Que la Liga Mexicana, sea una alternativa: “Japo” Magaña

  • Fue fundador del primer Sindicato de Futbolistas.

Xalapa

Armando Magaña, mejor conocido entre el medio futbolístico como “Japo”, es uno de los sobrevivientes de aquél legendario intento por formar el sindicato de futbolistas que, para jugadores como él, al igual que Carlos Albert y Antonio Mota, culminara con su adelantado retiro del futbol profesional.

Era el final de la década de los años sesenta, cuando en la intentona por crea una agrupación que defendiera los derechos de los futbolistas, se gestaba. Fueron muchos los que en un principio simpatizaban con la idea, lo que incluso lograron obtener un registro en la Secretaría del Trabajo, pero al final al igual que ahora ocurrió con la llamada Asociación de Futbolistas, ese movimiento fue aniquilado desde la Federación Mexicana de Futbol.

El Japo Magaña jugó por muchos años tanto en la línea de cobertura como en la media cancha del cuadro de los entonces electricistas del Necaxa, un conjunto de leyenda  donde tuvo como compañeros a gente como Roberto “El Titino” Martínez, Agustín “El Yuca” Peniche, Javán Marinho, Toño Mota “Piolín”, Pancho Majewsky, Mario “Pichojos” Pérez, Dante “El Morocho” y Humberto Mancilla Juárez, entre otros, dirigidos siempre por el mexicano Miguel Marín,  un equipo de época, campeón de liga en la temporada 65-66.

Seleccionado nacional juvenil en Centroamericanos como en Panamericanos.

Hoy el Japo Magaña recuerda en su domicilio de la capital del país, los pormenores de aquellos momentos históricos para el futbol mexicano y no le causó ninguna sorpresa el fracaso de los movimientos de aquella época que en la actual sigue fracasando.

Por eso espera que la anunciada Liga Mexicana de Balompié pueda ser una alternativa para que los jugadores mexicanos tengan una vitrina exponencial al igual que los elementos que quedaran sin trabajo ante la desaparición caprichosa de la liga de ascenso.

Por ello recuerda que cuando era jugador activo en aquellos años, menciona Armando, la mayoría de los equipos de la capital del país, se surtían de elementos de la barriada como fue mi caso, el de jugadores como el “Ruso” Estrada, “El Güero” Linares y otros que pasaron por las filas del Atlante, América y Necaxa, que eran canalizados hacia el Toluca, por la cercanía con la capital del país.

Nosotros nos reuníamos a “echar la cascarita” todas las tardes en una pista que se encontraba dentro del Bosque de Chapultepec, atrás de lo que era la residencia oficial del presidente de la república, “Los Pinos”.

Allí fuimos detectados muchos, algunos de los cuales terminaron en el Toluca y otros en Necaxa como fue mi caso, sin olvidar los que fueron enviados al Atlante y América, los apoyaba un señor llamado Nicolás Jurado, dueño de una vinatería, quien tenía relaciones con gente como el señor Diez, de los Diablos Rojos y con directivos de los otros conjuntos.

Fue una buena época, aunque desde luego  no se ganaba los salarios que ahora existen, a mí me tocó vivir  momentos grandes con el Necaxa donde había una hermandad pues el “Viejo” Marín, nos entendía y nosotros siempre buscamos  responderle en la cancha, pero siempre surgía la inquietud por contar con un respaldo que nos cubriera tanto a nuestras familias como a nosotros, pues en aquél entonces una lesión acababa con tu carrera, además de que en aquella época no estaban autorizados los cambios, es decir, la sustitución de jugadores, pues esa medida se implementó a partir de 1970, precisamente en el primer mundial que México organizó.

Ese movimiento sindical en apariencia contaba con la simpatía y apoyo de muchos jugadores y en aquél entonces los directivos de la Federación primeramente pretendieron frenar nuestras acciones enviando como negociador a Guillermo Cañedo, presidente del América, quien consideró fue un factor determinante para desarticular nuestros intentos.

Como te decía, alcanzamos el registro ante la Secretaría del Trabajado como sindicato, pero entre otras reacciones, Cañedo en América impidió que sus jugadores firmaran, a cambio de ofrecerles mejoría en sus condiciones laborales, al igual que pasó en Toluca, pero con la amenaza que si se adherían al sindicato ya no serían contratados. Agrega que lógicamente muchos dieron por su particular interés y las consecuencias fueron de todos conocidas.

Cuando se le pregunta ¿Qué pasó con él después?, nos responde que lógicamente ya no recibieron opción de trabajo alguna y muchos tuvimos que recurrir a realizar todo tipo de actividades lícitas, para mantener a nuestras familias, siendo para mí una ventaja el haber contado con una profesión que hasta ahora me ha permitido sobrevivir.

Debemos apuntar que El Japo, considera que pudo haber rendido dos o tres años más dentro de la primera división, pero el movimiento sindical terminó con su carrera.

Agregó también que con el tiempo el propio Necaxa desapareció de la primera división mexicana, surgiendo el llamado Atlético Español, impulsado por la Colonia de descendientes de algunos nacionales de ese país, un cuadro de paso efímero en la primea división, donde fueron pocos los necaxistas que sobrevivieron.

Estimó, aunque el futbol es un juego de conjunto, en México cada quien cuida sus propios intereses y en realidad, la unión no existe.

Respecto de Álvaro Ortiz, simplemente nos dice que de ninguna manera debe considerarse que haya respondido hasta ahora sólo a los intereses de los futbolistas, pues para empezar no tiene dependencia a ya que incluso despacha en oficinas de la propia Federación Mexicana de Futbol; los grandes beneficiaros de abortar estos movimientos, los esquiroles a lo largo de la historia del futbol mexicano han sido los más beneficiados, señala contundente.

Respecto de la desaparición del torneo de ascenso,  recuerda que en el ayer  no había necesidad de desaparecer esa división, que era la entonces fuerte  segunda división,  de donde se incorporaron jugados  e incluso para la selección nacional, como fue el caso de Ernesto “Teto” Cisneros en Zacatepec, a quien interrumpimos y agregados que es el mismo caso de recién  fallecido Palo Larios Iwasaki, también jugador del Zacatepec en la segunda división y que fuera titular en la selección nacional grande, era conocido como “el arquero de la selva”.

Cabe mencionar que entre las curiosidades que en la vida de Armando Magaña aparecen, entre otros se encuentra el haber fundado la Liga Mayor de Futbol Femenino, de la cual en los últimos años se surtió la MX para la liga de la Federación, así como en los años 1996 y 1997, tuvo un breve paso como director técnico de la Selección Nacional femenil y de haber creado el Club Andrea´s Soccer por donde pasaron elementos como la propia Andrea, Fátima Leyva, Charlyn Corral y Mónica Vergara, por mencionar algunas.

Magaña se encuentra al final de planes para un ambicioso proyecto encaminado a materializarse en 2021, el cual tendrá efecto a nivel nacional.

A manera de despedida, en tono irónico, señaló que dese luego no será una liga virtual como la masquiña que por estos días manejan algunos medios de comunicación que están dentro del negocio de la FEMEXFUT.