DESATINOCRACIA
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Por Juan Baizabal
El próximo viernes, cinco de noviembre, quienes integrarán la LXVI Legislatura en nuestro estado, asumirán la encomienda y rendirán protesta en la sala de plenos del Honorable Congreso del Estado de Veracruz de Ignacio de Llave.
Con las debidas medidas sanitarias, sin generar mayores tumultos y sin exhibicionismos ni entradas triunfales, como en periodos pasados, las 25 diputadas, los 24 diputados y el legislador identificado como no binario, se darán cita a las 11 horas en el edificio legislativo, ubicado en la avenida Encanto, en la colonia El Mirador de esta ciudad capital, para iniciar su primer año de ejercicio constitucional.
Se espera, y por el bien de la sociedad veracruzana, que la próxima legislatura se distinga por ser más eficiente que la saliente. Que los diputados se comprometan, hagan valer su voz y voto en representación de la ciudadanía, de manera objetiva y responsable, no por intereses propios, ni por los de un partido o fuerza política.
El Poder Legislativo Mexicano ejerce tres funciones fundamentales. La primera versa en la representación popular, donde designa o avala funcionarios, realiza gestión social, y es depositario del pacto constitucional.
La segunda se refiere a los contratos de ejercicio del orden público, para auditar y sancionar.
Y la tercera, la de mayor preponderancia, es la referida a la legislación, donde emite, adiciona, abroga o deroga normas generales, hipotéticas, abstractas y coercibles que rijan para el futuro; da interpretación auténtica de las leyes vigentes del Estado.
Cada legislador debe dirigirse, trabajar y actuar con estricto apego a la ley. No se puede pedir más, se los encargamos.