ANTES DE LOS 80, TODAVÍA SE RECORDABA LA GESTA DEL 20 DE NOVIEMBRE, CON UN DESFILE
|60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVERA
ANTES DE LOS 80, TODAVÍA SE RECORDABA LA GESTA DEL 20 DE NOVIEMBRE, CON UN DESFILE
Cuando una de tres escuelas secundarias, había en la ciudad, la vespertina Veracruz, a través de sus jóvenes alumnos acudían a la cita histórica del 20 de noviembre, los cuales con un vistoso y alegre desfile deportivo y cívico, rememoraban así la gesta de los héroes que lograron consumar la revolución de 1910.
El abogado Josué Mario Montero, personaje que lucía más como historiador, instaba a que sus alumnos sintieran amor por la patria que nos heredó la Conquista española, diciendo que ésta era una ampliación de la personalidad de cada uno de los seres humanos, que veía la luz primera sobre territorio de este país.
Explicaba el académico a sus alumnos, “sin una razón” por conocer nuestro pasado histórico común, hablar el mismo idioma, profesar la religión católica y practicar las costumbres iguales, difícilmente un mexicano habría de sentirse auténticamente originario de un México, que a todos brindaba iguales oportunidades de sobrevivencia. Quien así no lo reconociera, simplemente no podría decirse que se trataba de un mexicano, que amara realmente a su tierra natal, ni a sus padres.
El viejo concepto de “patria”, tantas veces manoseado por los políticos, viene de los vocablos griego-latino “Terra Patrum”, la tierra de los padres y con este concepto, es que los mexicanos deben querer a su país, igual que a sus progenitores.
Los políticos, sus aventuras, ladronerías y corruptelas, cambiaron el sentido de las luchas como heredaron a los mexicanos tantos movimientos, cambios y regímenes de vida pública, para poder brindar supuestamente a suelo nuestro, las expectativas de vivir en armonía, paz social y bajo lazos fraternos enteramente.
Empero, en los años 60 del anterior siglo XX, los gobiernos de la república gustaban de celebrar el 20 de noviembre con un desfile cívico-deportivo, para rememorar precisamente el histórico episodio de la revolución de 1910 y que concluyera diez años más tarde. El homenaje sin duda lo merecen los guerrilleros Pancho Villa y Emiliano Zapata, en quienes descansó la lucha armada para acabar con 34 años de la dictadura encarnada por el general Porfirio Díaz.
Tal era la enjundia que generaba semejante festejo en los pechos de aquellos jóvenes de la escuela secundaria, a los cuales su maestro Josué Mario Montero conseguía repletar de optimismo, tras de recordar la batalla revolucionaria, los cuales, de manera espontánea accedían a interpretar con notas de la banda de guerra de su plantel educativo, las diferentes piezas alusivas a la fiesta con el desfile que se celebraba sobre las calles de Enríquez y que culminaba en el parque de los Berros.
La gran parada- advertía el locutor Joel Verdejo González- a través de los micrófonos instalados en el balcón principal de palacio de gobierno, arrancaba con el desfile de los jóvenes estudiantes de las tres secundarias, dos preparatorias, algún contingente de las fuerzas armadas y los caballos montados por mujeres de la época y los charros, también formados en el lienzo charro de Xalapa. Una verdadera fiesta popular, con la cual se festejaba aquí a los héroes de la Revolución mexicana. Después, todo esto lo clausuró el neoliberalismo, según se cuenta ahora.
SER O NO SER, QUIEN IBA A PRESUMIR SIQUIERA QUE EL VIEJO RÉGIMEN PRIISTA, PUDIERA MORIR
Al grueso de mexicanos, les vale un pepino si el PRI desaparece o cierra puertas para siempre.
La mejor demostración de que dicho partido, jamás contó con una ideología definida, está por exhibirse, porque hay los asociados del priismo, diputados federales sobre todo que irán con morenistas, a la hora de votar por la reforma energética.
Y existe otro grupo, conformado por dinosaurios y algunos más que andan a la deriva, que insisten en que sufragar a favor de la reforma en cuestión, es traición a su partido y los gobiernos emanados del régimen en cuestión, porque fue éste quien privatizó la energía eléctrica, en su momento.
Ser o no ser, pareciera una sentencia que caerá sobre las cabezas de los socios del priismo, que igual, de esta forma, seguramente pasarán como todo lo viejo a ocupar un espacio, pero en el túnel negro de la historia partidaria de este México, pese a que en la realidad, jamás pudo ostentar un sistema de partidos identificado por su forma de pensar, ostentar una ideología y desenvolverse en alguna pluralidad, para hacer de la cosa pública, un escenario democrático, en el cual la sociedad en general, pudiera ser satisfecha.
