VUELVE LA MENDICIDAD A TOMAR PUNTOS ESTRATÉGICOS

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

VUELVE LA MENDICIDAD A TOMAR PUNTOS ESTRATÉGICOS

                Xalapa, dejó de ser la capital por excelencia cultural, que fue en el pasado reciente inclusive, debido a la cauda de mendigos y pordioseros que asumen el control de los puntos estratégicos de la misma, para exigir en el menor de los casos la ayuda al común de automovilistas y gente de a pie.

                Los distribuidores viales colindantes con las plazas comerciales más cotizadas diariamente deben testificar que mujeres con pequeños en el regazo y jóvenes, dejando ver que no están tan débiles físicamente, se atreven a realizar la faena de pedir la ayuda a cuanto transeúnte y automovilista c4uza por dicho rumbo.

                Antes se creía que había instancias oficiales, para la atención de estos entes, que lamentablemente revelan igualmente que la ciudad debe estar clasificada entre las más pobres de la entidad veracruzana. Con más de 400 colonias y una mayoría de éstas sin contar con los servicios elementales de agua potable, recolección de basuras, asfaltado y menos pavimento, seguramente se caracterizan por la pobreza en que cotidianamente están incurriendo nuevos grupos de personas.

                La afluencia de fuereños con miseria, no se detiene. En los cruceros de las avenidas principales, los distribuidores viales y las arterias colindantes con el caso histórico, registran a un mayor número de extranjeros, todos procedentes de países centroamericanos, que bajo el pretexto legal de que no pueden ser empleados laboralmente en ningún centro de trabajo, tienen que salir a la calle para solicitar la limosna de rigor.

                Xalapa, ancestralmente, era una ciudad de cultura, educación y campos para la práctica de los deportes, sin embargo, esta es la hora en que todos estos servicios-podría decirse- pasaron a otra vida, porque permanecen cerrados debido a la pandemia, y los fines de semana jamás reabren sus puertas.

                El cierre del museo de tecnología, allá sobre terrenos de la avenida Murillo Vidal, se considera como una grave pérdida para el grueso de los chicos y las familias que ahora los sábados y domingos, no tienen un lugar hacia donde encaminar sus pasos, para la sana recreación y diversión de sus hijos. Los antros y licorerías, repletos, por jovenzuelos y en algunos casos, por adolescentes, sin que lo pueda impedir ninguna autoridad y tampoco sus progenitores.

                Comerciantes establecidos, deben cerrar puertas de sus negocios hacia las cinco, seis de la tarde, como máximo, porque el temor aflora de ser asaltados. Hay un robo a mano armada, que ya no se denuncia, porque tampoco las fiscalías los registran, ya que jamás van a dar con el paradero del o los delincuentes, muchos de ellos, que se convierten por hambre, quedaron sin empleo y tampoco reciben una pensión, ni beca.

                Se presume que hay un área que ve por el comercio y los negocios la cual, desde el ayuntamiento de la ciudad, debe promover la reapertura de los 30 mil giros que han cerrado sus puertas, como también, que debe promover, mediante facilidades inclusive extremas, para que se abran otros tantos. La vendimia callejera va en aumento, pero solo para el atraco que cometen los inspectores enviados de palacio municipal. Por supuesto, la mendicidad va al alza objetivamente, no se puede ocultar ni soslayar.

Y la pandemia, como se ve, va a continuar por quién sabe cuánto tiempo más. Esperemos.

LUIS GÓMEZ Z, CERRO EL TREN DE PASAJEROS PARA LOS XALAPEÑOS

Un señor de nombre Luis Gómez Z., poderoso dirigente del rubro del ferrocarril, hasta hace unos cuarenta años, fue el personaje que cerró toda posibilidad para que el servicio del tren de pasajeros clausurara sus operaciones, en lo que se sigue conociendo como “estación nueva” de los antiguos ferrocarriles de México.

En efecto, en el periodo que se ha dado en llamar del neoliberalismo, los ferrocarriles que transportaban a miles de usuarios a la ciudad de México y el puerto de Veracruz, lo dejaron de hacer, porque al régimen antiguo se le ocurrió dar por concluida la empresa ferrocarrilera oficial, para entregarla a la iniciativa privada.

El poderoso señor Luis Gómez Z., amo de los ferrocarrileros hasta los años 60-70 del pasado siglo XX, coadyuvó entregando la empresa que tanto aliviaba la carestía de la vida que comenzaban a resentir las familias veracruzanas y del resto del país, a los empresarios privados.

Quien no recuerda la estación nueva de ferrocarriles-se decía popularmente, siempre repleta de vagones que venían e iban hacia otras latitudes del país. La sala de espera lucía por sus confortables asientos y en uno de sus anexos, funcionaba un restaurante con platillos de primera y a bajos precios, el cual, inclusive operó hasta los últimos años del siglo anterior.

