DESATINOCRACIA

DESATINOCRACIA

Por Juan Baizabal

Terminadas las Olimpiadas 2021, celebradas en Tokio, la capital de Japón, el rendimiento y los resultados de los deportistas mexicanos, han causado sorpresa y controversia.

El desempeño de los atletas olímpicos posicionó a México en el lugar 84, el antepenúltimo lugar en el ranking internacional, con cuatro medallas de bronce. Una posición lamentable, en comparación con años anteriores.

En las olimpiadas celebradas en Sídney, en el año 2000, México ocupó el lugar 39; en Atenas, en el año 2004, el lugar 59; en Beijing en 2008, el lugar 36; en Londres en 2012, el lugar 39; y, en Río de Janeiro en 2016, el lugar 61.

Durante el gobierno de los expresidentes Ernesto Zedillo Ponce de León, México se consagró con siete medallas: una de oro, dos de plata y cuatro de bronce; con Vicente Fox Quesada se obtuvieron cuatro medallas: tres de plata y una de bronce; con Felipe Calderón Hinojosa fueron 12 medallas: tres de oro, tres de plata y seis de bronce; mientras que, con Enrique Peña Nieto, cinco medallas en total: tres de plata y dos de broce.

A simple vista, el hacer alusivo la cantidad de medallas obtenidas durante las administraciones federales pasadas no tendría mayor relevancia, sin embargo, debido a los múltiples señalamientos y quejas por parte de los deportistas por la cancelación y reducción de apoyos económicos para su preparación y entrenamiento durante la actual administración, lo hace imprescindible.

Hay que recordar que, en el 1998, durante la administración federal de Ernesto Zedillo Ponce de León se creó el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (FODEPAR), como un fondo público no paraestatal de administración y pago. Vinculado a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y como eje rector la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).

Mismo que se instauró con el objetivo de promover y fomentar el deporte mexicano de alto rendimiento. Con mira, a que los atletas alcanzaran niveles competitivos de excelencia y, por ende, obtuvieran mayor número de preseas en los eventos internacionales. También se contempló un beneficio de por vida a quienes hubieran ganado medallas en estas competencias, como son los Juegos Olímpicos.

Con la creación del FODEPAR se propició mejores resultados durante las olimpiadas venideras.

Sin embargo, el jueves ocho de octubre de 2020, la Cámara de Diputados aprobó la eliminación de este y de otros108 fondos y fideicomisos, con el fin de trasladar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el manejo directo de 168 mil 400 millones de pesos.

Con 242 votos a favor, pertenecientes al grupo parlamentario del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), 178 en contra y 7 abstenciones, se aprobó la desaparición del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (FODEPAR), así como, el Fondo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), el Fondo de la Financiera Rural, los Fideicomisos de Centros de Investigación, el Fideicomiso Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), por mencionar algunos.

Lo anterior, por solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien acusó la falta de transparencia en los fondos y fideicomisos.

Hoy somos testigos del acompañamiento que han tenido para con sus atletas, desde el entrenamiento hasta el día de las olimpiadas, países como Estados Unidos de América, China, Japón, Reino Unido y Rusia. Donde existen mayores apoyos y beneficios para sus representantes olímpicos.

Con base a lo anterior, ¿es conveniente erradicar este tipo de fondos y fideicomisos?, ¿vale la pena eliminar programas de éxito por posibles actos de corrupción o sería mejor implementar mayores filtros, fiscalización, contraloría y evaluación?, ¿transitamos por la ruta correcta?