercanos a su alcalde. El abandono en que de siempre se encontraba Xalapa, con Ahued mostró un giro que se identificó con su rescate. La gente sencilla de las colonias, vio en su mando, la oportunidad para llevar a cabo el cambio.

                Sencillez en el trato con la gente, le pronosticaría futuras faenas, pero después como diputado local. En este su segundo momento histórico, se dio, cuando de cara al inmenso poder con que ejerció el gobernador Javier Duarte de Ochoa, desde su curul, el legislador Ahued se pronunciaría en su contra, reprobando la cuenta pública del mandatario cordobés, no obstante, la censura de que fue objeto por parte de la pandilla de legisladores priistas.

                Ahued, como senador de la república, en memorable incursión desde la tribuna de la cámara alta al Congreso de la Unión, llamaría la atención del presidente López Obrador, cuando le pide que voltee hacia las tierras veracruzanas, repletas de violencia, inseguridad y una alta criminalidad.

                Su paso a la dirección de aduanas en el país, lo pondría momentáneamente fuera del recinto senatorial, pero igual, en su moderna trinchera lució poniendo orden en una instancia, en donde sus actores principales nomás haciéndose de la vista gorda, se embolsaban carretadas de billetes mal habidos.

                Alguien no estuvo de acuerdo con la honestidad demostrada por el senador Ahued y éste optó por dimitir a su cargo y volver a ocupar su escaño, en el cual ganó afectos y reconocimientos de sus iguales en el ámbito del trabajo legislativo y las negociaciones con instancias del orden internacional.

                Los xalapeños lo saben, así que en la contienda que se avecina por la alcaldía de la ciudad, sus simpatizantes, que son muchos, le auguran una justa victoria electoral. Al tiempo.

CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, SIGUE SIENDO GUÍA POLÍTICO

                El cachorro del general Lázaro Cárdenas, sigue siendo un hito en la historia moderna que se escribe todos los días en este país.

                Tres veces candidatos a la presidencia de la república, con colores del PRD y guía moral permanente de alguna parte de la izquierda nacional, es bueno que dicho personaje siga manteniendo alguna intervención en el quehacer cotidiano de este país. No se trata de alguien que pueda estar peleado con adversarios de otros membretes partidarios. En su caso, vale que hable y se reúna con personajes de la izquierda delirante y la derecha y los ultraderechistas.

                Si bien es cierto que en cuestión de partidos políticos y actores de éstos, los enconos distancian mucho más a quienes se atrincheran en las siglas del conservadurismo, es menester de los mexicanos seguir confiando en líderes, cuya trayectoria en el país, continúa siendo cátedra abierta al grueso de pensadores políticos, dirigentes sociales y de ideólogos de los cuales los partidos políticos están bastante ayunos.

                Si el ingeniero Cárdenas se reunió con el señor Quadri o el ideólogo de Acción Nacional, Diego Fernández de Cevallos, que bueno. Así se mantiene una dinámica, que en mucho había escapado de la charla de café y el debate entre los políticos.

                Es de lamentarse que las organizaciones sociales, prácticamente se encuentren descabezadas. La falta de dirigentes sociales, se torna densa y los jóvenes particularmente continúan fuera de toda actividad que les permita la participación que vienen reclamando desde tiempos ya bastante lejanos.

                Corrientes de nuevos y políticos jóvenes que aporten con modernas visiones la vida pública no se cuecen todos los días.

                Como ha de interpretarse, que persistan siendo difusores de ideas políticas los personajes de siempre o por lo menos los últimos cincuenta años. Al grano, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, fresco en su mensaje, como cuando inició el movimiento de reconstrucción cardenista, al abandonar las filas del PRI y renunciar a su cardenalato en el régimen del presidente Miguel de la Madrid Hurtado.

                Porfirio Muñoz Ledo, figura imprescindible en la vida política del país, no importa el partido político en el cual milite. Sus declaraciones y puntos de vista, siguen siendo una enseñanza para los bisoños y aprendices del arte de hacer política, aplicando la dialéctica en el discurso con que suele levantar pasiones.

                A no pocos agrada pero al final del día, bien les resulta escuchar y saber el alcance de un supuesto pensamiento burgués, conservador o de derecha, en un México donde nadie puede asegurar que existan ideologías. Qué sería de un país en capa caída como este nuestro México tan angustiado que la universalidad de las ideas, no se diera. Como en un principio, Cárdenas sigue contando con fans y seguidores ya por espacio de 30 años, los últimos de su vida en el concierto de las ideas políticas. Es todo.