Garrafones de plástico como combustible para cocer ladrillo
|- Se aprovecha ese desecho, pero se genera alta contaminación del ambiente.
Amadeus Olivarex
Martínez de la Torre, Ver.
La explicación del final de tanto garrafón desechado, entre las numerosas purificadoras de agua para consumo humano, se encuentra en quienes necesariamente necesitan de fuego, para alcanzar altas temperaturas y con ello cocer materiales como el ladrillo, por ejemplo, pero a su vez el aprovechar ese material desecho da paso a fuerte contaminación del medio ambiente, observan quienes se interesan en el cuidado del entorno ecológico.
El plástico genera un espeso humo negro que sube por el cielo, para de ahí esparcirse a través del viento y las lluvias, cayendo al suelo inevitablemente, por lo que el ciclo contaminante deja de estar a la vista, pero cumple su cometido al dañar aire, suelo y agua, pasando ocasionalmente a los productos de cosecha, según la región que se trate. Así de simple, exponen quejosos.