PUDO HABERSE RETRASADO EL SISTEMA DF SALUD, AL NO TOMAR MEDIDAS DE PREVENCIÓN

  • ” La manipulación mediática hace más daño que la bomba atómica, porque destruye los cerebros”: Noam Chomsky

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

PUDO HABERSE RETRASADO EL SISTEMA DF SALUD, AL NO TOMAR MEDIDAS DE PREVENCIÓN

Nadie tiene la verdad absoluta, pero se presume- lo dicen especialistas ajenos al gobierno-  que se hayan retrasado en instrumentar acciones de contención y prevención para que en México no se registrara la cantidad de contagios, que ahora se sabe registra el país todos los días.

                Si no hay caos y el sistema de salud, no se colapsa, se debe en buena medida que aunque tenuemente, se insista en que la triple vacunación- para quienes ya la recibieron- los ha colocado en una situación más generosa, menos crítica, pero que al final del día, los efectos y consecuencias que acarrea la nueva cepa Ómicron, pueden ser similares o de mayor riesgo, que los padecidos o sufridos por el contagio de la covid 19.

                La variante Ómicron,, puede ser mucho más peligrosa, debido a la facilidad con que se contagia. Nomás en un día, México registró 30 mil casos nuevos de pacientes contagiados y la ocupación de camas en hospitales públicos, rebasa el 70 por ciento en la ciudad de México.

                Es preocupante, que la secretaria de salud de la CDMX haya apenas dicho que se trata de una enfermedad apenas perceptible, con una gripa ligera y que en el mayor de los casos no requiere el paciente de ser hospitalizado.

                Lamentablemente, la información no llega a todos los mexicanos, pero deben saber que la cuarta ola en países europeos de occidente, lleva cuatro y cinco semanas, en Estados Unidos otra suma similar, y en México, habiendo tenido el tiempo suficiente para prepararse y enfrentar la embestida de la nueva cepa de la covid 19, no lo hizo y ahora se tienen los registros, que en determinados círculos causan una verdadera alarma.

                Para los voceros del sector salud, el problema no es de consecuencias fatalistas, es ligero, si acaso un dolorcito de garganta, alguna temperatura, pero sin alcanzar las temperaturas, que exijan la hospitalización del paciente. Por supuesto, que la triple vacuna, que ya fue aplicada en 51 por ciento de la población, está sirviendo para evitar que la nueva cepa tenga los alcances que logra por caso, en los organismos de personas, que sistemáticamente han rechazado la aplicación de la vacuna anti-covid.

                Por caso, la medida oportuna dictada por el alcalde Ricardo Ahued  Bardahuil, para que en Xalapa sean cerradas las puertas de antros, cantinas y otros centros de diversión, a los que  acuden principalmente, centenares de jóvenes, particularmente, es buena, no obstante que a la ligera también sus destinatarios truenen porque se les están violando derechos y garantías individuales.

 Pamplinas, muchos, no se quieren percatar de las dimensiones que puede alcanzar y que por varias semanas, están afianzando las nuevas cepas de la covid 19 y menos numerosos de los timoneles de las instancias del sector sanitario público, de la peligrosidad que entrañan los contagios que se estén dando en cascada, sobre todo en un país, sin más herramientas para combatir la epidemia que portar un cubre-bocas, lavarse las manos y guardar la sana distancia.

EL PROBLEMA ES QUE HAY UN SISTEMA DE SALUD PÚBLICA ABANDONADO Y SIN MÉDICOS

Para los  espectadores, el problema lo han entendido y bien: no hay un sistema de salud que no solo no pueda compararse con los que se registran en naciones de los países del primer mundo, sino que además, el régimen de turno en los últimos tres años ha dicho que se encuentra en ruina, es decir, que sus hospitales carecen , los equipos de primera línea y faltan de manera  impresionante los médicos especialistas y que los galenos generales, tampoco alcanzan para cubrir las exigentes necesidades del sistema de salud.

Aun en los regímenes de dictadura como es el cubano, bajo la bota del comandante Fidel Castro Ruz, éste al asumir el mandato nacional del país caribeño, sostendría en su discurso que un pueblo para vivir en el confort y alcanzar la felicidad, debía contar con dos rubros al máximo de su disfrute y los citó como el destinado a ver por la salud y el otro, relativo a la educación de sus pobladores.

Luego de tomar el poder, tras la lucha que los guerrilleros cubanos llevaron a cabo en sierra maestra de la isla caribeña, en enero de 1959 los Castro Ruz tomaron el poder central e instalaron el régimen que perdura ya por más de 60 años ininterrumpidamente.

