Literatura mexicana llegará a Los Llanos de Aridane, en la isla La Palma
|- Unos 20 narradores y poetas integran la delegación azteca que participará en el IV Festival Hispanoamericano de Escritores
CIUDAD DE MÉXICO. Una invasión de plumas mexicanas llegará a Los Llanos de Aridane, en la isla La Palma (Canarias) de España. La cuarta edición del Festival Hispanoamericano de Escritores, que se realizará del 4 al 9 de octubre próximo, hará posible el encuentro entre 20 narradores y poetas del país azteca con los lectores que habitan este lugar de paisaje volcánico.
Son la flor y nata de la gran literatura que es la mexicana actualmente”, comentó el escritor español Juan Jesús Armas Marcelo, presidente ejecutivo del festival, quien explicó que, cuando decidieron que hubiera un país invitado, quisieron que México fuera el primero.
La literatura mexicana es en estos momentos la mejor de la lengua española. Hubo una época en la que fue la argentina, y otra en la que destacaba la española, sin desmerecimiento de ninguna. Pero, en este tiempo tan terrible de la pandemia, la supervivencia, la resistencia y la vitalidad intelectual que propone en cada situación la literatura mexicana es excepcional”, agregó el novelista y ensayista oriundo de Gran Canaria.
En rueda de prensa virtual, Armas Marcelo detalló ayer que están entusiasmados en recibir a la delegación conformada por Enrique Serna, Cristina Rivera Garza, David Toscana, Myriam Moscona, Alberto Ruy Sánchez, Rosa Beltrán, Gonzalo Celorio, Mónica Lavín, Hernán Lara Zavala, Ana García Bergua, Élmer Mendoza, Carmen Boullosa, Antonio Ortuño, Socorro Venegas, Christopher Domínguez Michael, Andrea Chapela, Jorge F. Hernández y Aurelio Major, entre otros.
Nicolás Melini, director del festival, señaló que el Hispanoamericano de Escritores reúne cada año, desde 2018, entre 30 y 40 literatos españoles y americanos que refrendan el vínculo histórico que tiene esta isla con América.
En la Plaza de España de Los Llanos de Aridane se encuentran los laureles de Indias que los emigrantes de Los Llanos llevaron para su tierra a la vuelta de Cuba; y el Cristo de la Salud, que custodia la Iglesia de los Remedios, es un Cristo de maíz moldeado en el siglo XVI por los indios tarascos de México.
Aquí, la literatura mexicana contemporánea será conocida y analizada a través de conferencias, debates, presentaciones de libros, lecturas, homenajes, charlas informales y firmas de ejemplares; además de recitales y visitas a las escuelas de esta localidad que sólo tiene una librería.
La escritora Mónica Lavín, quien ha estado en dos ocasiones en el festival, dijo que está feliz de volver y recuerda gratamente cómo se agotaron los libros que llevó.
Ha sido una experiencia muy importante. Hay lectores asiduos que se interesan en ti. Es vital volver a una isla después de la pandemia, al mar, al cielo y las montañas. Estoy segura que no será un lugar de aislamiento, sino de comunión, de enlace,
de puentes”.
Para el escritor Jorge F. Hernández, “es de agradecer la conexión que se ha hecho entre La Palma y tantos Méxicos. Me ha tocado ver a los autores antes de que vayan, con un semblante bastante grisáceo, y regresar inyectados de vida, de adrenalina y de palabrería; al grado que he visto a Toscana mover la cintura como no la mueve en ninguna otra geografía. Por esto, creo que lo único que nos salva son los libros, como personas, como país y como planeta; ojalá lo entendieran los políticos”.
Armas Marcelo añadió que se rendirán dos homenajes, uno a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y otro al narrador Rafael Ramírez Heredia. “Es de justicia hacerle un homenaje a la FIL Guadalajara. Es un ejemplo de cómo hacer las cosas. México es grande por su FIL. En España no tenemos una iniciativa como ésta. Es la mejor bandera de México”.
Y del desaparecido Ramírez Heredia señaló que fue “un amigo inolvidable, un eslabón de amistad absoluta; era amigo de todos, hasta de sus enemigos”.
Los organizadores comentaron que en breve se dará a conocer la programación completa de esta cuarta edición que será presencial, al aire libre, bajo los laureles. “No entendemos que sea de otra manera”.