FLUYE DINERO A LOS PADRES DE FAMILIA, PARA QUE ELLOS DEN MANTENIMIENTO A ESCUELAS

  • “La libertad consiste en poder hacer todo lo que no daña a otro” : Alfonso X, El Sabio

60 SEGUNDOS

RAUL GONZALEZ RIVERA

FLUYE DINERO A LOS PADRES DE FAMILIA, PARA QUE ELLOS DEN MANTENIMIENTO A ESCUELAS

Con el objeto de evitar malos ratos, gobierno federal, por conducto de la SEP a cargo de la maestra Delfina Gómez, hace fluir diversas cantidades monetarias a las sociedades de padres de familia, y sean estas, quienes inviertan los pesos y centavos en el mantenimiento de los edificios de las escuelas primarias y no las instancias públicas, del nivel burocrático que usted quiera y mande.

                Se trata de evitar que se repitan los errores que cometían los sexenios priistas y panistas, los cuales destinaban recursos millonarios a instancias estatales y municipales, con el propósito muchas veces incumplido, de que se encargaran de remozar edificios escolares, chapear sus jardines y equiparlos con bibliotecas, mesa-bancos y otros enseres propios de estas edificaciones.

                Por supuesto, que había muchas transas que se cometían entre funcionarios públicos y las dependencias educativas, lo cual a nadie impresionaba, pero era claro que numerosas escuelas mantuvieran condiciones deplorables, como es sabido por todos, que hay centenares de aulas sin  ventanas, ni puertas, tampoco cuentan con herramientas para el trabajo de los maestros frente a grupo y aunque ya no se usan los gises, los pizarrones evidencian un maltrato, que a muchos de los maestros causa pena ajena.

                 Sin embargo, el régimen federal, se guía por las necesidades que le marcan Las sociedades de padres de familia, lo cual entraña todo un reto, ya que ni idea tienen muchos de aquellos sobre el arreglo y reparación de edificios, más aún, cuando se refiere que no tienen la obligación de hacer la entrega de los resultados documentados que amparen los trabajos de ese mantenimiento de sus edificios, empero que los maestros y alumnos, así como los padres de familia, den una imagen del trabajo escolar y dedicación, que realizan sin taches.

                Aunque no se puede precisar que escuelas están siendo atendidas y cuales no han iniciado una tarea de remozamiento de sus edificios, se asegura que una gran cantidad de planteles, se caen por el natural abandono, que les provocó la ausencia de la mano de obra y que siguen sin recuperar la buena imagen que ostentaron tiempo antes de que se registrara la pandemia del coronavirus en el país.

                Y es que una mayoría de padres de familia, adolece del menor conocimiento en materia de mantenimiento que deben recibir los edificios escolares, además, de que el dinero en sus manos, puede tentarlos a desviar fondos, porque según se cuenta, las autoridades que los brindan, confían plenamente en aquellos, como no sucedía en el llamado periodo neoliberal, pues  no realizaban ninguna supervisión  ni llamaban a que las autoridades  educativas del interior del país, rindieran cuentas de cómo se  aplicaban esos recursos públicos.

                Un recorrido por varias escuelas, da cuenta de lo que aquí se cita, porque en general, sus edificios revelan abandono, ya que por muchos meses mantuvieron las puertas cerradas y los amigos de lo ajeno, solían introducirse a no pocos de dichos inmuebles, con la desagradable sorpresa de que eran saqueados y jamás recibieron ninguna visita que oficialmente evidenciara que las sociedades de padres de familia, les dieran el cuidado, limpieza y vigilancia adecuados.

LA INSEGURIDAD PROPICIA EL ÉXODO DE FAMILIAS COMPLETAS EN EL SUR DEL ESTADO

                Son decenas de ciudadanos y familias completas, muchas de las cuales han tenido que enfrentar los estertores que les produce la inseguridad para poder seguir viviendo en paz social y la tranquilidad, que a decir de   no pocos de ellos, al paso por esta capital, pero que se encuentran en plena huida, para salvar integridad física y la de sus demás familiares.

                Los decesos por armas de fuego, se registran diariamente lo mismo en la región de los Tuxtlas, que en espacios de mayor riesgo para los visitantes y los propios avecindados en ciudades como Acayucan, Minatitlán, Villa Juanita, Isla y otros poblados,  convirtiendo a las que fueran  un portento de ciudades petroleras, y que ahora, debido a la creciente ola violenta que ha asentado sus reales en gran parte de la zona sur de Veracruz, las familias completas deben salir huyendo hacia otras entidades de la república o el extranjero, con el fin de preservar sus propias vidas.

