El congelamiento de bienes en Afganistán marca el avance de la miseria
|- Los bancos afganos están «bastante cerca del colapso»; varios empresarios acumulan deudas al no poderle pagar a sus empleados.
El empresario afgano Shoaib Barak tiene dificultades para pagarle a sus trabajadores y sus proveedores, que tampoco pueden hacer frente a sus facturas, ya que el congelamiento de los fondos afganos en el exterior tiene paralizado el sistema bancario del país.
Así, los problemas económicos del país golpean a todos sus ciudadanos en una cadena de miseria.
Me da vergüenza», admitió Barak, quien hasta hace poco empleaba a 200 personas en todo el país, la mayoría en su empresa de construcción.
Para mí y para todos los afganos, esto repugnante. Ni siquiera tengo cómo pagarle el salario a mi personal», reclamó.
Para bloquear el acceso de los talibanes a las reservas afganas, Washington congeló unos 10 mil millones de dólares del banco central del país cuando los islamistas radicales tomaron el poder en agosto. Esta cantidad — que equivale a la mitad del PIB de 2020 — tiene paralizada a la economía.
Incluso con una liberación parcial de esos fondos, la mayor parte seguiría amarrada durante años al sistema legal estadounidense y sujeta a reclamos de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Estas reservas están destinadas a pagar los salarios del gobierno, las cuentas y los proyectos de infraestructura, pero el congelamiento repercutió al resto de la economía, y ahora el país enfrenta una severa escasez de liquidez.
Liberen las reservas», imploró Barak en una entrevista.
Si tienen problemas con los talibanes, no se lo cobren a toda la nación, a la gente», dijo.
– Desplome de la moneda –
La crisis de liquidez de Barak ilustra el problema que sufren decenas de miles de afganos que no tienen cómo acceder a la mayor parte de su dinero.
Barak afirma que tiene alrededor de 3 millones de dólares amarrados en los bancos afganos, dinero obtenido a lo largo de los años con lucrativos contratos privados y públicos que fueron pagados en dólares cuando el país recibía ayuda bajo el gobierno anterior a los talibanes.
Pero ahora los bancos locales limitan los retiros semanales a 5% de lo que hay en la cuenta, con un tope de 5 mil dólares, por lo cual Barak acumula meses de atraso en el pago de cuentas y salarios.
Ahmad Zia es uno de los empleados afectados.
Este ingeniero de 55 años ganaba 60 mil afganis (unos 770 dólares) por mes antes de que los talibanes tomaran el poder y la moneda se depreciara un 25%.
Cuatro meses después, Zia lucha por salir adelante y teme que su familia de seis miembros, que hasta hace poco vivía bien, ahora solo podrá «comer una o dos veces» por día.
Igualmente, el difunto despacho legal de Ehsanullah Maroof dependía de un pago mensual de la constructora de Barak.
Los niños iban a una escuela muy buena», contó a AFP, y su hija Rana era la mejor de su clase.
Pero ahora no puede comprar la medicina de su hijo epiléptico y Rana fue expulsada porque la familia no podía pagar la matrícula.
– Sin alimento –
La miseria golpea hasta la empleada de la familia Maroof, quien quedó desempleada.
Gulha, de 42 años, ganaba 8.000 afganis por mes y era la principal fuente de ingreso de su familia de siete miembros. Ahora lleva dos meses sin pagar el arriendo y se está quedando sin comida.
Tengo 14 kilos de arroz, 20-21 kilos de harina y algo de aceite», contó a AFP en su apartamento de una habitación al que llegan los vecinos a compartir el calor de la calefacción en invierno.
Nos va a durar diez días», aseguró.
Cuando eso se acabe, se unirá a millones de sus compatriotas que dependen de la ayuda.
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el miércoles por unanimidad una resolución estadounidense para ayudar a que la asistencia humanitaria llegue a los afganos, mientras busca evitar que el dinero llegue a las manos de los talibanes.
Los islamistas radicales consideraron que se trata de un «buen paso».
Pero tener dinero para contener el desastre humanitario dependerá de «la viabilidad del sistema bancario», indicó Hanna Luchnikava-Schorsch, economista principal para la región Asia Pacífico en IHS Markit.
Muchos bancos afganos están «bastante cerca del colapso», dijo la economista a AFP, y los bancos internacionales deben estar «aterrorizados» de incumplir las sanciones pese a la resolución de la ONU.
Para muchos afganos, la ayuda podría llegar demasiado tarde.
Las organizaciones internacionales advierten que un millón de niños afganos podrían morir en el invierno, indicó Barak.
«¿A quién crees que van a culpar? ¿A los talibanes o a Estados Unidos?, preguntó.