Tu tarjeta de crédito podría traerte problemas con el SAT, ¿por qué?
|El Servicio de Administración Tributaria (SAT) se encarga de revisar la situación fiscal de todos los contribuyentes, aunque pone especial interés en aquellas personas que realizan compras con tarjetas de crédito.
Por ello, es importante saber usar adecuadamente una tarjeta de crédito, de lo contrario podría traerte problemas con el SAT y, por ende, determinará que se trata de una discrepancia fiscal.
¿Por qué el SAT vigila tus movimientos?
Generalmente el SAT está al pendiente de las actividades que los contribuyentes realizan con sus tarjetas de crédito para vigilar las compras que realizan, aunque esto lo hacen cuando el fisco lo considera necesario.
También puede pedir a la institución bancaria detalles de tus transacciones. Uno de los motivos por el que el SAT podría intervenir es porque nota irregularidades en tus compras.
Por ejemplo, si tu tarjeta de crédito muestra un monto de gastos mayor a tus ingresos, el SAT procederá a subir la tarifa de impuestos.
Evita tener problemas con el SAT
Una forma de evitar problemas con el SAT es no prestando tu tarjeta de crédito a algún tercero, ya que será más sencillo que la entidad fiscal encuentre irregularidades entre tus gastos e ingresos.
Aunque la persona a la que le hayas prestado tu tarjeta de crédito te devuelva el dinero que gastó, tus finanzas no estarán como si nada.
También debes prestar atención a los gastos que haces y en la administración de tu crédito, de lo contrario terminarás teniendo un saldo negativo entre deudas, entradas de dinero y cargos extra por impuestos.
Es recomendable pagar tu tarjeta de crédito a través de transferencia bancarias o cheques, ya que de esta forma será más difícil que el SAT detecte los pagos que realiza.
Sin embargo, la desventaja es que el SAT daría por hecho que tienes más ingresos de los que declaras, lo que te terminará trayendo problemas con la entidad fiscal.
Recuerda que si tienes una tarjeta de crédito deberás llevar un control de tus ingresos y gastos para que el SAT no te llame a aclarar tu situación fiscal.