El México bronco de Mario Delgado
|El México bronco de Mario Delgado
Reynaldo Escobar
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, usurpador del liderazgo que en buena lid le ganó el diputado federal Porfirio Muñoz Ledo, piensa que así como él le robó la elección en el pasado proceso interno de Morena al prestigiado ideólogo de la izquierda mexicana y expresidente nacional del PRI y del PRD, ahora le robarán el triunfo a sus pésimos candidatos con los que participa en el actual proceso electoral.
Ya expresó el dirigente nacional de Morena su deseo de que la Guardia Nacional vigile en todo el país el desarrollo de la jornada electoral, a fin de garantizar la paz y evitar la violencia durante la celebración de los comicios en los que más de 21 mil cargos públicos estarán en disputa.
Y mientras los máximos dirigentes de los partidos aliados PAN-PRI-PRD se comprometen a coaligarse a través de sus bancadas en la próxima Legislatura federal y en los Congresos locales, el de Morena comienza a ver “fantasmas” y para justificar su falta de liderazgo y pésima elección de candidatos, se anuncia robado anticipadamente y sin motivo en los municipios, distritos y regiones donde no resulte ganador.
En otra intervención pública el diputado Muñoz Ledo ha salido al paso de quien le robó la presidencia de Morena, exponiendo a los medios de comunicación que es deber de las autoridades impedir la violencia y evitar la intromisión en los comicios de los gobiernos federal, estatales y municipales, por lo que la aplanadora del partido del presidente AMLO deberá abstenerse de coartar la libertad de los votantes y hacer efectiva la garantía constitucional de los mexicanos para emitir un voto “libre, secreto y directo”, como única forma de expresión de la soberanía popular.
El presidente del INE, Lorenzo Córdova, descarta que la violencia política y el derramamiento de sangre que ha ocasionado la muerte de 88 candidatos a diversos puestos de elección popular en el actual proceso, pongan en riesgo de anular o suspender los comicios, debido a que en la preparación para la instalación de las 163 mil casillas no se han presentado incidentes graves.
José Medina Mora, presidente de la Coparmex, sin mayor aspaviento exige que los tres órdenes de gobierno se abstengan de interferir en el proceso electoral y contribuyan con apego a la ley a fortalecer la democracia mexicana.
El INE descarta que la violencia política y el derramamiento de sangre que ha ocasionado la muerte de 88 candidatos a diversos puestos de elección popular en el actual proceso, pongan en riesgo de anular los comicios.
Perfiles políticos, reprobados por impreparados
La comunicación en las campañas políticas resulta fundamental para llegar a un mayor número de electores, que desde la comodidad de su hogar, oficina o centros de esparcimiento y diversión reciben el mensaje y la imagen de los candidatos, para lo cual se preparan con anticipación al proceso electoral, sobre todo aquellos “políticos profesionales” que toman muy en serio su vocación de servicio y compromiso con el pueblo.
Publicistas y consultores estudian al conglomerado social y analizan el comportamiento de los sufragantes de cuando menos las dos últimas elecciones, además de realizar el inventario de las necesidades más sentidas de la población, para que las ofertas de campaña sean compromisos que habrán de cumplirse, sin excusa ni pretexto del candidato, por ser de su competencia y estar dentro de las posibilidades presupuestales.
Lamentablemente la improvisación y falta de preparación de los candidatos a puestos de elección popular, ha sido aprovechada por sus operadores y colaboradores para congraciarse con el aspirante y lucrar en su provecho, sin importar al adulador las consecuencias de su mal proceder y el daño que causan al pueblo engañado, que será defraudado tantas y cuantas veces éste lo permita.
Los 15 gobernadores a elegir durarán en su encargo seis años; los diputados gozarán de sus dietas, moches y canonjias durante tres años (con derecho a reelección); y los alcaldes y miembros del Cabildo tendrán cuatro años y derecho a ser reelectos por otro periodo igual, de lo que se puede concluir que el hartazgo de la sociedad en contra de la clase política será mayor.
Cuánta razón asiste a los críticos del sistema político mexicano que afirman que “los cargos públicos duran de tres a seis años, la vergüenza es para toda la vida”.
Lamentablemente la improvisación y falta de preparación de los candidatos a puestos de elección popular, ha sido aprovechada por sus operadores y colaboradores para congraciarse con el aspirante y lucrar en su provecho.