En Afganistán se prueba el temple de Biden
|En Afganistán se prueba el temple de Biden
Reynaldo Escobar
Para gobernar un país como Estados Unidos, además de ser un político preparado y probado en el arte o la ciencia de gobernar, procurando el bienestar colectivo del pueblo estadounidense, se requiere también ser un estratega en el arte de la guerra, a fin de conservar la hegemonía y el respeto de los otros países cuya influencia en las decisiones políticas internacionales permiten salvaguardar el equilibrio en la posesión y el uso de las armas, para mantener la paz en el mundo.
Joe Biden posee esas cualidades y su capacidad para salir victorioso en intervenciones como sucede en Afganistán, como quedará demostrada según los resultados que deben favorecer a los Estados Unidos, después de terminar con la salida de sus tropas del país afgano, ahora que casi está desaparecida o resulta disminuida de sus objetivos originales la guerra contra el terrorismo. Para el próximo aniversario del atentado a las torres gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre venidero, quizá esté terminada la evacuación de los estadounidenses y sus aliados; y por lo que concierne a los refugiados afganos, seguirá creciendo en aproximadamente treinta mil refugiados cada semana, los dramas que sufren los afganos, seguramente se sumarán a las críticas que desde ayer vierten en contra de Biden los seguidores del derrotado expresidente Donald Trump.
Los veinte años transcurridos desde la gran decisión del expresidente estadounidense George W. Bush, que sirvió para someter y controlar a los talibanes, al Rey Hussein de Jordania y a manipular a Al-Qaeda, cumplió su verdadero propósito y ahora no interesa más a quienes desde el Pentágono apoyaron en su momento la expansión militar imponente en las más alejadas regiones del mundo.