Al encuentro de los problemas nacionales en Cuba, el comandante en jefe, ordenó que se abrieran tantas aulas escolares como fuera posible, como sucedió en edificios y casas de particulares, que la revolución tomó como suyos, para dar inicio al que sería el sistema por todos conocido del socialismo. Viejos, ancianos, jóvenes y adolescentes, fueron prácticamente obligados para asistir a la escuela y aprender las primeras letras.

Con el paso del tiempo, Cuba ofertó al grueso de naciones latinoamericanas, que ya contaba con los suficientes profesionales en las distintas áreas del conocimiento, no solamente para atender las exigencias de sus habitantes, sino también, que proponía al resto de países latinoamericanos, que padecieran de la ignorancia de sus gobernados, por falta precisamente de escuelas y facultades, en cuyas aulas, fueran formados más médicos, ingenieros, profesores y otros profesionales con sus diversas especialidades.

Lo suyo ocurrió en el sistema de salud pública, al conformar los cuerpos de médicos y enfermeras, que a la postre no solo pudieran atender a los habitantes de la isla, sino que además pudieran salir de su país, con rumbo al resto de naciones que los requirieran, como sucedió en numerosas etapas del régimen socialista, cuyos galenos sirvieron eficiente y profesionalmente a ciudadanos de países pobres sobre todo de América Latina.

México, arrastra feos déficits en la asignatura correspondiente al sector salud, sin embargo, es la hora en que los expertos del gobierno, nada han dicho sobre cómo evitar este serio déficit, amén de que los hospitales públicos, adolecen de las suficientes camas y equipos para los escasos especialistas, que como se sabe, no se preparan en seis años, sino en once, doce o quince años.

Sigue la sociedad azteca, a la espera de las alternativas de solución a un tema sobremanera indispensable, si en verdad se quiere contar con pueblo sano, alegre y optimista, porque en este momento, continúa sin saber a ciencia cierta, que algo semejante vaya a ocurrir en un plazo próximo. Al tiempo.

¿LOS MERCADOS DE ABASTO ALIMENTARIO, SON O NO SITIOS DONDE HAYA MÁS CONTAGIOS?

Si bien es cierto que el encierro o confinamiento total de la gente, no se puede dar por aquello de los daños que causa en la emoción, sensibilidad y condición humana, una pregunta que pudiera parecer inocente, se la hacen muchos en el sentido de que los mercados de abasto de la ciudad, acaso están libres de contagios, siendo que a estos arriban centenares de consumidores todos los días, al grado de abarrotar sus interiores y alrededores de éstos.

Vea usted, que el anterior alcalde dejó a la comuna que encabeza Ricardo Ahued una bombita de tiempo, con los comerciantes que volvieron a tomar como suyas las calles que rodean los mercados de la ciudad, sin que tengan un control sanitario, como puede apreciarse con las filas que se forman para arribar hasta sus locales y demás puestos instalados para la vendimia de las frutas, legumbres y verduras con que se satisface la necesidad-se dice- de los hogares de la ciudad.

En realidad, para los ojos de numerosos visitantes, Xalapa además de ser rehén de los taxistas, igual, se asemeja a un tianguis a semejanza de la lagunilla de la ciudad de México, pues por el lado que usted quiera ver a la capital del estado de Veracruz, se le encuentra invadida por los mercados, lo cual funcionó y bien en los primeros 50 años del pasado siglo XX, si usted quiere pero posteriormente, dichos centros comerciales impusieron a la ciudad el sello de parecerse a un rancho grande, pero sin organización.

Entonces no había súper mercados ni plazas comerciales y su población no rebasaba los cien mil habitantes. Todo mundo se conocía entre sí, los barrios conformaban parte de la decoración humana y la gente era bien avenida, se ayudaban unos a los otros, ajenos a la frialdad en las relaciones humanas, que ahora suele ser una constante en cualquiera de los cuatro costados de la ciudad.

Nadie imaginó que cuando llegaron los mercaderes de los estados de Puebla, Tlaxcala y el estado de México, igual, sobrevendría la expectativa de un colapso, porque con sus huestes de vendedores se abocaron a tomar como suyas las principales calles del corazón de la ciudad y por supuesto, los alrededores de los mercados, que sin aquellos, seguramente  pudieran ofertar una imagen diferente a la capital, de colores, olores y mejor atención a sus vastas clientelas que cotidianamente se dan cita en dichos espacios, pero que ahora con la pandemia, bien pudieran operar eficientemente como focos de contagio, lo cual representa  un grave riesgo para el grueso de la población y de quienes se encuentran de paso por la otrora Atenas veracruzana. Es todo.