“La esperanza, virtud esencial en la vida”

VIVIR CON ESPERANZA

“La esperanza, virtud esencial en la vida”

Por Jacinto Rojas Ramos

En todo momento y más ahora que seguimos enfrentando la pandemia del coronavirus es importante recordar que la virtud de la esperanza es una gran opción que tenemos los seres humanos para lograr sobreponernos a la incertidumbre, desafíos y miedo provocados especialmente por el COVID-19.

Desde la visión cristiana de la existencia (es decir, sobre el sentido de la vida), Jesucristo dejó con su proceder una serie de actitudes que, ahora, se pueden aplicar durante la presente contingencia que seguimos enfrentando.

Entre esas actitudes que Jesús de Nazaret tuvo, cuando él vivió y nos dejó, se encuentran las virtudes teologales, que son: la fe, la esperanza y la caridad. La segunda de ellas, la esperanza, es la que en este período cabe poner en práctica, para que no se llegue a la desesperación y se pueda salir de esta situación, sabiendo que el sentido de la vida cristiana tiene este tipo de momentos difíciles, por los que también pasaron los primeros cristianos.

Habida cuenta de que la visión cristiana de la existencia es paradójica (por ejemplo, por declararse Hijo de Dios, Jesús fue condenado a muerte), el cristianismo tiene un sentido de la vida donde acomoda todas estas adversidades con la esperanza.

Esperanza es saber que Dios está con nosotros; en el sentido de aquello que en vida dijo Jesucristo: “Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28,16-20).

Entender todo esto es lo que permite la virtud de la esperanza, que en tiempos del COVID-19 y sus consecuencias podemos sobreponernos, y en la confianza que  hemos de tener como humanidad, puesto que estas cosas son temporales y pasarán como otras pandemias que se han tenido.

Cuando la esperanza le da a la gente esa seguridad, es también fe, y hace pasar a las personas a la caridad; ésta, entendida como solidaridad, la cual habría que poner en práctica en este momento específico de confinamiento social por el coronavirus, haciendo algo desde el aspecto económico por quienes menos tienen, y son más vulnerables que nosotros.

En resumen, el sentido cristiano de la existencia, en la espiritualidad cristiana, asume las incertidumbres, miedos, temores y contradicciones, como venidos del mal espíritu; y por otra parte, todo lo que es esperanza, actitudes positivas, etcétera, venidas del buen espíritu. Esto es lo que asertivamente debemos aplicar ante estas adversidades naturales.

Poderlo asumir y vivir nos ayudará a iluminar la vida de los demás, manifestándoles que la virtud de la esperanza es esencial en todo momento de la vida, especialmente cuando nos enfrentamos a los retos y desafíos que nos está generando esta terrible pandemia que ha cobrado la vida de muchos seres queridos y amigos.

rrjacinto_9@hotmail.com