A DOLORES VEINTIMILLA DE GALINDO

Patricia Orellana

Aunque ruedes mi cabeza

por tus calles,

arrastraré conmigo

tus viperinas lenguas

e invocaré los conjuros

del tiempo

para exorcizar los atavismos

de tu vientre.

Aunque revuelques  mi nombre

por tus calles

y crujas entre las piedras

tu crueldad y tu blasfemia,

un céfiro de mi agonía

resucitarán las cenizas

de tus mártires.