Desatinocracia

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Por Juan Baizabal

El pasado jueves, sin pena ni gloria, se conmemoró el Día Internacional de la Juventud. Fecha que, desde su reconocimiento, busca “llamar la atención de la comunidad internacional sobre los problemas de la juventud y para ayudar a desarrollar el potencial de los jóvenes como socios de la sociedad actual” (ONU, 2021).

Sin embargo, este 2021, como ya es costumbre desde hace unos años, el día de las juventudes pasó tan desapercibida en los tres órdenes de gobierno.

Tanto la Subdirección de la Juventud en Xalapa, como el Instituto Veracruzano de la Juventud, han mostrado su inoperatividad no solo en este día de conmemoración, dado que ambas instancias se han caracterizado por su gris trayectoria en las actuales administraciones.

El 12 de agosto fue declarado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Juventud, desde el17 de diciembre de 1999.

Entre los principales objetivos de la ONU en materia de juventud se encuentra el crear los mecanismos de apoyo inclusivos que garanticen su actuar colectivo e individual en la conservación del planeta y protección de la vida.

Este año, para su conmemoración se designó la temática de «Transformar los sistemas alimentarios: Innovación juvenil para la salud de los seres humanos y del planeta», donde se subraya que no se puede alcanzar el éxito de una meta sin la participación significativa de los jóvenes.

Los retos que enfrenta la sociedad joven se han acrecentado: una educación de calidad; un trato digno, igualitario, inclusivo y de respeto; la exposición al consumo de sustancias tóxicas y nocivas; la pérdida de identidad cultural y costumbres; las pocas o nulas oportunidades laborales, según la Organización Internacional de Trabajo, uno de cada seis jóvenes se encuentra sin trabajo debido a la crisis provocada por el COVID-19 (ONU. 2021).

Como dijera el ilustre Mario Benedetti: ¿qué les queda a los jóvenes? Cuando el Gobierno no ofrece oportunidades idóneas de crecimiento y desarrollo, ni un plan estratégico durante plena pandemia; sin embargo, los orilla a tomar clases de manera presencial sin estar vacunados contra el COVID-19, sin su pleno consentimiento y responsabilizándolos a ellos o a sus padres de su propio estado de salud.

Pero hoy y siempre, los jóvenes son el futuro prometedor de toda nación…