Si toma alguna de estas medicinas comunes, evite la toronja

  • Muy poca gente tiene conocimiento sobre el peligro de mezclar algunas medicinas con toronja, advierten científicos canadienses.

A pesar de todos sus beneficios, la toronja no se recomienda a las personas que toman unas 100 medicaciones, entre ellas las que tratan la hipertensión, el colesterol y la arritmia (Shutterstock)

La toronja (o pomelo) es una fruta cargada de vitaminas (C, B2, B3), potasio, calcio, hierro, fósforo, magnesio y betacarotenos; rica en fibra y baja en sodio, acelera el proceso metabólico que quema las grasas para dar energía (y bajar de peso). Sus antioxidantes ayudan en la prevención de las enfermedades cardiovasculares; incrementa la producción de colágeno, cuida la vista y el sistema inmunológico y facilita la digestión por su ácido málico.

No obstante, a mucha gente se le recomienda no comerla ni tomar su jugo, o consultar con el médico sobre la manera de hacerlo. Sucede que afecta el modo en que se metabolizan un centenar de medicinas comunes, como los que se usan en el tratamiento de la hipertensión, la arritmia cardíaca, el colesterol y las alergias.

Según dijo a The New York Times David Bailey, el canadiense experto en farmacología que describió por primera vez estos efectos adversos, a la lista también hay que agregar algunos anticoagulantes, opiáceos como la oxicodona, varias drogas contra el cáncer, ciertas medicaciones para el VIH, ciertas píldoras anticonceptivas y tratamientos con estrógenos, antipsicóticos, agentes gastrointestinales, metadona y Viagra. Bailey actualiza regularmente la lista de medicamentos que ofrece la Asociación Canadiense de Farmacéuticos (CPA).

«No hay que tomar litros y litros para que se sienta el efecto», dijo Bailey. «Si alguien toma simvastatina (Zocor) y bebe un solo vaso de jugo es como si tomara el triple de la dosis», aunque el impacto puede ser mayor o menor según la susceptibilidad individual.

El problema se da porque un componente del jugo, la furanocumarina, bloquea la acción de la enzima CYP3A4, que participa en la metabolización de numerosos fármacos. Al impedir que la enzima actúe, la toronja hace que una cantidad mayor del medicamento pase al torrente sanguíneo y permanezca en el organismo por más tiempo.

El mero vaso de jugo al que aludió Bailey puede reducir en un 47% la producción de la CYP3A4; además, la furanocumarina no se elimina del cuerpo con rapidez, por lo cual su impacto continúa siendo visible a 24 horas de su ingesta y tiene un efecto continuo en la potencia Si bien la cantidad de CYP3A4 en el intestino delgado varía de una persona a otra, en general «cuando hay una cantidad demasiado grande del medicamento en la sangre, uno puede presentar más efectos secundarios», sintetizó Shiew Mei Huang, PhD, de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Por ejemplo, alguien que combina esta fruta con ciertas estatinas para reducir el colesterol aumenta el riesgo de sufrir daños hepáticos y musculares o insuficiencia renal.

«Los grandes peligros pueden provenir de consumir toronja repetidamente durante el día, lo cual puede causar mayor aumento en el torrente sanguíneo de las concentraciones de las drogas», agregó Bailey. La naranja agria o de Sevilla y las limas tienen efectos similares.

También es posible la interacción negativa inversa en algunos casos: por ejemplo, el antialérgico fexofenadina puede llegar al torrente sanguíneo en menor cantidad debido a la toronja, lo cual reduce su eficacia, señaló Huang. «En vez de alterar el metabolismo, el jugo de toronja puede afectar a las proteínas del organismo que ayudan a llevar al fármaco hasta el interior de las células para su absorción. Como resultado, el medicamento puede no actuar tan bien», detalló.

Entre los medicamentos a los que conviene no asociar con la toronja se destacan:

• Las estatinas (para el control del colesterol): simvastatina (Zocor), pravastina (Pravachol), atorvastatina (Lipitor) y lovastatina (Lovacor y
Colesvir);
• Drogas para la presión arterial: nifedipina (Procardia y Adalat CC), felodipina (Plendil) y eplerona (Inspra);
• Anticoagulantes: apixaban (Eliquis), clopidogrel (Plavix, Clopilet y Ceruvin), y ticagrelor (Brilinta);
• Drogas para arritmias cardíacas: amiodarona (Pacerone y Nexterone), dronedarona (Multaq) y quinidina (Cardioquin y Dura-Tabs);
Ansiolíticos: buspirona (BuSpar), sertralina (Zoloft) y triazolam (Halcion y Trilam);
• El antitusígeno dextrometorfano (Mucinex DM, Robitussin, NyQuil y Vick);
• El antihistamínico fexofenadina (Allegra);
• Droga para la disfunción eréctil: sildenafil (Viagra);
• Medicaciones para tratar el cáncer: crizotinib (Xalkori), dasatinib (Sprycel), erlotinib (Tarceva), lapatinib (Tykerb y Tyverb), nilotinib (Tasigna), pazopanib (Votrient), sunitinib (Sutent) y vemurafenib (Zelboraf);
• Drogas para tratar o prevenir infecciones: eritromicina (Pantomicina, Eritroveinte y Lagarmicin) y halofantrina (Halfan);
• Medicaciones para el VIH: saquinavir (Invirase), maraviroc (Celsentri)y rilpivirina (Edurant);
• Corticoide para la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa: budesonida (Entocort EC y Uceris);
• Antipsicóticos: lurasidona (Latuda), pimozide (Orap), ziprazidona (Geodon) y quetiapina (Seroquel);
• Opiáceos como la oxicodona (Oxycontin y Oxynorm);
• Inmunosupresores (contra el rechazo de órganos trasplantados): ciclosporina (Sandimmune y Neoral), everolimus (Zortres y Certican) y tacrolimus (Prograf).