IRRUPCIÓN

Musa Peregrina

Bendita intención la de tus dedos juguetones que traspasan el umbral de mi carne, con el deseo ardiendo en tu leño ávido que se dispone a lamer y disfrutar mi bosque.

Enciendes una fogata en el centro de mi cuerpo, y la mantienes viva con la fuerza de tu virilidad que sucumbe cual fruto maduro al puro roce.

Ya navegan nuestros deseos en la línea exacta en donde comulgan tu río y mi monte… ¡Y se echan a la mar! Por un instante somos fuego que nos invade el cuerpo y todo se come…

Despertaste mi volcán, ya no pude contener todo lo demás; hoy el sur de mi tierra te indica donde…

Me sorprende la sincronía de nuestras copas al chocar, del lenguaje que inventamos juntos, mientras afuera la lluvia baña los campos y al mismo tiempo acaricia frenético el horizonte.

¿Acaso el tabaco de tus ojos y el sabor a ron de tu piel dormida, irrumpirán deliciosamente el letargo de mi cama…?

¿Quién soy yo para resistirme, si Dios dispone y el diablo acepta de mil amores…?

Acapulco, Guerrero