SIGUE SIN ACLARARSE POR QUÉ LA TALA DE DECENAS DE ÁRBOLES EN LA NORMAL

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

SIGUE SIN ACLARARSE POR QUÉ LA TALA DE DECENAS DE ÁRBOLES EN LA NORMAL

                La tala que a hurtadillas se realizó en los jardines y áreas arboladas de las instalaciones de la Escuela Normal Veracruzana, sigue siendo un misterio, ninguno de sus timoneles y directivos quiere explicar el porqué del atentado cometido en contra de la riqueza forestal, que otrora ostentó la benemérita institución forjadora de los maestros reconocidos por ser de convicción y no de simples asalariados.

                Hay quienes se preguntan qué diría el maestro Enrique C. Rébsamen de este ataque al rostro amable, natural y fresco de la zona arbolada echada abajo, bajo la pala y el pico. Algo no encaja, pero tampoco podrían decir algo los viejos y respetados maestros, ya idos del plantel y de este mundo, destacados todos, como José Acosta Lucero, Próspero Cabañas Medina o el también respetado pedagogo Arnulfo Pérez Rivera y el sicólogo Romo Ramírez Jiménez.

                Todos ellos, en compañía de la maestra Laura Mora Muñoz, suscribieron importantes páginas en la historia del plantel. Don Teodoro Lavoignet Naveda, su hijo el profesor Lavoignet Ruiz, el maestro Vicente Salcedo y González, todos ellos fieles salvaguardas del prestigio y las bellezas naturales que entrañan todavía los interiores de la Normal Veracruzana.

                Sus enseñanzas, eran ministradas con la sabiduría del estudioso, entregado a la lectura de los libros, más por vocación que por las razones que ahora surgen profesores del sistema, como arroz. Empero, la impartición de la cátedra, en la Normal y en la escuela preparatoria, iba apoyada no solo en la sapiencia, sino en algo más, que fue el convencimiento, la vocación para dictar la cátedra con singular emoción, pasión por los planteles en los cuales se desempeñaron con el objetivo de alcanzar la formación de sus educandos.

                Empero, una de las actividades que en la Benemérita institución, sus maestros enseñaron a sus alumnos, primero fue hacer producir a través de su granja los productos básicos de una dieta, que en mucho el pueblo se abastecía, con las ventas, de las cuales profesores y alumnos se encargaban de atender y generar alimentos básicos de la dieta de las familias xalapeñas.

                Puede decirse que la siembra de árboles, pinos, ahuehuetes y otros ejemplares gozaban de un centenar de años, pero nunca se ha dicho, porque los derribaron, bajo la sospecha de que la tala, la llevaron a cabo en un día primero de mayo, es decir, cuando los trabajadores descansaban, por ser precisamente el día del trabajo.

                Algunas decenas de leñadores aparecieron en los jardines de la Normal, y procedieron a ejecutar la tala que antes ni posteriormente a ésta, han dicho o aclarado   porque se hizo a sabiendas de que la población en general, se dio muchas veces a la tarea de estar vigilante  del  daño como en este caso, acusa que se produjo en un área de la naturaleza, más aún, cuando el aire que se respira en Xalapa, se encuentra severamente infestado de contaminación, al grado de que se compare a la ciudad, con las dos entidades más envenenadas del país, como sucede en Guadalajara, Jalisco y Texcoco en el estado de México. Esperemos.

CUANDO “GRÁFICO DE XALAPA”, OFRECÍA FIESTA EN HONOR A LAS MADRES XALAPEÑAS

Una de las páginas que perduran con el paso de los años, en la mente y corazón de muchas familias, eran los festejos que con motivo del día de la madre rendía y sigue rindiendo el matutino que usted tiene en sus manos.

El periódico no solamente difundía, como lo sigue haciendo las noticias más importantes del momento para un público lector, que permanece fiel a las páginas de un medio exitoso, porque aun pese a las adversidades continúa llegando a los hogares de quienes lo consideran su medio, para reflexionar sobre las noticias, los reportajes y las opiniones de sus columnistas y reporteros.

Empero, volviendo a la raíz del tema, muchos años fueron los que la casa editorial, a cargo  del maestro José Luis Poceros Domínguez, se hizo presente en los escenarios públicos, ya fuera en el área del parque de los Tecajetes, el Teatro del  Estado y algún otro recinto, en los que se dieron cita los conjuntos musicales, las voces de cantantes y la conducción ya histórica de la voz de la maestra Elvia Fernández Aguirre, haciendo dueto con Agustín Contreras  Stéin, en la narración del programa, la lluvia de regalos y la presentación de los artistas, que hicieron pasar horas inolvidables a infinidad de mujeres, madres de familia y hermanas y amigas de éstas.

