EL MISMO ATRACO CON LA LUZ, SE APLICA EN AGUA POTABLE
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RAUL GONZALEZ RIVERA
EL MISMO ATRACO CON LA LUZ, SE APLICA EN AGUA POTABLE
Ojalá hubiera un cardenal del sistema político mexicano que tratara de imitar la enjundia con que el abogado Manuel Bartlett Díaz ataca a los funcionarios corruptos que enriquecieron en el pasado con la entrega de la CFE a la iniciativa privada, en el área del agua potable, en donde se cobran tarifas hasta por cuatro veces más altas que en la energía eléctrica.
El último viernes, la conferencia de prensa mañanera –a diferencia de otros fines de semana- resultó explosiva, porque el ex asociado del PRI, PT y PRD tronó y fuerte contra los contratos leoninos-acusó- que se firmaron en los gobiernos de Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, aunque incluyó en el listado a los regímenes que administraron al país en el periodo “neoliberal”.
Como en sus momentos estelares de fogoso orador, el ex gobernador de Puebla dio duro y tupido a las privatizaciones en materia eléctrica, al grado, pronosticaría de antemano, que CFE lo más seguro es que bien podría pasar al sector privado, pero eso sí, con subsidio del gobierno de la república.
El tema era las privatizaciones en la industria eléctrica, con riesgo de que la CFE tuviera que desaparecer. En su lenguaje también cupo el recordatorio que la defensa y rescate de la empresa, se hace sobre todo en favor de los pobres. No es posible que paguen más los usuarios de la zona rural del país, que las grandes empresas como Walmart, por sus consumos.
Sin duda, el ex secretario de gobernación con el presidente Miguel de la Madrid Hurtado, logró una mañana con corte de rabo y orejas, a sus 83 años de edad y con cuya intervención se confirma su convicción política que de por vida ha demostrado uno de los tres dinosaurios del sistema político nacional, al lado de Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que quedan aún vivos.
Por supuesto, al otro lado del abanico, aparece otro de los grandes negocios que regímenes priistas y panistas explotaron a placer, consistente en el fraudulento cobro que de siempre aplicaron sobre todo en los últimos 40 años, en lo que hace a las tarifas por consumo de agua potable.
Cada que se registraba un proceso para elegir alcaldes municipales particularmente, la cantaleta de la propaganda de los opositores a las fórmulas de la izquierda, sería que se reducirían las tarifas del líquido potable, bajo la argucia elevada por los políticos con su discurso en las correspondientes campañas preelectorales, en el sentido de que el vital líquido es un bien de la nación mexicana y, por tanto, es de todos los habitantes del país.
Por supuesto, que en la aldea xalapeña, tampoco el tema pasó desapercibido así que los tiradores a huesos que roer en la actual administración, beneficiarios directos de la ola López Obradorista, les entregó las jugosas chambas, que ya en sus manos, dijeron nones, no hay tal baja en tarifas, sino todo lo contrario. El alza se ajusta con cualquier pretexto, con o sin consentimiento del cabildo o la legislatura estatal. Viva la dictadura. Acotó un funcionario de la CMAS, ex recluso de Pacho Viejo, acusado de cometer actos de corrupción y pillaje, en sus otros tiempos, como socio del PRI y encargado de aplicar los incrementos cuando les viene en gana a los señores administradores del sistema, como ahora viene sucediendo.
EX FÁBRICA DE SAN BRUNO, HOY ESCONDRIJO DE VICIOSOS
El espacio que fuera explotado como la fábrica de hilados y tejidos, allá en área perteneciente al antiguo y poderoso barrio de El Dique, también ya lleva poco más de 50 años de constituir un escondrijo para los llamados vagos y malvivientes, viciosos y consumidores de drogas enervantes, pasto diario para ser motivo de explotación por parte de malos elementos sobre todo de la policía municipal, según hacen constar vecinos del histórico rumbo.
El entonces alcalde Américo Zúñiga Martínez, inclusive, alertó a la gallera con el anuncio de que el local de la ex fábrica de San Bruno lo convertiría en un salón de convenciones cosa que no hizo, pista de saraos familiares o que se le diera como destino la expectativa de convertirse en una cancha para futbol, parque de béisbol o simplemente un lugar para la recreación de las familias, que tanto están haciendo falta sobre todo en estos días de pandemia.