A sus costados, de la estación, se erguía una espléndida vegetación y entre ésta, se levantaban las casitas que habitaban trabajadores con algún grado de maquinistas y lectores de la mensajería, que se hacía a través del telégrafo (telegrafistas), los mecánicos y una zona más, para las viviendas de los guardias federales, que con singular celo vigilaban la colonia federal.

A un costado de la estación, el pozo de agua cristalina, conocido como El Salto al cual llegaban grupos de jóvenes estudiantes de la secundaria y de la preparatoria, para darse un chapuzón, siempre bajo la mirada felina de los vigilantes, hacia los terrenos, en donde ahora se localiza una empresa que compra  desde un kilo hasta toneladas de diversos papeles, con vistas a fundirlos y canalizarlos por el tren a una factoría extranjera, pero con todo un consorcio industrial en  terrenos del estado de México.

Por aquellos ayeres, mientras el señor Luis Gómez Z. mantenía intocada la estación del ferrocarril, los políticos llegaban cada año para rendir un homenaje póstumo ante el enorme monumento erigido en memoria del presidente Miguel Alemán Valdés, el cual mira hacia el edificio de la mencionada “estación nueva”.

Antes, los autobuses del servicio urbano, que hacían el recorrido de la antigua estación, sobre linderos de Ursulo Galván a la estación nueva y cruzaba el casco histórico para culminar en la estación nueva, para numerosos usuarios era una verdadera osadía y viaje por la ciudad, a bajo costo y con una panorámica de calles y avenidas arboladas, limpias, sin basuras y un gran colorido, como nunca. Como corolario eran tiempos en que la gente mostraba sus saludos a cualquiera que se atravesaba en su camino.

DIRIGENTES PARTIDARIOS GUARDAN SILENCIO Y MÉXICO, VA RUMBO AL 2024

Si a los dirigentes partidarios no interesa el proceso electoral del 2024 mejor que renuncien.

Nadie en esta vida es insustituible, otros pueden hacer mejor las cosas, que ahora han fallado terriblemente.

El silencio que guardan los amos y dueños de los membretes partidarios tradicionales o clásicos, solo puede ser demostrativo de que no les interesa el porvenir, pero que tampoco abren las puertas para que nuevos ciudadanos se alcen en la vida política y traten no de resucitar, pero sí de continuar con sus membretes, que al final del día la historia se los reconocerá o condenará.

Para el PRI y el PRD, se puede confirmar que llevan dos derrotas al hilo, tremendistas. 2018 y 2021 no son cosa menor. Sus trincheras y grupos de asociados, prácticamente se extinguieron y de las nuevas generaciones, poco deben esperar, porque las historias que se cuentan de ambos partidos, no son las más elocuentes.

Aquí en la aldea veracruzana, sucede algo semejante.

Nadie quiere aceptar que se dio un grupo de socios-todo lacayunos que se adueñaron de la vida del pueblo veracruzano por espacio de 50 años ininterrumpidos y que hundieron a la nave estatal en la más lacerante pobreza, abandono y que contrariamente al pedido del gobernador Agustín Acosta Lagunes, esos malos políticos, acendraron como nunca los odios y rencores, entre los sectores sociales.

Nadie entiende cómo es que no fluyan las renuncias de los líderes nacionales ni los estatales de los partidos, que ofrecieron una tenue batalla de cara a las elecciones histórica del pasado 6 de junio.

En el edificio de Moreno y Ruiz Cortines, toca tambores de guerra, porque los lideres permitieron y dejaron ir la oportunidad de recuperar el terreno perdido en 2018 y no lo lograron. Ahora, en corrillos del priismo desvencijado se cuestionan, cómo fue posible que ni aliándose con perredistas y panistas, pudieron sacar la elección en favor de David Velasco Chedraui, y de que hubieran hecho creer al empresario en cuestión, la noche del conteo de los votos, que llevaba la ventaja sobre su más cercano rival, el vencedor Ricardo Ahued.

Sin duda, es momento del recuento y el adiós para todos aquellos que hicieron creer que realizaban una faena única y rindan cuentas, como saberse adonde destinaron los millonarios fondos que invirtieron supuestamente en las campañas de sus apadrinados y candidatos en los 212 municipios que conforman la geografía estatal, y que simplemente, con los numeritos finales aplastaron el último reducto de posibilidades que contaba el ex partidazo, para hacerse de algunas victorias electorales.

Por eso, cuando el país   tendrá como meta la elección del 2024, como la más trascendente de su vida pública, es necesario que la remoción de líderes, si algún dejo de dignidad les queda, que presenten su renuncia y no permitan que los sigan clasificando como tránsfugas, que se montaron en sus puestos de mando partidario, para poder servir al patrón que manda. Por favor. Es todo.