5 CLAVES PARA LIBERARSE DEL RESENTIMIENTO
|- Librarse del resentimiento es posible. Es una tarea ardua, pero que vale la pena. Aquí recopilamos 5 claves para avanzar en la liberación y el perdón.
Veamos por qué liberarse del resentimiento es fundamental para vivir en plenitud. Mientras tengamos rencor en el corazón no habrá lugar para el perdón y para la limpieza del alma.
El resentimiento es una angustia, una tristeza que sentimos y que se manifiesta como una punzada de dolor que no se quita con analgésicos. A todos nos han ofendido en mayor o menor medida alguna vez. Solo que si el perdón no aparece, se comienza a gestar rencor y hostilidad.
Resentimiento: el rencor que nos pesa
El resentimiento es un recuerdo amargo y crónico de una injuria que hemos recibido y que el tiempo por sí solo no ha podido borrar. En el fondo, se alberga la esperanza de una venganza como forma de terminar con este sentimiento doloroso.
En este sentido, el resentimiento se caracteriza por generar un cúmulo de emociones negativas, como el odio, la bronca y la tristeza. Asimismo, el psicólogo y profesor Robert Enright manifiesta en su libro “The Forgiven Life” que la ira y los pensamientos negativos constituyen características centrales del resentimiento.
A esta altura, resulta claro que este rencor tendrá implicancias en nuestro día a día. Al margen de que nos sintamos abatidos y predominen sentimientos desafortunados, no estamos dejando lugar para las emociones positivas que nos hacen bien.
Con respecto a esto, Enright advierte que quienes guardan resentimiento pueden ver reducida su voluntad de tener un buen comportamiento con el prójimo. Del resentimiento al odio hay un trayecto muy pequeño, a tal punto que podemos cruzar la línea sin darnos cuenta de ello.
El resentimiento supone un peso enorme que no nos permite avanzar. Nos bloquea afectivamente y no deja que la sabiduría del tiempo cumpla su rol sanador. Liberarse del resentimiento nos quitará un exceso de equipaje que no nos pertenece y que solo nos lastima.
¿Cómo liberarse del resentimiento?
Liberarse del resentimiento no es tarea sencilla. Más que teórica es completamente práctica. Primero tenemos que tomar la firme decisión de querer terminar con él.
1. Aceptar el resentimiento
Lo primero que tenemos que hacer es reconocer que estamos resentidos y que esa situación nos está perturbando. Aceptar que nos han herido y comprender que no podemos vivir en el pasado es fundamental.
Afirmar que alguien nos ha lastimado sin razón y que albergamos sentimientos de venganza es el primer paso para deshacernos del resentimiento. Querer una venganza o represalia no nos vuelve malas personas, sino que confirma que somos seres humanos y que tenemos mucho que aprender.
2. Analizar lo ocurrido
Mientras más tiempo trascurre desde el momento de la ofensa, más fácil deberíamos encontrar la objetividad para analizar lo que ha ocurrido. Podríamos preguntarnos qué sucedió y por qué.
Identificar al agresor en un contexto que nos permita entender los motivos de su comportamiento es un paso de madurez. ¡Cuidado!, pues no se trata de justificar, sino de adoptar una conducta empática hacia el otro.
La intención de este análisis podría ser la de disociar al agresor del agravio que ha cometido, entendiendo que su conducta no lo define como persona. La idea es tener un panorama más amplio en el que revisemos su pasado, sus costumbres y sus otras actitudes. De esta forma podremos ver con claridad si solo fue un hecho aislado y desafortunado o bien una actitud habitual.
3. Expresar el dolor que se experimenta
Exteriorizar el dolor, la decepción y la tristeza que sentimos es una excelente forma de eliminar el resentimiento. Toda expresión sirve para canalizar las emociones negativas que nos genera el rencor.
4. Aprender a perdonar a los demás y a uno mismo para liberarse del resentimiento
Podríamos decir que perdonar es un arte, una filosofía de vida saludable que nos permite mantener mente y corazón en paz. Todos hemos sido ofendidos y hemos ofendido a alguien, por más que no haya sido nuestra intención.
Equivocarnos forma parte de la humanidad que nos representa. Sin embargo, el perdón también nos identifica como seres humanos y lo otorgamos muchas veces de forma inconsciente. Tenemos que vivir el perdón de forma más cotidiana y terrenal.
Primero perdonarnos a nosotros mismos y permitirnos fallar. Me perdono porque me he equivocado y asumo el compromiso de intentarlo de nuevo y tratar de hacerlo mejor.
Perdono a quien me ha ofendido para liberarme del rencor. Se nos abren nuevos caminos y nos liberamos de prejuicios y actitudes que nos limitan. Encaminamos la energía que nos rodea hacia situaciones que nos generen bienestar.
5. Acudir a terapia
Es importante que, si sientes que no eres capaz de gestionar el resentimiento por ti mismo, busques la ayuda de un profesional. Deja de lado el orgullo y permite que te ayuden a terminar con el resentimiento que solo te está causando daño.