Los fantasmas de ‘La Maldición de Bly Manor’ que en realidad no son

  • Dos de los fantasmas que aparecen en la serie no forman parte de las presencias paranormales que asolan Bly Manor; te decimos cuáles.

CIUDAD DE MÉXICO.

‘La maldición de Bly Manor’, uno de los éxitos más recientes de Netflix, es una historia de terror plagada de fantasmas.

Basada en la obra de Henry James y en la que configura una espeluznante espiral en la que ensoñaciones, recuerdos y realidad se entremezclan. Eso sí, aunque los espíritus acechan en cada lado, hay unos distan mucho de ser apariciones espectrales.

Dos de los fantasmas que aparecen en la serie no forman parte de las presencias paranormales que asolan Bly Manor. Es más, son, más que espíritus, miedo que acaba tomando forma real. El primero de ellos es Eddie O’Mara (Roby Attal), el prometido de Dani, quien murió atropellado poco después de que la joven lo abandonase.

La culpabilidad que siente Dani es tanta que comienza a verlo en espejos y toda superficie reflectante. Esto es lo que le impulsa aceptar el trabajo en Bly Manor. Lo que no espera la institutriz es que en la mansión esté maldita y que el espectro de la Dama del Lago atrapa a aquellas almas que caen en sus garras.

Precisamente es Viola, la Dama del Lago, la que provoca que la mansión esté repleta de espíritus. Esto hace que el espectro de Eddie sea una ilusión generada por la propia Dani, fruto de su culpabilidad por su muerte, así como también por la vergüenza que siente por ser lesbiana.

Es su amor por Jamie, como también el aceptarse completamente a sí misma lo que hace que se enfrente a su «fantasma», arrojando las gafas de Eddie (que brillan debido a que esto sucedió en el momento de su muerte) a una hoguera, provocando que no vuelva a aparecer. Es un acto simbólico, pues en realidad, fue el superar sus miedos y su vergüenza por su sexualidad lo que hizo que Dani se perdonase a sí misma.

El otro fantasma es el Doppelgänger de Henry Wingrave (Henry Thomas), tutor legal de Flora (Amelie Bea Smith) y Miles (Benjamin Evan Ainsworth). Como le sucede a Dani, Wingrave se siente culpable de la muerte de su hermano Dominic y su cuñada Charlotte, quienes murieron en un viaje a la India.

Wingrave se acostaba con la esposa de su hermano, siendo Flora su hija biológica. Tras descubrirse la infidelidad, Dominic y Charlotte decidieron ir a la India para salvar su matrimonio. De ahí viene la culpa de Henry, si no se hubiera entrometido en esa pareja, tanto su hermano como su cuñada seguirían vivos.

Ese tormento interior provoca que salga un gemelo malvado cuando no hay nadie a su alrededor, que lo mantiene alejado de los dos niños. A diferencia del resto de personajes, Henry está recluido en su propia oficina, de la que sale para enfrentarse a sus demonios, provocando que el Doppelgänger deje de aparecer.