DESATINOCRACIA

DESATINOCRACIA

Por Juan Baizabal

En los últimos meses, se ha puesto en duda, la buena y cordial relación diplomática entre el actual gobierno mexicano para con el exterior. Hace apenas unos días, el gobierno federal criticó y tachó al Parlamento Europeo de borregos y de estar a favor de la estrategia reaccionaria y golpista del grupo que se opone a la Cuarta Transformación.

Los 705 eurodiputados, que representan a todos los países que integran la Unión Europea, fueron señalados de estar en contra del ejecutivo federal y de su proyecto de nación.

Esto después de emitir su posicionamiento respecto a la situación actual que viven los periodistas en nuestro país: “es desde hace mucho tiempo el lugar más peligroso y mortífero para los periodistas fuera de una zona oficial de guerra”.

El organismo legislativo internacional, también añadió: “Vemos con preocupación las duras y sistemáticas críticas formuladas por las más altas autoridades del gobierno mexicano contra los periodistas y su labor. La retórica de abuso y estigmatización genera un ambiente de agitación incesante contra los periodistas independientes”.

Quizá nos preguntamos: ¿por qué opina el parlamento europeo sobre este hecho que ocurre en nuestro país? La respuesta tiene que ver con lo que conocemos como: Derecho Internacional.

El Derecho Internacional surge como una suma de voluntades entre países con la finalidad de preservar la paz, el respeto y la cooperación; a través de acuerdos, tratados y convenciones de carácter escrito.

La costumbre y los tratados son las principales fuentes del Derecho Internacional, mismas que le dan sustento y certeza, también se puede hablar de obligatoriedad.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se han firmado de manera colectiva diferentes tratados y acuerdos internacionales, los que han permitido la creación de organismos rectores.

Estos organismos son un conjunto de resoluciones imperativas, recomendaciones, así como declaraciones de organismos internacionales legalmente constituidos por los sujetos de Derecho Internacional Público, los cuales pueden tomar conforme a sus facultades dicho tipos de decisiones.

Entre los que encontramos: la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, la Corte Internacional de Justicia, el Parlamento Europeo, entre otros organismos especializados.

La Asamblea General de las Naciones Unida emite generalmente recomendaciones dirigidas a los miembros y no miembros de la Naciones Unidas que se encuentren en conflicto, así como demás organismos internacionales, con la intención de que los primeros mantengan la paz y los segundos ejerzan sus atribuciones para el mismo fin.

EL Consejo de Seguridad es un órgano autónomo y especializado de las Naciones Unidas creado en la Carta de San Francisco. Tiene como misión el mantenimiento de las buenas relaciones entre los países, así como la paz entre estos y entre el mundo. para ello puede emitir recomendaciones, así como determinaciones y/o resoluciones.

Los Organismos Especializados son entidades creadas por sujetos de Derecho Internacional Público para atender temas especializados, dotados por el consenso de las naciones, para emitir generalmente recomendaciones y en ocasiones determinaciones.

Las decisiones de los organismos internacionales están dotadas de los principios de buena fe y Pacta Sunt Servanda (los pactos son para cumplirse). Desde el momento de la firma, cada país miembro acepta voluntariamente las disposiciones de cada uno.

Su importancia es sumamente relevante. Coadyuvan a mantener un ambiente de paz, armonía, respeto y solidaridad internacional.

A lo largo de los años, México ha firmado pactos y acuerdos de carácter internacional, es miembro de ONU y de otras organizaciones más. Por lo que es susceptible de aceptar y acatar las diferentes recomendaciones que emitan estas mismas, así como de adecuar sus códigos jurídicos-legales, en caso de faltar o violentar cualquier principio que haya convenido y que garanticen el respeto a los derechos humanos.

El gobierno federal debe respetar las relaciones diplomáticas que nuestra propia Constitución Política reconoce en su artículo primero. Nadie ni nada por encima de la ley, nos guste o nos disguste.