La noche obscura que vivimos no puede ser eterna; el México que queremos es posible: Arquidiócesis
|- ¡En tiempos de carnaval hay muchos disfraces! Recuerde usted no basta la bondad, se necesita también la competencia y la coherencia. La improvisación cuesta muy cara. ¡Cuidado con los banquetes envenados! ¡Que nadie lo obligue, presione o condicione para ir a votar por algún color! ¡Eso es un delito y debe denunciarlo!
Xalapa
El próximo 6 de junio, más de 93 millones de mexicanos, tendremos la responsabilidad de elegir a nuestros gobernantes y legisladores a quienes se les encomendará la noble tarea de poner en acción todas sus aptitudes y conocimientos para ayudar a que nuestro país tenga condiciones de progreso, favorezca el estado de derecho, en un ambiente de unidad y concordia, fortaleciendo sus instituciones y generando condiciones para que todos sus habitantes tengamos mejores oportunidades para vivir.
La fe cristiana contiene un conjunto de verdades que son innegociables y que contribuyen para que la vida de todos sea tratada con dignidad, nos referimos al respeto de la vida de toda persona desde la fecundación hasta su muerte natural; el matrimonio natural como fundamento de la familia; la familia como célula básica de la sociedad y el valor de la libertad humana para vivir y organizarse conforme a nuestras convicciones sea de forma individual o asociada.
Los escenarios que vivimos en nuestro país nos exigen hacer un discernimiento responsable y serio que nos ayude a votar en conciencia de acuerdo a nuestros valores y convicciones, en forma libre, razonada e informada. En este sentido el análisis de las “4 Ps” (Plataforma, Propuesta, Partido y Persona) le ayudarán para un buen discernimiento. ¡En tiempos de carnaval hay muchos disfraces! Recuerde usted no basta la bondad, se necesita también la competencia y la coherencia. La improvisación cuesta muy cara. ¡Cuidado con los banquetes envenados! ¡Que nadie lo obligue, presione o condicione para ir a votar por algún color! ¡Eso es un delito y debe denunciarlo!
No se deje engañar por las ayudas que le durarán una semana o un mes pero le robarán sus libertades y sus valores. No venda su voto ni su conciencia. No haga más pobre a México. Las palabras del profeta Amós tienen mucha actualidad “compran por dinero a los débiles y al pobre por un par de sandalias” (Cfr. Am 8, 6).
Para este proceso electoral, el más importante de nuestra historia, queremos invitar a todas las personas a:
– Respetar la voluntad popular. Las elecciones se ganan con votos y el pueblo tiene derecho a escoger libremente a sus gobernantes y legisladores. Ojalá se respete la división de poderes y no se usen las estructuras de poder para intimidar, presionar o manipular a los actores sociales.
– Votar en forma cívica y ordenada. Entre más personas participemos organizadamente en las elecciones, mayores posibilidades habrá de que nuestra sociedad madure y sea corresponsable en la gestión del bien común. Votar es un derecho y una obligación.
– Orar en forma individual o comunitaria. Es necesario que oremos para que la jornada electoral del 6 de junio se realice en paz y armonía; para que con nuestra votación, motivados por la fe mostremos nuestro compromiso con México. Las votaciones del próximo 6 de junio son una oportunidad de oro, no la dejemos pasar. Nuestro país lo merece y lo necesita.
– Buscar el “bien posible. En contextos complejos e imperfectos como el que estamos viviendo debe imperar la búsqueda del “bien posible” que aunque modesto, todos estamos obligados a procurar. Hacer el “bien posible” significa impulsar lo que aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al estado de derecho, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real con los más pobres y excluidos. No confunda la bondad con la conveniencia.
Debemos mantener la esperanza y el optimismo. La noche obscura que estamos viviendo no puede ser eterna. El México que queremos es posible, pero debemos construirlo entre todos, por eso es fundamental nuestra participación. Con nuestro voto informado, libre y discernido lo podemos lograr.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes