CENTROAMERICANOS INVADEN LAS CASAS, CALLES Y CAUSAN TEMOR A LA GENTE EN EL SUR DE VERACRUZ

• Los grandes criminales no deben tener derechos humanos, solo garantías, para defenderse: Javier Coello Trejo, “El fiscal de hierro”

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

CENTROAMERICANOS INVADEN LAS CASAS, CALLES  Y CAUSAN TEMOR A LA GENTE EN EL SUR DE VERACRUZ

Vecinos de Acayucan, alguna vez parte de la tierra que vio nacer al ex presidente Miguel Alemán Valdés, se ha convertido en zona de aterrizaje de centenares de centroamericanos, entre quienes destacan haitianos, colombianos, algunos venezolanos y cubanos, los cuales provocan a la población del lugar, con afanes de conseguir dinero y seguir su viaje-eso dicen- hacia los Estados unidos de Norteamérica.

                Esto es lo que menos preocupa a los veracruzanos, que han visto rota la tranquilidad y paz sociales por algunos periodos. Cierto, en dicha zona del sur de la entidad, la violencia también ha enseñado sus uñas y dientes, sin embargo, la llegada de centroamericanos causa a la población original una verdadera preocupación.

                Suelen ser altivos, violentos y constantemente amagan con matar a quienes se niegan a brindar no solo su vivienda, sino a hacerles entrega de los apoyos económicos, de que están urgidos. Hay casas solas, que han sido invadidas por los visitantes forzados y a gente y familias en la calle las amagan, les exigen dinero, no quieren ropa ni productos alimenticios.

                Entonces cabe preguntar, a ciencia cierta, cuál es el papel que juegan los gobiernos de esos estados de Centroamérica, cuyos gobernados suyos pudieron huir de sus países, los cuales nada dicen al respecto. Un dirigente que abrace la causa de las hordas de fugados, nadie podría ungirse. Sus regímenes corresponden a diferentes ideologías y los cientos de miles que huyen, tienen como única meta llegar a la tierra del tío Sam, porque les han dicho que aún las labores menos significativas, allá son bien pagadas.

                No hay que olvidar que ese flujo de migrantes, pertenece a países con poblaciones minoritarias. Guatemala, Honduras, El Salvador, Haití y Nicaragua, son casos verdaderamente preocupantes, porque su pobreza es ancestral y que habitan bajo el sometimiento de gobiernos a los cuales se puede calificar de mediocres y anti-demócratas.

                Lo suyo podría advertirse de los venezolanos y cubanos, que huyen de sus países porque les ahogan la falta de libertades y ya no soportan a sus gobernantes, reconocidos dictadores por el resto del mundo. Cada que aparecen en la escena pública Miguel Díaz Canel, Nicolás Maduro y Daniel Ortega, lo menos que provocan es una condena generalizada del resto del planeta, habida cuenta que operan como dictadores y todavía se solazan de tantos años de ejercer unilateralmente el poder público, arrasando y lastimando la voluntad popular de sus pueblos.

                México, por ser puente de paso para los centroamericanos hacia los Estados Unidos de Norteamérica, ha de recibirlos y buscar que su trato no vaya a lastimarlos en su condición humana. Empero, muchos de esos extranjeros, indocumentados,y que invaden suelo azteca, atacan, violentan y cometen excesos y abusos en contra de las buenas familias y ciudadanos, que no se esperaban una llegada tumultuaria como es la se está registrando en este momento, allá en Acayucan, donde la gente desespera y no sabe a quién dirigirse para evitar que se les afecten derechos humanos universales, como está sucediendo impunemente. Esperemos.

FESTEJOS PATRIOS, DE SIEMPRE, LOS CELEBRAN POLÍTICOS, PERO EL PUEBLO SÓLO LOS OBSERVA

                Son tan difíciles los momentos que transcurren para una mayoría aplastante de mexicanos y provincianos de la gran aldea nacional, que están por terminar los festejos patrios y puede preguntar a su vecino de junto o enfrente, cual es el agasajo que más le gustó, que la respuesta suele ser la misma, lo que quiero es empleo, que me paguen bien, lo demás es cosa de los políticos.

                Año con año es lo mismo. Aquí en la entrada al hermoso paseo de los Berros, se hacen las instalaciones de rigor, para recibir a los servidores públicos, que van a expresar un discurso en torno a la lucha de Independencia y los valores patrios, se hacen los honores a la enseña nacional y se pasa firmar el libro de invitados, en el cual, todos con singular muestra de solemnidad escriben un mensaje y lo rubrican.

                Sin embargo, el resto de la sociedad, suele mostrarse ajena a este acontecimiento con que se recuerda a los héroes que dieron su vida para transformar la del resto de mexicanos, con el correr de los regímenes sexenales de gobierno.

Es muy bueno que sea así, empero, los jóvenes, núcleo de la población que más preocupa a los gobernantes, estos permanecen prácticamente ajenos y lejanos de los eventos, que en nombre de las luchas trascendentes ayudaron a forjar el México de Instituciones que arrancara hace poco más de 200 años.

