Amado Nervo, el poeta de la nostalgia
|- Manantial entre arenas
Alberto Calderón
EL DETALLE
Amé, fui amado,
el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, estamos en paz!
En paz, fragmento, Amado Nervo
Su verdadero nombre era Juan Crisiostomo Ruíz de Nervo y Ordaz, nacido en Tepic, que en ese entonces pertenecía al estado de Jalisco el 27 de agosto de 1870. Fue partícipe del movimiento modernista, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua; por residir en el extranjero no pudo ser miembro de número. Su facilidad para las letras lo hizo muy versátil, escribió varios géneros literarios como la poesía, el ensayo, la novela y el cuento.
Descendiente de una vieja familia española que se estableció en San Blas a principios del Siglo XIX, hizo sus estudios iniciales en su tierra natal después en varias ciudades del vecino estado de Michoacán, curso dos años la carrera de Abogado, regreso a Tepic para hacerse cargo de los bienes familiares, posteriormente viaja a Mazatlán en donde inicia su carrera como periodista en El Correo de la Tarde en 1894. Escribió en los principales periódicos de la época, hizo cuento, semblanzas, artículos humorísticos, reseñas teatrales, crítica de libros, artículos de dialogo, crónicas, etc. Instalado en la ciudad de México conoció a Rafael Urbina, Juan José de la Tablada y a Manuel Gutiérrez Nájera, de este último leyó unos versos en el primer aniversario de su muerte que le merecieron el aplauso de los poetas siendo el punto de partida de su ascenso en la lírica. Entabló amistad con Oscar Wilde y amigo entrañable de Amado Nervo.
Algunos de sus biógrafos refieren que contaba con una doble característica literaria, una de ellas el Nervo poeta y otra el Nervo prosista, cada una de las cuales fue cultivada con esmero y gran pasión.
¿Cómo inició su vida literaria? Un hombre de las alturas de Amado Nervo, aprendiendo a leer y esto lo hizo en un recetario de su madre llamado La cocinera poblana; desde pequeño se inclinó por la poesía, su hermana en una ocasión encontró los versos de Nervo y los leyó en una sobremesa ante la rabieta de su autor que salió a esconderse por la pena. Otra de sus facetas de juventud lo fueron su aparente vocación por la teología que lo llevó cursar un año de sacerdocio, rompiendo con su pasado de poeta, destruyendo lo escrito hasta el momento.
Las osas dieron un giro cuando toma fuerza su poesía y la experiencia adquirida en sus publicaciones periodísticas, escribió un poema en francés llamado “Reffinement” que fue publicado en su poemario Mística que provocó la condena de la iglesia católica al grado que el obispo de Tepic condenó el libro y excomulgó al autor.
Amado Nervo escudriño varias propuestas poéticas algunas científicas, algunas astronómicas otras microscópicas, contaba Alfonso Reyes que dictó una conferencia en la Sociedad Astronómica de México con el tema “La literatura lunar y la habilidad de los satélites”, una obra de ficción que causó gran expectación.
Un escritor muy reconocido en toda Iberoamérica y esto quedo como un reconocido evento a la posteridad a partir de su fallecimiento ya que se le ofrendaron reconocimientos que duraron un poco más de seis meses, todo inició con su fallecimiento el 24 de mayo de 1919, en ese país el presidente en turno encabezó el duelo y declaró luto nacional, hondeando las banderas a media asta el Congreso lo nombró “El príncipe de los poetas continentales”.
Viajó por mar a México en un navío uruguayo escoltado por otros dos uno cubano y otro argentino, se le hicieron reconocimientos en varios países sudamericanos por donde hacía escala la embarcación. Llegando a Veracruz fue recibido en forma multitudinaria para trasladarlo a la ciudad de México en donde lo esperaban alrededor de 300 000 mil personas en su exequia funeraria.
Ha llegado el momento de dejarte
nuestra labor del año está cumplida
somos el escuadrón blanco
que parte con la nostalgia
de la despedida.
Amado Nervo