                Los problemas de la violencia e inseguridad, marcan a las poblaciones, que no encuentran como volver a sus días de paz social y tranquilidad, de un pasado, en que la fiesta se las brindaba la industria petrolera, familias completas en el disfrute que derivaba de la alegría cotidiana y natural de los pueblos veracruzanos, sobre todo en amplia región del sur-sureste de este país.

                Por supuesto, que hay un pueblo noble y bueno, como reza el discurso político del momento, pero que está demandando el apoyo y auxilio de los gobiernos de sus tres jerarquías, habida cuenta de que aun habiendo desarmando a sus cuerpos de policía municipales, las corporaciones del resto de las firmas policiacas, se sigue sin contener el avance de la criminalidad e inseguridad bajo la cual habitan miles de personas.

                Con el rostro demudado, la congoja apretándoles sus pechos y las lágrimas a punto de brotarles, con el solo recuerdo de malas pasadas, debido al acoso y el soslayo de las instituciones y siglas destinadas, para rendir la protección a vecinos y el patrimonio de los habitantes del sur, cuentan que de lamentos no podrían sobrevivir, así que es preferible poner tierra de por medio y lanzarse a la aventura de buscar lugares menos inseguros.

                Atrás de estos seres en huida, quedan sus viviendas desiertas, establecidas en el corazón inclusive de sus ciudades, pero sin proporcionarles el ánimo y la expectativa de que puedan volver en un futuro próximo, para aquellos  buscar la sobrevivencia ante esta otra epidemia, la de la violencia, no reparan en las pérdidas materiales que deben padecer, pero si en la búsqueda de encontrar el cobijo de la seguridad, sin importarles que sea aquí, en algún otro punto de la geografía nacional, o el extranjero. Así las cosas, como las pintan.

CIERTAMENTE, MÉXICO NO ES BELICISTA Y EN LA GUERRA, EL PAIS, DEBE VELAR POR LA PAZ

                En esta hora de soberbia por parte de Rusia, que sigue sin ceder a continuar bombardeando ciudades de Ucrania y matando a civiles, igual que atacando objetivos militares, en el caso de México de este lado del mundo, nada tiene que ver, más que pedir que ojalá concluyan las acciones armadas y se encamine esta crisis por la ruta del diálogo, la concordia y los buenos oficios que entraña el derecho internacional, empero, pareciera que se da en un escenario de sordos y ciegos.

                La ampliación de acciones bélicas, puede propiciar en el resto del mundo, una tercera conflagración, que a nada bueno llevaría no solo a los países de la Unión Europea, sino también a las naciones latinoamericanas.

                El presidente-líder Zhelenski, ya convenció con su discurso a los parlamentarios de los Estados Unidos, Inglaterra y Alemania, gesto que debieran asumir los políticos rusos y que tendieran a bajarle sintonía al combate que como quiera en forma valiente, está defendiendo Ucrania a su pueblo, pero hasta cuándo va a resistir, de cara a una poderosa nación, como es la que comanda el señor Vladimir Putin.

                En este sentido, por obviedad, México jamás podría asumir el papel de interlocutor para pacificar a la región metida en esta guerra injusta, que no sea demandar con toda la certeza posible, porque las acciones armadas tengan un pronto final y se de paso a la reconciliación y el blindaje diplomático.

                Está claro, que el régimen ruso, está sorprendido ante la resistencia de un pueblo y su gobierno, en esta hora de definiciones, porque Putin sigue insistiendo en que no habrá cese del fuego, mientras haya ciudades ucranianas que intenten incorporarse a la Otan.

                El éxodo de mujeres, madres con sus pequeños hijos, los ancianos que viajan en silla de ruedas, dan una imagen   que en el grueso de la sociedad mundial, debe causar molestia, irritabilidad y condenas, cuando no había ninguna necesidad- observan-los especialistas en materia de derecho internacional, para que dos pueblos enclavados en el llamado primer mundo persistan mostrando al resto  de la sociedad  en este planeta, que pareciera un imposible contener las ansias por la destrucción y el desenlace fatalista, porque después de esta injusta acometida rusa  ya nada volverá a ser igual, en principio para esas dos naciones.

                Si se confirma la evidencia en el sentido de que algo no empata entre los países poderosos, con el diálogo diplomático, sin duda, será un imposible que se multiplique la solidaridad con el pueblo atacado, si la rendición de cuentas no se da y la Rusia de Putin, no detiene el vasallaje de esta lucha desigual, con todo y pertenecer al mundo desarrollado, la ampliación de la guerra a otros confines de Europa Occidental, tampoco se detendrá.

                Sin duda, en juego está también el porvenir de la ONU y particularmente su Consejo de Seguridad, que bien podrían no pasar de ser solo sendos cuerpos burocráticos, sin ánimos por trascender como agentes para conseguir la pacificación del orbe, cueste lo que cueste. Es todo.