La idea de Nación, valores patrios, principios con que ideológicamente inició el México independiente, alguna vez en las escuelas primarias del país, de hace 50 a 100 años, se ponían de antemano por delante, en la formación de los niños y jóvenes educandos.

 Sin embargo, a partir de los años 80 del anterior siglo XX, es decir, a partir de que ya no captaron más lectores los libros de la buena literatura, igual, las ambiciones y aspiraciones de corte  materialista-cierto es- de una mayoría redujeron igualmente el gusto por saber acerca de las raíces y orígenes que dieron lugar al último régimen y menos escudriñar porque el México nuestro, de hecho, nunca ha ostentado una ideología que lo identifique como es a los países demócratas reconocidos y a las tantas de administraciones totalitarias, como los hay en nuestra América Latina.

Quizá todo esto, haya derivado o detonado la existencia de una sociedad bastante polarizada, discriminatoria de sus mismos coterráneos y dividida como se encuentra. La escuela poco puede hacer para reencausar las buenas conductas y costumbres y los gobernantes menos, porque la gente se entusiasma al inicio de sus gestiones, pero conforme trasciende el tiempo, igual, van olvidándose del papel estelar que juegan los actores de la vida política de una localidad y el propio gobierno de la república.

Alguien, le da crédito al protagonismo, por caso, de un señor Noroña explosivo, grosero y que acostumbra insultar a cuanto adversario público, se le para enfrente. Por favor, el común de los ciudadanos, no pierde su tiempo en ponerle atención. Al tiempo.

SE IGNORA CUÁNDO, PERO XALAPA ESPERA QUE LLEGUEN FONDOS PARA BACHEAR LA CIUDAD

El caso de la ciudad de Xalapa es patético, ya que una gran cantidad de calles, avenidas y callejones están repletos de baches, que por ahora un día tapa el ayuntamiento y al otro también. Claro es una forma, de justificar las inversiones y por ende, la salida de recursos públicos de la caja de caudales municipales.

Nacionalmente, ha apuntado el gobierno federal, que hará una entrega millonaria de recursos a las municipalidades que más lo requieran en esta asignatura.

Seguramente, una de las ciudades, que en algún momento regresó una suma millonaria de recursos dizque porque aquí sobraban, ahora estaría a la espera casi emergente o urgente, porque fluyan los fondos federales y de inmediato arranque el bacheo de gran parte de la otrora Atenas de la cultura veracruzana.

No hay calle, avenida, colonia o fraccionamiento, que no requiera su arreglo. Lo suyo ocurre en la colonia popular, que en zonas como las Animas, en cuyo paseo principal de acceso a sus fraccionamientos, por el rumbo del hotel fiesta In, llevan meses reparando un tramo de la arteria que colinda con el puente, por donde pasan caudales de aguas negras y no hay un plazo para ver finiquitada dicha faena.

Asfaltos, pavimentos hidráulicos, empedrados, son innumerables los que sufren las consecuencias del abandono, las inclemencias del tiempo y la circulación cotidiana de miles de vehículos de motor todos los días, a los cuatro costados de la ciudad.

Obviamente, hay las arterias, que lucen espléndidas desde el día en que sus constructores las llevaron a cabo. La calle 5 de Febrero, entre la avenida 20 de Noviembre y poeta Jesús Díaz, pese a ser transitada por camiones de carga y autobuses urbanos, permanece intacto su empedrado. Sus vecinos recuerdan que la obra se debe al alcalde Pedro Coronel Pérez, un médico ginecólogo gratamente recordado por propios y ajenos a la ciudad.

Y la otra, por botón de muestra, de un empedrado sólido, fuerte y que da realce a la calle de Ruiz Cortines, en la colonia federal, cuya autoría corresponde al ingeniero civil xalapeño, Gustavo Nachón Aguirre. Dicha obra la llevó a cabo en el curso del sexenio del gobernador Rafael Murillo Vidal.

Por supuesto, se dirá que las avenidas Manuel Avila Camacho y 20 de Noviembre, conservan su pavimento original, intacto y en condiciones de circularse sin afectar la suspensión de sus automóviles, construcciones, que se deben al gobernador Antonio M. Quirasco. Lamentablemente, la avenida Las Américas desluce por el constante resquebrajamiento de su pavimento hidráulico, obra que gestionó el gobernador Rafael Hernández Ochoa y que autorizara el presidente Luis Echeverría Alvarez.

Y no se diga, la avenida Lázaro Cárdenas, antes Circunvalación con más baches que los que exhibe la luna a través de los poderosos telescopios que suelen captar su imagen desde la Nasa y que fue construida en tiempos del gobernador Agustín Acosta Lagunes y que fue reparada más tarde, por la alcaldesa Elizabeth Morales, pero que hoy día, evidencia una arteria que exhibe abandono, y materiales utilizados en su construcción de escasa calidad en su momento. Es todo.