“La esperanza, el amor y la amistad”

VIVIR CON ESPERANZA

Por Jacinto Rojas Ramos

“La esperanza, el amor y la amistad”

El 14 de febrero se celebra “el día del amor y la amistad”. Me parece oportuno señalar que una verdadera amistad se debe fundamentar en la esperanza y el amor genuino. Aristóteles escribió: “un amigo nos parece el más precioso de los bienes de la vida”. También el célebre literato del siglo de oro español, Lope de Vega, afirmaba: “yo dije siempre, y lo diré y lo digo, que es la amistad el mayor bien humano”. Sin duda, la amistad aumenta la alegría, la esperanza y mitiga las penas.

Dos ejemplos: no es lo mismo celebrar un cumpleaños completamente solo, que, en compañía de la familia y los verdaderos amigos. Aunque el festejo sea sobrio y sin lujos, lo importante es estar con los seres queridos. Igualmente, cuando fallece un familiar, o se encuentra gravemente enfermo o se ha sufrido un descalabro económico, ¡cuánto se agradece la presencia y el acompañamiento de la familia y las amistades!

Numerosos autores coinciden en señalar que quién encuentra a un amigo, haya un tesoro incalculable; uno de los bienes más altos, quizá el mayor de todos. De igual forma, cuando se tiene una preocupación que produce angustia, se agradece que los familiares y las amistades hagan más llevadero ese trago amargo. Por ello, Santiago Ramón y Cajal, premio nobel de medicina, sugiere invertir aquel viejo refrán: “quien bien te quiere, te hará reír”, en vez de “te hará llorar”. Tiene mucha razón porque cuando un amigo comunica una visión positiva, esperanzadora de los hechos y anima al otro a redimensionar sus problemas con ilusión y esperanza, entonces desaparece esa visión trágica y reaparecen la serenidad y la alegría.

El auténtico amigo da prioridad al amigo sobre su propia persona, está dispuesto a dejar a un lado sus gustos e intereses, si así lo requieren las necesidades del amigo. Esto se manifiesta especialmente en las situaciones difíciles que le exigen renunciar así mismo, correr riesgos, o cuanto haga falta, para apoyar al otro”, considera el filósofo Francisco Ugarte Corcuera.

Otra faceta es que la amistad es desinteresada, sabe escuchar y pone atención en las necesidades de la otra persona. Sería una contradicción el considerar a los amigos “como meros escalones para conseguir algo” (dinero, contactos, relaciones, un mejor sueldo). Sería instrumentalizarlos por otros fines. A veces se llaman “amigos” a los compañeros de estudio, de trabajo, de un club deportivo, a quienes nos siguen en las redes sociales…, pero se trata de relaciones temporales, superficiales, que fácilmente desaparecen. La amistad es algo más profundo porque se busca a la persona tal y como es, con sus defectos y virtudes, se pasan por alto pequeños detalles no agradables, los súbitos cambios de ánimo, de crispación y mal humor. Se aprende a comprender, perdonar y disculpar y se acompaña a esas amistades hasta la muerte.

La amistad es una larga travesía en la que se pasan por tiempos de bonanza y tempestades; se aprende a ceder y a servir, buscando el bienestar del amigo.

Valoremos y cuidemos a los amigos que hemos encontrado en la el camino de la vida, porque una verdadera amistad llena la vida de esperanza y amor. ¡Feliz día del amor y la amistad!

rrjacinto_9@hotmail.com