SSP, MENTIRAS VERDADERAS
|Miguel Valera
SSP, MENTIRAS VERDADERAS
Si algo ha caracterizado la política de comunicación social de la Secretaría de Seguridad Pública en Veracruz son las mentiras.
Al puro estilo del viejo Goebbels, bombardean con información amañada para simular resultados, aunque no van al fondo, manteniéndose en la opacidad. Ejemplos sobran y este reportero ha sido testigo de varios casos.
Por ejemplo, el pasado miércoles 4 de marzo, cuando fue detenida en Plaza Crystal, de Xalapa, a las 12.20 horas, la Síndica de Actopan, Lucero Jazmín Palmeros Barradas, dos horas antes de que fuera desaforada por el Congreso del Estado, me trasladé al penal de San José y ahí, directamente, pude constatar que estaba encerrada e incomunicada.
Cuando hice pública esa información, la SSP me desmintió en redes sociales, señalando que esa detención, ilegal a todas luces, era falsa. Más tarde, también en redes sociales, la autoridad de Seguridad Pública señaló que “ahora sí”, había sido detenida la edil originaria de Otates, aunque ya habían cometido la pifia de la ilegalidad.
Pero no sólo eso, cuando la pandemia del Covid-19 empezó a castigar al pueblo veracruzano, dos o tres fuentes consultadas me confirmaron que en el penal de Pacho Viejo surgió un brote de esta enfermedad. Nuevamente, el propio Secretario Hugo Gutiérrez Maldonado salió a desmentir el hecho que tuve oportunidad de corroborar.
El caso, que llegó a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y también a la Comisión Nacional, lo que podría devenir en una “Recomendación”, tuvo que ser aceptado el pasado 07 de septiembre por la subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana, Sarahí Peña Galaviz. Sí, el Secretario Gutiérrez
Maldonado no tuvo cara para salir a reconocer lo que en un principio negó vehementemente.
La funcionaria ha dicho que en las instalaciones penitenciarias de Pacho Viejo, Amatlán de los Reyes, Coatzacoalcos y Jalacingo, se registraron 35 contagiados y de estos, 15 fallecieron. El número, me dicen fuentes consultadas, es mayor y entre estos no cuentan a los custodios, que en cumplimiento de su deber también perdieron la vida, por esta terrible enfermedad.
¿Por qué el afán de la autoridad de seguridad por mentir? Ellos no son culpables de la pandemia ni de los contagios. La enfermedad, que se ha enseñoreado democráticamente por todo el mundo, ataca a chicos y grandes y de todas las condiciones sociales. Sin embargo, las mentiras sí causan daño, generan miedo entre los familiares y al final violentan los derechos humanos de los internos.
Nos vemos los jueves.
valeramk@hotmail.com