La gran epopeya de Diego Rivera; los murales de la SEP

  • Navarrete dice que ahí se consolidó el estilo del pintor, quien “saboteó a sus colegas” para hacer el trabajo él solo.

CIUDAD DE MÉXICO.

La realización en 1923 de los murales plasmados a lo largo de los mil 500 metros cuadrados del edificio sede de la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue para Diego Rivera (1886-1957) “una aventura, su gran epopeya y la consolidación de su estilo”, afirma en entrevista Sylvia Navarrete.

La crítica de arte comenta que el pintor confeccionó estos murales en más de 120 paneles, en dos patios de tres pisos cada uno, en menos de cinco años, mientras hacía otros en Chapingo.

“Era como un titán. Aquí abarcó el fenómeno del sincretismo, el proceso del mestizaje, la idea de una nación unificada y la geografía mexicana en toda su variedad”.

Esta obra monumental será el tema de la conferencia “Diego Rivera, José Vasconcelos y los murales de la SEP”, que se realizará el 13 de mayo, a las 18:00 horas, en El Colegio Nacional, con la participación de Navarrete, Renato González Mello y Luis Vargas Santiago.

Esta actividad forma parte del ciclo “Cultura y Revolución. A cien años de la fundación de la SEP y la muerte de Ramón López Velarde”, coordinado por Juan Villoro y Javier Garciadiego, que se llevará a cabo del 10 al 14 de mayo y será transmitido en vivo a través de las plataformas digitales de la institución.

La curadora destaca que los murales de la SEP marcaron la transición al Rivera maduro, pero también significaron un cambio político, estético e ideológico para el artista.

“En el primer patio recrea los oficios: los trapiches, los tejedores, los teñidores; y las actividades según la zona del país: la minería, la agricultura, la zafra y las fundidoras del norte. Propone al trabajo como una tarea gratificante.

“El segundo patio está dedicado a las fiestas. Construye una leyenda alrededor de la Revolución, introduce al pueblo como personaje genérico, una masa unida que tiene una especie de valor moral, en la que la maestra rural ocupa un lugar central y glorifica al obrero”, detalla.

Sin embargo, aclara que detrás de estos murales hubo una grilla tremenda. “Se empieza a perfilar una especie de caudillismo de Rivera, porque él quiere ser el protagonista y, finalmente, se adjudica toda la superficie. Había un acuerdo de que sería una obra colectiva, con Jean Charlot, Amado de la Cueva y Xavier Guerrero, pero la colaboración se vio truncada. El primer patio le correspondía a Rivera, y el segundo a los otros tres.

“Pero con la excusa de que los demás eran incapaces de sostener un ritmo como el suyo y por problemas de la transición del gobierno de Álvaro Obregón al de Plutarco Elías Calles, con el que algunos artistas no concordaban, se les despidió y Rivera se quedó con los dos patios y mandó a volar lo que se había pintado, excepto tres obras. Se puede decir que él saboteó a sus colegas”.

La exdirectora del Museo de Arte Moderno considera que esta controversia empezó en 1921, cuando dieron vida a los murales de la Escuela Nacional Preparatoria, ubicada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, cuna y auge de la primera etapa del muralismo mexicano.

“Cuando Rivera regresa de Francia, tras 15 años, quiere retomar sus raíces, liberarse del formalismo cubista y estar en contacto con el mundo indígena y la cultura prehispánica. Le pide a Vasconcelos que le dé muros para pintar, se quiere integrar al espacio donde ya están trabajando otros creadores.

“Le ofrecen el anfiteatro Simón Bolívar de la Preparatoria y pinta un mural en encáustica, La creación. Pero no se queda satisfecho, porque le parece anacrónico y está influido aún por referencias bizantinas y renacentistas, que acaba de ver en Italia”, explica.

Ahí existió “una oposición feroz de los estudiantes, que pasaron a la acción directa y vandalizaron y destruyeron ciertos murales. Hubo campañas en contra de Rivera en los periódicos, se hablaba de despilfarro, del pintor oficial de la Revolución, que era el muralista mejor pagado. Todo eso influyó en el trabajo de la SEP”.

Navarrete dice que en 1924, con la salida de Vasconcelos de la SEP, se canceló el financiamiento al movimiento muralista y “el único que se quedó fue Rivera”.

Algunas conferencias

Lunes 10. Enrique Krauze “El concepto de educación en José Vasconcelos”, y Christopher Domínguez Michael “Vasconcelos y Ramón López Velarde”.

Martes 11. Juan Villoro y José Ramón Ruisánchez “La lumbre inmóvil: López Velarde visto por José Emilio Pacheco”; Javier Garciadiego reflexionará sobre “Vasconcelos y la lectura”, y Vicente Quirarte revisará “El poeta entre nosotros”.

Subastarán fotos de Rivera

La Casa de Subastas Morton anunció la venta de fotografías icónicas de la vida de Diego Rivera.

Intitulada Visiones artísticas sobre papel, la puja se llevará a cabo el próximo jueves 13 de mayo en Morton Subastas

Entre las piezas más destacadas están: una impresión de época frente a su mural Historia del Estado de Morelos, una fotografía tomada por Bernard G. Silvestein en 1940 con su perro, otra imagen, mientras pinta a Silvia Pinal en su estudio de San Ángel y también al pintar el retrato de María Félix, hoy por hoy desaparecido.

La subasta incluye también fotografías de Rivera en el Museo Anahuacalli mientras se construía y momentos de su vida personal como el beso con Frida Kahlo el día de su boda en 1940, para finalmente concluir con imágenes de su cortejo fúnebre tomadas por Mario Marzano, quien, con su lente, capturó momentos históricos de la vida pública de México.