Cuando Xalapa contaba con un tres por ciento de su población dedicada a la producción agropecuaria, se contaba con cuatro congregaciones rurales, pero una vez que hasta los campesinos de Chiltoyac, se deshicieron de sus terrenos, para venderlos al ayuntamiento de la ciudad y asentar allí “el relleno sanitario”, también es que las factorías o fábricas legendarias de la ciudad, ya habían cerrado sus puertas.
Los xalapeños que han amado a su ciudad, de siempre, recuerdan que las dos fábricas de hilados y tejido le dieron a la capital del estado lustre y fama ante el resto de las entidades estatales aledañas, así como que sus productos eran llevados para su comercialización a las grandes tiendas y tianguis de la ciudad de México y el estado de México.
Las fábricas de El Dique y la de San Bruno, daban oportunidad de emplearse a centenares de obreros hombres y mujeres, cuyos productos, inclusive muchos de ellos, eran expuestos para su venta en los mercados de la localidad. Entonces el desempleo era inexistente y la pobreza de las mayorías disminuyó considerablemente. Recuerdan muchos que a la par se registraba la siembra, cultivo y cosecha de grandes toneladas de café, en los terrenos del total de la zona de las Animas, desde hace 25 años transformada en una plancha de cemento.
Empero, vinieron los cierres de las actividades productivas y los gobiernos de Marco Antonio Muñoz T., Antonio M. Quirasco y Fernando López Arias nada pudieron hacer para evitar que las fábricas de San Bruno y El Dique cerraran sus puertas.
Desde entonces, hace más de medio siglo, San Bruno se convirtió en un escondite de adictos y El Dique, fue convertido por el gobernador Rafael Murillo Vidal, en un parque de diversiones infantiles, al que dicho mandatario impuso el nombre de su esposa, la señora Virginia Cordero de Murillo Vidal. ¡Qué le parece?
ANTES QUE CAMPAÑAS POLÍTICAS, COMBATE AL CORONAVIRUS
En la gente hay un orden de prioridades que no incluye en ninguno de los tres primeros lugares las campañas políticas, y por ende, muestra total ignorancia o importancia a saber quiénes son los candidatos.
La propaganda reza que los mexicanos están ante la elección monstruo en comparación a todos los tiempos. En esta no irá el nombre de AMLO, así que el común de electores considera que no tiene compromiso con ninguno. Además, todos son iguales, repiten una y otra vez, sin reparar en siglas partidarias o si volverán a contender socios priistas, albiazules, perredistas o del color y sabor que usted quiera.
Si se trata de padres de familia, están con desgarre de camisetas, porque el año que se fue escolarmente sirvió para nada a sus hijos de la escuela primaria, secundaria y el bachillerato. La flojera se institucionalizó. Las secundarias y bachilleres, mostraron un importa-madrismo casi total sobre la lectura de sus libros.
Hay especialistas en diversas asignaturas de carácter social, los cuales confirman que en el campo de la lectura las cosas siguen igual o peor. Esto es que los jóvenes de entre los quince y 29 años de edad, definitivamente no leyeron un solo libro. Y en la escuela primaria, la deserción dejó a más de 250 mil niñas y niños, sin ir a sus clases. No fueron. Nomás así abandonaron no solo las aulas presencialmente, sino también, las clases por internet sencillamente no les importaron o como se acusa que el 25 por ciento de educandos, carecen de recursos para haber comprado una computadora.
A la crisis económica, sobrevino la caída de la lectura de los libros, como también prácticamente son contaditos con los dedos de una mano, quienes leen periódicos. Menos aún los estudiantes del nivel escolar que usted quiera y mande. La comida, el empleo y el vestido constituyen los tres valores sustanciales a cubrir por la enorme cantidad de niños, adolescentes y jóvenes porque pese a las facilidades que les brindan institucionalmente, para acudir a las aulas no presenciales, el ausentismo se considera de muy lamentables proporciones, lo que deriva en una baja calidad educativa, cultural y emocional en todos aquellos.
Por cuanto hace a las campañas políticas, la población civil está harta de escuchar las mismas promesas, la difusión de un discurso engañoso, algo que de siempre han recibido pero con la certidumbre de que sus modos de vida siguen igual, que en un pasado, entre la pobreza, la falta de oportunidades y la carestía de la vida que incluye la comida, el vestido y los servicios elementales de agua, luz eléctrica y que sus calles, por una vez reciban la visita de quienes se proponen como abanderados a ocupar cargos edilicios y curules. Es todo.