CON BAJAS VENTAS SE MANTIENEN LAS DOS UNICAS LIBRERÍAS EN XALAPA
|60 SEGUNDOS
RAUL GONZALEZ RIVERA
CON BAJAS VENTAS SE MANTIENEN LAS DOS UNICAS LIBRERÍAS EN XALAPA
También la pandemia ha logrado, que las librerías de la ciudad pierdan lectores y tengan que cerrar puertas. El alquiler de locales aprieta al grado de que deben retirarse del duro comercio que representa vender libros de diversa lectura, aunque también los textos que se llevan como auxiliares en las diferentes carreras universitarias.
Un reconocido distribuidor de libros, que aquí se encargaba de ofertar los libros de uno de los dos negocios expendedores más importantes que se localizan sobre la calle de Xalapeños Ilustres y la calle de José María Mata, optaría por trasladarse a la ciudad de Misantla, en donde abrió un establecimiento dedicado a la venta de libros de todos los géneros literarios y desde hace ocho años, ha podido romper de alguna forma algunos récords.
Las lecturas más socorridas y que correspondían a los escritores mexicanos, como Carlos Fuentes, Octavio Paz, Elenita Poniatowska, Angeles Mastreta, siguen siendo mano desde hace cuando menos dos décadas. Otras lecturas con gran aceptación entre un público lector con mayoría de edad, es Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa e inclusive alcanzan una significativa cantidad de libros vendidos, El Muro de José Agustín y todos los libros escritos por don Julio Sherer García, continúan en la línea de los más solicitados por adictos a las buenas letras.
“Los Periodistas” de Vicente Leñero, igual es buscado sobre todo por reporteros noveles y que quieren saber con pormenores cómo es que el presidente Luis Echeverría asestó un “golpe de estado” a la familia periodística de Excélsior, el periódico que ganó en aquellos ayeres un primer lugar en América Latina, por su rico contenido informativo, sus reportajes y crónicas que elaboraban los “enviados especiales” a todas partes del mundo.
Un último libro, que es buscado por el tradicional público lector de ediciones específicas, se intitula Humanos, una breve historia de cómo lo jodimos todo, cuyo autor es Tom Phillips. En su contraportada, el texto, alude que durante los sesenta mil años que los humanos modernos hemos habitado este planeta, hemos recorrido un largo camino: arte, ciencia, cultura, comercio. En cuestión de evolución, somos verdaderos ganadores. Pero francamente, no siempre ha sido tan fácil como parece. A veces, solo a veces, lo hemos arruinado de verdad, casi de forma definitiva.
Es decir, que el libro sigue siendo el elegido, sobre todo en estos días de pandemia, para sentarse a tomar café y recorrer con la lectura páginas de un buen libro. Por obviedad, son los menos. Las mayorías poco leen o no leen nada. Captar a un público joven, no lo consiguen a placer los timoneles de las librerías establecidas, prácticamente es una faena imposible. Y los estudiantes, aprovechando que reciben sus clases por internet y la televisión, suelen hacer como leen, pero no lo hacen.
Las firmas distribuidoras de libros para universitarios, desde antes de que se registrara la epidemia del coronavirus, abandonaron los edificios por caso de las facultades de Derecho y Humanidades, porque la compra de textos a sus estudiantes, era muy baja o nula. Esperemos.
¿POR QUÉ? LA OPERACIÓN GRÚA, CON CALLES ANGOSTAS Y SIN VIGILANCIA
La aldea de verdad que padece una severa situación de crisis también en lo que hace al grave congestionamiento vehicular prácticamente en todas sus calles, pese a que los niños y jóvenes no salen de sus casas, para ir a la escuela.
Cuando Elizabeth Morales administró la ciudad, habría advertido que no podía mandar a los agentes de tránsito municipales a imponer infracciones y retirar automóviles con las grúas, porque la ciudad carece de arterias públicas amplias y los estacionamientos públicos, en una mayoría son predios a cielo raso, con tarifas por las nubes y sus explotadores se eximen mediante un boletito de responsabilizarse, para el caso de que se registre el robo o daños a las unidades automotrices bajo su resguardo.
El retiro de semáforos en calles estratégicas o cruceros que entrañan algún peligro, como sucede en las arterias de Juan Soto y Xalapeños Ilustres, exhibe de un tajo, un severo riesgo tanto para automovilistas, como en el caso de los transeúntes, que deben hacerla de toreros, para salvarse de un potencial siniestro o accidente vial.
Xalapa es una ciudad, que ha visto como paulatinamente, se ha elevado la agresividad de una gran cantidad de conductores. Nomás por quítame estas pajas, no son pocos los automovilistas, que amagan con bajarse de sus autos y liarse a golpes, la ausencia de agentes viales, se considera que es una causante de que numerosos automovilistas conduzcan por las congestionadas calles, como si fuera una de las pistas de carreras de coches en alguna de las justas que se compiten en circuitos internacionales.
