A LOS INDIGENTES NI LOS VEN NI LOS OYEN

LAVADEROS

Por El Tlacuilo

A LOS INDIGENTES NI LOS VEN NI LOS OYEN

Uno de los pendientes sociales de los gobiernos (al menos en Xalapa) es la atención a las personas en situación de calle; llamados indigentes en la jerga popular.

El rezago es añejo para este grupo vulnerable, quizás el más vulnerable de todos; basta recordar a don Beto, un indigente que pernoctó muchos años en la zona de los Lagos, durmiendo en un camastro que guardaba en una jardinera durante el día.

“A nadie le gusta ver a un jodido viviendo en la calle”, aseguraba en alguna ocasión el hombre que falleciera en la calle hace ya algunos unos años.

No le asistía toda la razón a Don Beto, porque por lo que hemos notado a las autoridades municipales sí les gusta ver a gente viviendo en las calles; pues no existen casas de asistencia social para estas personas, ni siquiera un programa para rentarles algún cuarto; mucho menos para brindarles atención integral y psicológica; deambulan en la calle a la buena de dios, viviendo de la piedad de la sociedad; son extranjeros en su propia tierra, invisibles para las autoridades, que gustan de construir ciclo vías y absurdos hemiciclos a los desaparecidos que solamente están hechos para callar la culpa de su ineficacia y falta de visión; pero para quienes sobreviven en la calle no existe presupuesto. Los ciudadanos optan ya por no reportarlos, porque se los llevan a la cárcel unos días, como si fueran delincuentes.

LAS ÁNIMAS ARREPENTIDAS

Y ya encarrerados con los temas municipales xalapeños; hemos de recordar que en la elección municipal pasada, Morena arraso en Las urnas de las Ánimas; asunto sorprendente porque el movimiento 4T era considerado en ese momento solamente un asunto de las clases populares, pero no, los riquillos de esa zona y de muchas más del país demostraron que Morena es un movimiento que ha permeado en todos los niveles sociales.

Con lo que no contaban los vecinos era con Hipólito Rodríguez, que les echó a perder la ilusión “cuatrotrasformadora” con la que votaron, y ahora están arrepentidos; a tal grado que ya le mandan al alcalde mensajes a través de mantas, calificando su gestión de corrupta.

La razón de esto es que Hipólito no ha frenado el uso indiscriminado e irregular de los inmuebles para uso comercial; por el contrario se han incrementado y lo que es aún peor, la zona se ha llenado de bares y tugurios con autorización plena de la oficina de Comercio del Ayuntamiento; por eso y por mucho más hay varias mantas que tachan de corrupto al Gobierno de Hipólito, esto dicho con todas sus letras. ¡Caray! Suponemos que Ricardo Ahued tendrá que llegar a levantar ese tiradero y la imagen de Morena en la Capital del estado; además de revisar puntualmente la honorabilidad de quienes ya se van.

TIEMPO MUERTO ENTRE RELEVOS

Dice el viejo tango argentino que veinte años no es nada; pero en Veracruzen el caso de la sucesión de las presidencias municipales, seis meses son eternos. Es un absurdo que quienes ya fueron nombrados alcaldes electos inicien sus gobiernos hasta el mes de enero; casi siete meses después de haberse ganado en las urnas su cargo.

Durante esos meses existe un vacío de poder porque al alcalde que ya se va ya le vale gorro todo, y el que viene aún no tiene poder de decisión, pero sí influye en todas las áreas; en Xalapa el botón de muestra es el caso de los parquímetros.

Es del conocimiento de todos que los alcaldes electos ya tienen representación legal ante los Congresos, autoridades estatales y federal pero ¿Con que dinero se mueven para gestionar? Si muchos de ellos se quedaron sin un peso partido por la mitad después de las campañas; los actuales gobiernos municipales deberían hacerse cargo de esos gastos; o el congreso asignar partidas para que los presidentes electros puedan moverse y empezar a trabajar; aunque lo mejor sería que los alcaldes tomaran protesta dos meses después de haber sido electos, eso es tiempo suficiente para la entrega recepción; urge que los Congresos corrijan esa ilógica laguna de poder.

LEGISLATURA INCIERTA

En el caso de los diputados es la misma, con diferencia de solamente un mes, porque ellos entran en noviembre; pero de todos modos es un lío. Si antes era complejo el relevo en el Congreso, ahora con la reelección de los plurinominales lo es mucho más; pues en Veracruz el presidente Cazarín se aferra a la silla y desde afuera ya quieren tumbarlo. La verdad no vendría mal el relevo en la Junta de Coordinación Política, porque a Juan Javier Gómez le quedó grande la yegua, y a la Jucopo le faltó jinete, ya que el operador político que debía haber operado con bisturí, ha hecho puros cortes de matancero.

De la misma manera a la Mesa de Directiva ha estado hueca, y si se ha sostenido sin hacer agua ha sido gracias a que su Secretario ha permanecido ahí durante el brincadero de presidentes; es evidente que el diputado que ha puesto orden y ha salvado a la Mesa Directiva haciendo uso de su oficio y seriedad, es el diputado Jorge Moreno Salinas; un político completo al que tendrá mucho que agradecerle la 4T y su partido, esperemos que no se les olvide.