Si usted observa, el pleito se da en el seno donde se toman las grandes decisiones, que más tarde van a ser aplicadas en el interior de la república, porque en la provincia, todo permanece como si no existieran, o guardan un silencio sepulcral, haciendo creer que la Virgen de Guadalupe les pide calma señores, que nada pasará que los vaya a afectar, empero, lo verdaderamente cierto, es que la maquinaria priista, se está jugando su propia despedida de una y otra forma.
En la aldea, busque usted a un solo priista, viejo o de nuevo cuño, y verá que prácticamente permanecen ocultos. Ninguno quiere expresar algo acerca de ir o no en favor de la reforma energética. Sus amos nacionales están en contra de cualquier cambio en la dirección del uso y explotación de la industria eléctrica.
Empero, aquí en la sede y asiento de las grandes batallas que el priismo dio al mismo país, todos callan, permanecen bajo cautela y algunos más, temen tatemarse y posterior a cualquier llamado o mensaje, pudieran ser perseguidos y atrapados, en aras de ser sancionarlos por viejas heridas que provocaron al pueblo con sus desplantes de prepotencia, arbitrariedades y atracos que cometieron en detrimento de los más débiles.
Sin duda, bueno fuera, saber qué opinión les merece a los priistas que mantuvieron el ejercicio del poder en sus manos 40 y más años, como Gonzalo Morgado Huesca, Carlos Brito Gómez, Felipe Amadeo Flores Espinosa, porque una mayoría de los dinosaurios, ya pasó a mejor vida y de los noveles, lamentablemente para su causa tampoco nadie los identifica a o conoce. Elizabeth Morales y Américo Zúñiga, son recordados por otras cosas, aquí en la aldea xalapeña y el resto del estado. Esperemos.
OPERACIÓN GRÚA, NO SE DA EN TORNO A CONGESTIONADOS MERCADOS DE LA CIUDAD
En los alrededores de los mercados, donde por la cantidad de gente rondándolos y vehículos de motor que aparcan las 24 horas del día, estorban al resto de la circulación tanto a peatones como automovilistas, allí las grúas jamás aparecen, siendo que en esos espacios sus explotadores, tendrían la oportunidad de embolsarse miles de pesos diariamente.
La imagen que exhiben los mercados de Xalapa, es de lo peor. Esto coinciden en señalar viajeros de otras latitudes y que están de paso por la que fuera asiento de la Atenas veracruzana. Dichos espacios lucen sucios, malolientes, apestan a heces fecales que dejan humanos y mascotas, sin que ninguna instancia del ayuntamiento o el sector salud, haga algo para evitarlo.
Cuando inició gestiones la administración municipal que está por irse, prometió que no permitiría el establecimiento para la venta de productos chatarra, los cuales sin ninguna vigilancia sanitaria, mantienen puertas abiertas a mitad de las rúas de tránsito peatonal y vehicular.
Montañas de residuos o desechos comestibles, aparecen cada 24 horas en las esquinas y pórticos de estos locales a medio construir, pero sin evidenciar ninguna atención por parte del sector salud.
La operación grúa, seguramente tiene costos millonarios, pero el común ciudadano, sabe que se realiza únicamente en las calles que desembocan en el corazón de la ciudad, con el objetivo de mantener libres las zonas de aparcamiento para los vehículos de funcionarios públicos y los influyentes, que como es sabido, todavía existen en la ciudad.
La 4t municipal, quedó demasiado lejos de cualquier intento por transformar rubros tan elementales como son el de tránsito, limpia pública, mercados, violencia, inseguridad y atención a las decenas de indigentes, que mantienen como suyo el cuadro principal de la llamada ciudad de las flores.
Empero, el rubro de tránsito, con los vicios y fallas, como fue creado por los gobiernos priistas persiste hasta la fecha. El régimen bajo la administración del señor Hipólito Rodríguez Herrero, no pudo llevar a ninguna transformación el ejercicio de una dependencia, de vital presencia ante la ciudadanía.
Todo lo contrario, retiró los semáforos, el uno por uno, es un fiasco, difícilmente hay el conductor de vehículo de motor, que lo respete, la aplicación de multas, sirvió como en el pasado, para llevar a la práctica el vicio de las mordidas y el cuerpo de agentes viales, se transformó, sí, pero a la manera de los comandos para el asalto, apostándose sobre todo en las dos únicas entradas a Xalapa como sucedió bajo las administraciones corruptas del viejo régimen priista.
Otra promesa incumplida, tiene que ver con la anunciada construcción de multifamiliares baratos, para el grueso de una población, que no cuenta con vivienda propia.
En el curso de su régimen, quedará como marca, el que se hayan cerrado miles de locales comerciales y tiendas departamentales, como nunca, debido a una absoluta falta de solidaridad del ayuntamiento con el comercio en pequeño y los casa-tenientes de apartamentos de particulares, que desde hace más de un año exhiben los letreros “se renta o vende”, lucen desiertos, abandonados y sin ocupantes. Es todo.