Por la avenida Lázaro Cárdenas suben y bajan alrededor de cien mil vehículos diariamente. El libramiento que va de Perote a Emiliano Zapata, no lo utilizan piperos, traileros ni camioneros, como en otros tiempos se había dado, con el objetivo de aligerar la carga vehicular, sobre todo en una rúa repleta de baches, lo cual se considera de alto riesgo, para propios y ajenos.
Ese fue un proyecto que materializó el gobernador Miguel Alemán Velasco, que habría funcionado durante un lapso de su sexenio, pero posteriormente, el ayuntamiento de la ciudad, tendría que solicitar a la federación, que las unidades pesadas dejaran de circular por las calles de la ciudad, ya que cuando lo hacían por Lázaro Cárdenas se registraron constantes siniestros, con consecuencias no solamente consistentes en pérdidas materiales, sino también con el cobro de víctimas mortales.
Tránsito, como institución de gobierno, jamás ha mostrado un cambio en su operación cotidiana, en el pasado como ahora, la misma trama pareciera que es levantar infracciones, afirmando así el sello de una dependencia, que en alguna ocasión impartió educación vial a la población menuda y las calles estaban estrechamente vigiladas por uniformados viales, había los semáforos suficientes, porque el 1X1 difícilmente un automovilista, taxista o autobusero lo respeta.
Hay quienes aseguran que don Octavio Ochoa Ochoa, no obstante haber sido un ganadero de origen, fue un excelente director de tránsito del estado. Hubo orden en la circulación vehicular y se cuidaron los “tamarindos” de esos días, de no ser sorprendidos atracando a conductores de automóviles.
Un comandante del entonces heroico cuerpo de agentes de tránsito estatal, que permanecía 24 horas diarias, en su chamba, don Guillermo Platas. Al tiempo.
PALO DADO NI DIOS LO QUITA: COAHUILA E HIDALGO, SE PERDIERON
Ahora que viene porque los ánimos están bastante caldeados y cosa curiosa los partidarios del PRI, PAN y PRD no dan color más que en determinadas zonas del país.
Los morenistas y nadie más que ellos, son los responsables de la derrota que les infligieron en los comicios electorales apenas celebrados en Coahuila e Hidalgo.
Mientras se desgarran las camisetas por alcanzar la dirigencia nacional de un partido de estreno y sin miras de carácter ideológico o político, estén dándose hasta con la cubeta, los ciudadanos de dos importantes entidades estatales del interior del país, decidieron que su coranzoncito está con los residuos que quedan del partido tricolor. Nadie lo cree en el resto México ensangrentado, pero sucedió.
Dice un expendedor de libros, culto, por vocación, que es una vergüenza que en un país que optó por la transformación, ahora busque el retorno a la corrupción, los privilegios, las grandes transas con las firmas factureras y la simulación con la entrega de los apoyos institucionales, a los supuestos pobres, como ocurrió bajo los regímenes del amasiato que representaron los priistas y los albiazules.
Pareciera que a los amos del morenismo, se los tragó la tierra.
Tampoco el presidente puede abandonar su investidura y colocarse al frente de su partido y reordenar la vida interna de un membrete, cuya responsabilidad absoluta es de los asociados y de quienes son y han sido dirigentes y beneficiarios de semejante membrete.
En dónde están los famosos seguidores de Ramírez Cuéllar y qué dicen los 30 y tantos asociados que buscan desesperadamente ganar la cabeza de Morena, pero que al final del día, solamente queden dos personajes en la recta final. Uno que es el politólogo Porfirio Muñoz Ledo, ampliamente reconocido por millones en todo el país. El segundo, Mario Delgado, empecinado en obtener la chamba de dirigente nacional.
Este último, como se sabe, en la provincia nacional, es un perfecto desconocido y como el pez que por su boca muere, el también diputado federal, habría advertido recientemente, que en su caso no busca un puesto político, luego entonces deberá reconocer que en tantas consultas se vayan a celebrar, los ciudadanos sufragarán eligiendo en la gran provincia del México convulso al ex embajador y ex cardenal de la SEP y Trabajo, el académico Porfirio Muñoz Ledo.
Sin embargo, es la hora en que difícilmente se encuentran las voces de los morenistas indignados y que digan o apresuren vísperas en el sentido de que vayan a defender hasta con las 20 uñas, las futuras batallas que vaya a rendir el nuevo partido político, atendiendo a su natural disposición mucho antes, que incurrir en los vicios que de manera similar, llevaron al perredismo a perder su sigla en tan solo 25 años de vida útil, que tuvo la sigla que se preció de ser de izquierda y en la lucha política quedó en suspenso, virtud a los desmanes, excesos, abusos y tropelías cometidos por sus líderes y las tribus, en detrimento de la democracia a la mexicana. Es todo.