Cuando algunos preguntan sobre este espectáculo que anualmente se presentaba con patrocinio de este medio, la nostalgia vuelve a hacerse presente, porque a la par de difundir un diario con la noticia del día, igual, el gesto festivo, no escapaba para brindar a la sociedad, no solo tantas páginas de lectura, sino que se quedó en la mente de no pocos, como el medio que igual, dedicaba horas de música y fiesta a las madres, en su día.

Viene al recuerdo lo anterior, porque a la par que de siempre  la casa editorial ha hecho un periodismo  objetivo, veraz, con lenguaje claro y sencillo, el que habla la gente, pero que vale reiterarlo, porque en estos espacios, la sociedad que carece de voz, aquí en las líneas de las notas que difunde, tiene la oportunidad de hacerse sentir, rendir una opinión o elevar un cuestionamiento a la autoridad que incumple, al funcionario que engaña, el demagogo, que promete por solo lucimiento personal y no realiza la obra en favor de la sociedad.

En momentos, en que para el grueso de los medios informativos, se experimentan difíciles condiciones para seguir sosteniéndose, resulta bastante gratificante saber que existen los empresarios y profesionales del oficio, que sin aspavientos, dentro de su sencillez característica, continúan en la brega tratando de ejercer una de las actividades más completas, pero incomprendidas por no pocos, en un país, que se precia de convivir en un clima de democracia y plural.

Sin duda, un régimen de gobierno, una sociedad, sin libertad de prensa, incurre donde se dé en la fatídica práctica de un sistema de dictadura. Al tiempo.

LA ÚLTIMA VEZ QUE UN HISTORIADOR INVOCÓ LA REVOLUCION CUBANA Y A LOS CASTRO RUZ

Los mexicanos y particularmente los xalapeños, todos estudiosos de la vida y lucha contra el imperialismo yanqui y los propios gobernantes de la isla caribeña de Cuba, se hicieron notar durante los  álgidos días de la lucha estudiantil del 68, convocando al uso de las armas en contra de la palabra y el discurso priista,  los dictadores representados por sus gobernantes y clamando por las banderas de los Castro Ruz, Ernesto Che Guevara y el grupo de guerrilleros que habrían hecho estallar la revolución caribeña para librar a los mexicanos de las injusticias.

En la memoria de numerosos universitarios, cobra relevancia, la imagen del entonces historiador y abogado Carlos Domínguez Milían, enarbolando la bandera de México al lado de la enseña patria de los cubanos, para clamar públicamente, porque la guerrilla de los hermanos Castro Ruz y el grupo de rebeldes que salió de Tuxpan de Rodríguez Cano, incursionara con éxito en la selva de sierra maestra del país caribeño e irrumpiera, echando fuera al dictador Fulgencio Batista.

Carlos Domínguez Milian, saldría del viejo edificio que ocupaba la facultad de Historia de la UV, de la calle de Bravo, con rumbo al centro de la ciudad, encabezando a decenas de estudiantes del bachillerato, para condenar la matanza de Tlatelolco, pero igual los excesos y abusos cometidos en contra de los estudiantes y su derecho de hacer la lucha, contra las actitudes indolentes de los malos gobernantes.

Ambos países, afrontaban difíciles condiciones en aquellos ayeres. La dictadura de Batista y la que ejercitaban funcionarios priistas en México, ensombrecía sobremanera la paz social, la tolerancia y su aceptación. Luchas paralelas de dos pueblos que podían armonizar, pero de ninguna manera reconocían a los gobiernos de dictadura.

 Domínguez Millian lo sabía, así que pisaba piso sobre firme, ponderando el sentir de la gente del pueblo en ambos países, más condenando la actitud de sus gobernantes llamados a dirigir los destinos públicos, como serviles y no servidores públicos del pueblo, con respeto hacia los derechos humanos, la democracia y la pluralidad. Aquí y en la isla de Cuba.

Y la imagen que brinda el trinomio de dictadores al resto del planeta tierra, no es nada aconsejable. Las razones huelga decirlo, no son las mejores, cuando se asegura que si el total de cubanos pudiera fugarse de su país, lo harían gustosos, porque cumplen casi 70 años de ignorar en que consiste la libertad, amén de que los amos de ambos países, además de mantener hundidas en la miseria a las mayorías aplastantes.

Asimismo, las malas condiciones que experimentan los ciudadanos, los empujan a imaginar y aspirar a que algún día se amanecerán en brazos de Morfeo, en un país de educación y cultura y algo más que debe ser habitar en un ambiente de orden, pero democrático, gozar la paz social, pero con las libertades de ser, opinar, escribir y cuestionar, en qué falló la revolución que sigue siendo el sueño anhelado desde hace más de siete décadas. Es todo.