Rafael Durante, el abogado a quien San Rafael Guízar curó antes de que naciera
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Rafael Durante, el abogado a quien San Rafael Guízar curó antes de que naciera
Miguel Valera
Cuando aún estaba en el vientre de su madre, los médicos le diagnosticaron hidrocefalia y recomendaron acabar con él, abortarlo, para salvarla a ella, porque sería un embarazo de alto riesgo y traería a este mundo a un niño enfermo, con pocas posibilidades de sobrevivencia.
Con tristeza, dolor y preocupación, pero con mucha fe, su madre desatendió la instrucción médica y acudió en oración a monseñor Rafael Guízar y Valencia para pedirle por la salud de su hijo. El santo la escuchó y por su intercesión, el 8 de octubre de 1990 nació un niño sano, pleno, a quien le puso por nombre Rafael, en honor del santo.
Mientras va llegando a las vías del tren de la colonia Zapata, en Xalapa, el viernes 23 de octubre a las 17.53 horas, Rafael Durante Cessa, abogado de 30 años, me cuenta que es “hijo de un milagro” y que tanto su madre, Doris Cessa Barradas, como él ahora, le han mostrado su agradecimiento a San Rafael Guízar y Valencia con esta caminata de Huatusco a Xalapa, que han realizado a lo largo de varios años.
En esta ocasión, un grupo de 70 u 80 pobladores de ese municipio, con todos los protocolos sanitarios, por la pandemia del COVID-19, salieron a las 7 de la mañana del jueves 22 de octubre de Huatusco, una ciudad del centro del estado de Veracruz, ubicada a 84 kilómetros de Xalapa, la capital.
Luego de un recorrido de 13 horas, cerca de las ocho de la noche se quedaron a dormir debajo del puente de Los Pescados y a las 6 de la mañana del viernes 23 continuaron el recorrido. Además de los amaneceres y atardeceres, Rafael Durante Cessa y sus acompañantes se encontraron con los paisajes naturales del periplo y con la calidez y generosidad de mucha gente que les ofreció agua y alimentos.
Le insisto por el motivo de esta caminata y cuenta que “podría decirse que soy hijo de un milagro que se realizó hace 30 años. “Yo nací el 8 de octubre de 1990, hace 30 años. Cuando mi mamá estaba embarazada de mí se realizó unos estudios que arrojaban que yo venía con un problema de hidrocefalia. Se recomendaba salvaguardar la vida de la madre, porque el embarazo era de meses y de riesgo”.
“Mis padres no hicieron caso a eso y decidieron encomendarme a monseñor Rafael Guízar y Valencia, haciendo varias promesas. A los meses de haber realizado las promesas hubo unos nuevos estudios que arrojaron que el bebé venía sano, venía muy bien. Entonces nací un 8 de octubre, todo excelentemente bien y a los 5 años mi mamá empieza a caminar de Huatusco hasta Xalapa, se volvió peregrina también. En 1995 ella empezó a caminar y lo ha hecho en cinco ocasiones”.
“Crecí con esa historia y por eso me nació el deseo de ser peregrino en honor a monseñor Guízar y Valencia. Esta es la tercera peregrinación que hago. Me siento muy bien. Cada año tiene sus dificultades, son muy diferentes las caminatas. Algunas veces con mucho sol, algunas veces con mucha agua, algunas veces te lastimas, a veces vas bien, pero la cosa es llegar sin parar, con descansos pequeños de media hora, para llegar a la Catedral”.
El abogado de 30 años de edad nos cuenta que esta caminata Huatusco-Xalapa se ha realizado a lo largo de 29 años, con más de 120 o 130 personas. En esta ocasión, por las restricciones de movilidad, por la pandemia del COVID-19, el grupo se redujo a unas 70 personas.
Nacido en el seno de una familia religiosa, con raíces italianas y de estirpe sacerdotal, porque es familiar de los padres Arturo Cessa Barradas, René Cessa Cantón y Antolín Bernardi Castelán, Rafael Durante Cessa se siente contento de llegar a Xalapa, después de este recorrido de dos días desde Huatusco hasta la tumba del santo nacido en Cotija, Michoacán, en su tercera caminata.
—¿Qué le vas a pedir a San Rafael Guízar?
“Ya le voy pidiendo. Le voy pidiendo de todo, pero principalmente salud para mi familia, seguridad. Vengo orando por un tío sacerdote, el padre René Cessa Cantón, quien se encuentra un poco delicado. Le pido también salud por mis abuelos en estos tiempos de pandemia, y que me dé fortaleza para llegar a verlo otra vez”, concluye.