SEP va por desaparecer grados escolares; especialistas ven “ocurrencia”
|- Plantea nuevo modelo de educación básica a partir de seis fases de aprendizaje; propuesta es una “ocurrencia más” del gobierno y carece de un método de implementación, critican especialistas
La Secretaría de Educación Pública (SEP) —que dirige Delfina Gómez Álvarez— desaparecerá los grados escolares para sustituirlos por seis fases de aprendizaje.
“Otro de los aspectos de la transformación curricular, además de la organización por campos, es transitar de grados escolares al establecimiento de contenidos por fases de aprendizaje”, señala el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana, elaborado por esa dependencia.
De acuerdo con ese documento, la fase 1 está comprendida por la educación inicial, impartida de 0 a tres años de edad; la fase 2 la integrarán los tres años de preescolar; la 3, primero y segundo de primaria; la 4, tercero y cuarto; la 5, quinto y sexto, mientras que la fase 6 estará compuesta por los tres años de secundaria.
Se explica que la fase 1 tendrá una duración de un año; la 2, de tres años; las fases 3, 4 y 5, dos años cada una, mientras que la 6 durará tres años.
“Cada una de estas fases tiene una jornada mínima diaria a considerar; en el caso de la inicial es de siete horas para los Centros de Atención Infantil; para preescolar se establecen tres horas; en educación primaria son cuatro horas y media y, finalmente, en secundaria, siete horas. Esto representa que en educación inicial y secundaria se contará como mínimo con mil 400 horas lectivas anuales; en educación preescolar, 600 horas, y en primaria, 900”, señala el texto.
Asegura que en el caso de la educación secundaria, “las y los docentes que están contratados por asignatura conservarán sus derechos y la jornada laboral que han tenido hasta ahora, de acuerdo con las necesidades de cada centro educativo. Lo que se requiere es potencializar, a través de la integración, el trabajo conjunto y fortalecer la comunidad académica escolar”.
En el documento, la SEP expone que con las seis fases se dedicará mayor tiempo a los procesos cognitivos, sociales y culturales que los estudiantes requieren para el desarrollo óptimo de sus capacidades; se ofrecerán a las y los alumnos mayores posibilidades para consolidar, aplicar, integrar, modificar, profundizar, construir o acceder a nuevos saberes.
Además, añade, permitirá priorizar la planeación, seguimiento y evaluación del trabajo entre docentes a lo largo del tiempo, con la finalidad de realizar cambios o ajustes conforme avance el estudiantado; en consecuencia, favorecer el desarrollo de capacidades y apropiación de saberes que permitan a las y los estudiantes continuar con su trayectoria escolar, y promoverá una perspectiva amplia e integral a través de planteamientos que den sentido, comprender, explicar y aplicar los saberes, procedimientos y valores de diversos campos.
Otro de los cambios que se prevén para educación básica, y que se destacan en el referido documento, es que las asignaturas desde preescolar hasta secundaria se aglutinarán en cuatro campos formativos: Lenguajes, Saberes y pensamiento científico, Ética, naturaleza y sociedad, y De lo humano y lo comunitario.
Consultados por EL UNIVERSAL, especialistas destacan que en el documento no se explica cómo se aterrizará el modelo en los más de 232 mil planteles de educación básica públicos de todo el país y aseguran que la propuesta sólo representa una “ocurrencia” más de este gobierno.
Director del Instituto de Investigación Educativa en la Universidad Autónoma de Guadalajara, Jalisco, Gilberto Guevara Niebla considera que la propuesta educativa que presenta la SEP en el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana empobrecerá aún más los aprendizajes de los estudiantes en las aulas.
“Lo que va a pasar es que si en las escuelas los aprendizajes son bajos, pues ahora serán más bajos. Con todo esto, se está destruyendo el sistema educativo nacional, que de por sí ya estaba deteriorado; el gobierno de la 4T lo quiere atrofiar totalmente”, señala.
Para el expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, sustituir los grados escolares por fases educativas “es un invento con el que tratan de simplificar la estructura administrativa de los grados escolares agrupando las asignaturas en dos grados.
“Esa es la gran ocurrencia para la nueva reforma curricular”. Considera que en este cambio para implementar las fases educativas no percibe ventajas en los aprendizajes de las niñas, niños y adolescentes.
“Usualmente, los grados escolares nones, en primaria, son en los que se introducen nuevos conceptos y aprendizajes, mientras que en los pares se refuerzan los conocimientos. Entonces, la lógica es que estos dos grados que ven los mismos aprendizajes se simplifiquen en una sola etapa”, explica Backhoff Escudero.
Agrega: “Yo no veo que cambiar de grados escolares a fases modifique o mejore los aprendizajes, pero éstos no son lo que le importa a esta administración.
“Este Marco Curricular es un conjunto de ocurrencias y de improvisaciones con poca evidencia de que lo que están proponiendo funcione”, subraya.
Exsecretaria Técnica del Consejo Nacional de Participación Social en la Educación de la SEP y vocera de la organización civil Educación con Rumbo, Patricia Ganem Alarcón dice, al referirse a esa propuesta, que “ojalá ocurriera que los niños fueran avanzando por sus niveles de logro. Aunque eso no va a ocurrir. Lo que propone la SEP es un simple cambio de nombre para verse muy modernos”.
Expresa que países como Japón, Dinamarca y Canadá ya están ensayando ese modelo educativo con algunos programas piloto, en el que los estudiantes avanzan por niveles de aprendizaje: “Si algún chiquillo avanza muy rápido en matemáticas, debería estar con sus compañeritos que, independientemente de la edad, comparten el mismo nivel de aprendizaje.
“Eso sería ideal. Porque habría un grupo de matemáticas con estudiantes avanzados, otros intermedios y unos que van más atrasados”, expone.
Expresa sus dudas al señalar que “no veo cómo vamos a tener las condiciones para organizar los espacios, la cantidad de profesores que se requieran para ir teniendo esa diferenciación de los avances y, sobre todo, los materiales que se requerirían”.
Para conocer más sobre esta propuesta de la Secretaría de Educación Pública, se solicitó una entrevista a esa dependencia federal. Sin embargo, no hubo ninguna respuesta.