Sangre nueva zeta

AL PIE DE LA LETRA

Raymundo Jiménez

Sangre nueva zeta

El gobernador Cuitláhuac García ha venido reiterando una y otra vez, que en Veracruz ya se acabaron los pactos con grupos del crimen organizado que existían en administraciones anteriores.

Quién sabe si sus colaboradores y los funcionarios federales que participan diariamente en las reuniones de seguridad ya le informaron al mandatario veracruzano –¿o acaso lo ignoran? -, que en más de la mitad de los 2012 municipios de la entidad estas células delincuenciales pretenden imponer a sus candidatos a las alcaldías por diversos partidos, incluido Morena.

El 9 de noviembre pasado, en su informe sobre los dos primeros años de logros de la Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, García Jiménez precisó que en Veracruz tenían identificados a 6 grupos criminales que operan en la entidad, señalando al Cártel Jalisco Nueva Generación como «el más fuerte», aunque puntualizó que todos se han visto disminuidos.

Sin embargo, hace 17 días, en el gabinete de seguridad en Palacio Nacional, el general Audomaro Martínez, director del Centro Nacional de Inteligencia, present un informe detallado sobre Sangre Nueva Zeta, una organización criminal que no era nada hace dos años y que hoy , asociada al Cártel Jalisco Nueva Generación , se ha extendido por Veracruz, Puebla, Tlaxcala y San Luis Potosí, en los territorios dominados por los huachicoleros, de donde surgieron.

Pero, ahora, Sangre Nueva Zeta ha extendido su portafolio de crímenes al tráfico de cocaína, robo, secuestro y extorsión.

Ya no se considera una banda delictiva menor, sino una estructura que en poco tiempo adquirió fuerza, dinero, poder y capacidad de fuego, como consecuencia de la nula estrategia de combate al crimen organizado del presidente López Obrador.

Los inicios de esta organización se ubican desde julio de 2017, cuando el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes ofreció una recompensa de 1 millón de pesos para quien proporciona información que llevara a la captura de Roberto de los Santos de Jesús, «El Bukanas» , una expolicía municipal de Maltrata y quien desde entonces se ostentaba como líder de Sangre Nueva Zeta. Diez meses después, en mayo de 2018, Yunes Linares subió la recompensa a 5 millones de pesos para capturar al delincuente cuya organización criminal comenzó por descarrilar y saquear los ferrocarriles provenientes del puerto de Veracruz en la zona de Acultzingo, en las faldas del Pico de Orizaba.

Hace tres años fue implicado en siete ataques a las vías de comunicación con enfrentamientos con las fuerzas armadas; seis ataques a las vías de comunicación generales, un robo, una tentativa de robo y un ataque a las vías de comunicación sin enfrentamiento.

En aquella ocasión, Yunes informó que a través de un trabajo de inteligencia se logró establecer el organigrama de Sangre Nueva Zeta, integrado por varias expolicías estatales.

Por lo que, dijo, su gobierno había tenido que intervenir la corporación en Ciudad Mendoza, así como realizar investigaciones en el cuerpo policiaco de Acultzingo, para descartar que podría haber infiltrado fuerzas de seguridad locales.