Niños golpistas, sin voz ni voto
|Niños golpistas, sin voz ni voto
Reynaldo Escobar
Solo un demente puede imaginar un ejército de niños con cáncer siendo utilizados por “la derecha internacional” para perturbar la paz pública, menoscabar la autoridad del Estado o presionarla de manera violenta para producir alarma en la sociedad y propiciar la caída del gobierno instituido.
Así tendría que aplicarse la definición jurídica de “terrorismo”, si llegara a prosperar la infundada y temeraria declaración del doctor Hugo López-Gatell, publicitada en redes sociales y que ayer se convirtió en tendencia, ante la gran comunidad de cibernautas que no pueden creer que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud hubiera emitido la infame y absurda acusación en contra de los niños con cáncer.
Excusar al gobierno de AMLO por la falta de medicamentos para atender a los niños con cáncer, mediante el absurdo argumento de que se está gestando un golpe de Estado para socavar al gobierno de la 4T con activistas de la derecha, conectados en todo Latinoamérica y demás países del mundo, obliga a las autoridades mexicanas a someter a López-Gatell a un examen psiquiátrico para descartar la locura post pandemia, que seguramente le está afectando por cargar en su conciencia la responsabilidad de la muerte de más de 250 mil mexicanos a causa del Covid-19.
En reciente conferencia mañanera, AMLO dijo que el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos, y al parecer el doctor Hugo López-Gatell ha sido afectado a partir de que se cancelaron sus cotidianas intervenciones en medios de comunicación, que le sirvieron para difundir su imagen, a tal grado que el propio Gatell ya se sentía ocupando la silla de su jefe el secretario de salud federal, el doctor Jorge Alcocer, quien con paciencia e institucionalidad continúa en el cargo, sin posIbilidad alguna de ser relevado por su subalterno.
El apoyo a los padres de los niños con cáncer debe reanudarse y no interrumpirse bajo ningún pretexto, tal como se pagan los apoyos para adultos mayores y las becas para los ninis, aunque los niños con cáncer no voten.