DESATINOCRACIA
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Por Juan Baizabal
La columna de este día es sumamente importante para un servidor. Por un lado, es mi publicación número 52.
Desatinocracia cumple su primer año de vida. Agradezco a mi actual casa periodística “Gráfico de Xalapa”, a su director general, José Luis Poceros Domínguez, y a la maestra Rosita Luna Hernández, por su invaluable apoyo y confianza, así como a mi colega y amigo, Gustavo Mendoza Villarreal. Gracias infinitas.
Dedico esta publicación a mi pequeño Erwin, quien este viernes cumple 12 años de vida, por ser mi motivo de lucha; a mi madre Bertha, por ser mi inspiración; a mi padre Juan y a mis hermanos Mary y Roberto, por ser mis pilares; a mi abuelita Carmen. Todo mi amor para ustedes.
El segundo motivo de esta celebración, es mi México. Me queda claro y estoy convencido que, los mexicanos cuando nos unimos y actuamos en una sola voz, no hay adversidad ni obstáculo que nos frene o detenta. Cometemos errores, pero los sabemos remediar.
Prueba de ello es lo ocurrido en los últimos días. De inicio, la mínima o casi nula participación en la consulta nacional de Revocación de Mandato, solo un 17.77 por ciento del padrón electoral total (INE, 2022). Los ciudadanos mexicanos dejaron claro su posición respecto a este ejercicio “democrático” impulsado por el presidente de la República. Prevaleció el respeto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Y después, este domingo de pascua, los diputados federales hicieron lo propio al no aprobar la Reforma Eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta reforma debía tener el apoyo de dos terceras partes de la Cámara de Diputados, es decir, requería 334 votos a favor por tratarse de un cambio a la Constitución Política, de los cuales solo alcanzó 275 votos a favor y 223 votos en contra, no hubo abstenciones.
Los grupos parlamentarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Partido Movimiento Ciudadanos, votaron en contra de esta reforma, que fue discutida por más de 13 horas.
Sin embargo, unas horas antes de la votación, la reacción prematura y del fracaso anunciado por el ejecutivo federal fue amenazante: “Ya dije en mi informe del martes: pase lo que pase ya estamos blindados contra la traición. Mañana lo vuelvo a explicar”.
Durante la mañanera, el mandatario federal señaló de “traidores de la Patria” a los legisladores que votaron en contra de la aprobación de esta misma. Los acusó de ser defensores de intereses de empresas extranjeras.
Sin embargo, el gran fracaso de Andrés Manuel López Obrador es no tener los argumentos necesarios para convencer que su “Proyecto de Nación” es idóneo y necesario para transformar a México.
Hoy, Morena aprende a la mala esta elección, solos no pueden. Su soberbia y nula capacidad de negociación política los lleva en declive.
Este ejercicio parlamentario sí es una verdadera Democracia. Y no una simple consulta disfrazada y amañada, en la que se destinan millones de pesos que solo dañan al erario público, y que peor aún fracasa por la nula importancia que le dan los ciudadanos.
¡Viva México!