Voces mojadas por la sal: Juan Manuel Dávila Tejeda, una ventana de aire
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JUAN MANUEL DÁVILA TEJEDA, autor del libro Voces mojadas por la sal, Antología de narrativa, EFE, 2014
Eduardo Cerecedo
Libro colectivo de cuento, no hace muchos ayeres que Juan Manuel Dávila Tejeda fue invitado para dar un taller de cuento en La extinta Casa del poeta José Revueltas en Ixtapaluca, Estado de México. De ese taller surge la idea del grupo que se concretó con la publicación de este libro de cuentos. Voces mojadas por la sal lo integran nueve escritores, algunos ya han publicado, pero otros aún no tienen libro personal, pero han publicado en varios libros donde comparten esas afinidades que los reúne, a veces, otras no tanto, es decir, voces disímiles conviven para marcar la ruta que los hará caminar por diferentes vías escriturales.
El cuento es un género que ha venido ganando un lugar importante en el sitio de los lectores, que se ve reflejado en estos actos de creación. Por tanto, en este volumen aparecen los trabajos literarios de escritores que ya para estas alturas, es difícil que abandonen esta disciplina. El campo, la ciudad, sus colonias, sus gentes; niños, animales, mujeres, hombres cuyas perspectivas de vida se ven reflejadas en estas historias, cuyos contenidos es hacer que la reflexión se apropie de los lectores en interés por descubrir algo de nosotros mismos en los personajes que se dan cita en cada narración.
Si se entiende por narrativa el arte de contar de una manera atractiva, interesante, inteligente, bella y armónica los acontecimientos que ocurren en el mundo real, como aquellos que se lleva a cabo en la imaginación, de quien es capaz de transformar la realidad en otra muy peculiar, mostrando así, su pensamiento que le embarga para darnos su versión del mundo que le ha tocado vivir.
En Voces mojadas por la sal, quien se ha dado la tarea de presentarnos su versión de la vida, prácticamente ha tenido la revelación de sus personajes para saber cuál es el habla, cual es el lugar y cuáles son las acciones que marcarán la trama en sus historias.
Las voces cuyas vertientes narrativas inician en primera persona menguan el libro, para hacer de este cuerpo literario un mosaico disperso que gana en pluralidad de sentidos. Quien abra y lea se dará cuenta de que los diversos géneros literarios se podrán distinguir de inmediato, tales como, el testimonio, memoria, crónica, otras en ensayo; la poesía visita, arropa estás creaciones, es raro encontrar en los narradores esa tonalidad que hace más rica esa prosa que aquí se muestra.